ARGENTÓPOLIS

Zoom de Macri con ceos, la charla de Máximo con Rossi y la rosca de CFK

La vice pacta la supervivencia K en la zona núcleo. Promesas desde Zurich y el llamado de Larreta. Schiaretti y el albertista Gill, caricias significativas.

Varado VIP en Zurich, esta semana Mauricio Macri compartió un Zoom con su precandidato cordobés, Gustavo Santos, y diez empresarios macristas, los más fuertes de esa provincia. Desde hace dos años, el expresidente les pide acompañamiento para su exministro de Turismo con la idea de promoverlo para la gobernación en 2023 y en la charla avisó que visitará Córdoba. Con encuestas adversas, Santos lo espera para llevarlo al menos a dos de las ciudades más grandes. Como primer precandidato para la Cámara de Diputados, se beneficiará con el empuje de sus aliados, Mario Negri como número uno para el Senado y el centenar de intendentes que mueven junto con Ramón Mestre, tercero detrás de Santos y de María Soledad Carrizo.

 

Macri no es el único que llama a teléfonos con prefijo de Córdoba. Cuentan que a Mestre, que recorre pueblo por pueblo en campaña como lo hicieron Eduardo Angeloz y su padre Ramón Mestre, le sonó el celular en medio de un viaje. Era Horacio Rodríguez Larreta. Quería sondear los ánimos y saber si había enojo con él por su sociedad con Martín Lousteau,  que apoya a Rodrigo de Loredo, precandidato de la otra lista en la interna provincial de Juntos por el Cambio junto a Luis Juez. Por las dudas, Larreta evitará embarrarse con la pelea mediterránea antes de las PASO y Macri prometió viajar para acompañar a Santos, pero no compartiría actividades ni con Mestre ni con Negri, que todavía le factura su intervención local y parte de la interna.

 

A las siete de la tarde del jueves 29, Agustín Rossi subió al tercer piso del Palacio del Congreso. Casi nadie lo vio ingresar al despacho de Máximo Kirchner, adonde llegó acompañado por el diputado santafesino Germán Martínez. El mismo día, Roberto Mirabella, que completa el mandato de Omar Perotti como senador nacional por Santa Fe y encabeza la lista de precandidatos a diputados de la boleta Celeste y Blanca, se reunía con Eduardo 'Wado' de Pedro. Mirabella esperó hasta el viernes para difundir la foto que se tomó junto al ministro del Interior en la planta baja de la Casa Rosada y solo contó que charlaron de política en general, una explicación poco creíble en el marco del cierre de listas que dejó a Rossi junto a la vicegobernadora Alejandra Rodenas enfrentando al gobernador. Ese viernes, Rossi dio decenas de entrevistas, pero no hizo mención a su encuentro con el hijo de Cristina Fernández de Kirchner.

 

Cuatro opciones, relató, fueron las que Rossi propuso al perottismo antes de estallar en los medios por el rechazo y la "impugnación" de su nombre en la lista del peronismo en Santa Fe. Del otro lado quedó Marcos Cleri, diputado nacional de La Cámpora que preside la estratégica comisión bicameral de Asuntos Parlamentarios. Por sus manos pasan los decretos del Presidente y los que quedaron pendientes de tratamiento del gobierno de Macri. Antes de despedirse de los funcionarios del ministerio de Defensa, Rossi hizo dos gestiones. Una se la encomendó a Martínez, que fue a ver a Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados en reposo por diverticulitis. Al despacho de Kirchner fueron juntos, aunque hubo una charla a solas entre Rossi y el jefe del bloque del Frente de Todos. En las negociaciones previas, tanto Kirchner como Massa intentaron sin éxito acercar a las partes santafesinas, por eso el ministro de Defensa pidió las charlas personales.

 

"Fue una muy buena reunión", coincidieron en el relato los visitantes y en la oficina de Máximo Kirchner, a pesar de lo incómoda que es la situación después de que La Cámpora y CFK decidieran apoyar a la Celeste y Blanca. Aunque no hubo reproches, el rossismo advirtió que Perotti lanza este lunes su lista bajo el nombre de Hacemos Santa Fe, una marca pensada por Guillermo Seita en línea con el cordobesismo de Juan Schiaretti. A pesar de no tener "el" aparato, Rossi se tiene fe. 

 

El kirchnerismo, es decir CFK más La Cámpora, no solo acordaron y cedieron en Santa Fe. El plan es reconciliarse con la franja agroindustrial del centro del país. Tras la endogámica experiencia de 2017 con Unidad Ciudadana, estas elecciones de medio término son un puntapié para ampliar el espacio. En 2019, Alberto Fernández se apoyó en quienes estaban al frente de los poderes provinciales y municipales y repite el esquema. Acordó con Gustavo Bordet vía Santiago Cafiero y Eduardo "Wado" de Pedro, ministro que habla en nombre del Presidente y su vice. Tras fracasar en el intento por postular al empresario avícola Héctor Motta, convencieron a un reticente Enrique Cresto, que quería esperar a 2023 y mantenerse al frente de la Enhosa, el ente que se encarga de las obras hídricas, para cortar cintas en todo el país.

 

De linaje peronista, Cresto no está en deuda con el kirchnerismo: su abuelo fue gobernador, su padre fue intendente de Concordia, su madre senadora nacional y su hermana termina este año su mandato como diputada. Pero Cristina movió sus piezas para ganar (y compartir el eventual triunfo). El jueves sorprendió con un gesto hacia el precandidato: lo recibió en su despacho del Senado y se tomaron una foto. "Valoro las palabras de @CFKArgentina, su visión geopolítica de América Latina y su profundo compromiso con la construcción de una Argentina más justa y solidaria. Muchas gracias compañera", expresó afectuoso el intendente en uso de licencia. El mismo día, Cresto jugó otra carta y llevó a la Casa Rosada a una docena de autoridades comunales entrerrianas para reunirse con De Pedro y con el subsecretario de Asuntos Municipales. Vecinalistas en su totalidad, pueden ser fundamentales para volcar la votación a favor de Rogelio Frigerio (JxC, ahora Juntos por Entre Ríos) o de Cresto. Cuatro años atrás, el peronismo perdió las elecciones de medio término por 16 votos y Macri se impuso a Fernández en el 2019 por sólo 800. 

 

Otro intendente de licencia y hasta ahora con cargo es Martín Gill, que encabeza la lista de diputados nacionales del Frente de Todos en Córdoba. También se quedó en su provincia estos días, donde tiene una difícil disputa contra la lista de Schiaretti y contra Juntos por el Cambio. De su desempeño y de la campaña de quienes aspiran a lograr una banca en el Senado, Carlos Caserio y Gabriela Estévez, dependerá que queden en segundo o tercer lugar. No resignan retener la banca por la minoría en un distrito antikirchnerista. Gill sabe que debe mostrarse abierto al diálogo y no romper con el gobernador que expresa al cordobesismo. Todavía al frente de la secretaría de Obras Públicas de la Nación, evita espantar votos y hasta se mostró afectuoso con el mandatario provincial. "Cuando trabajamos unidos, avanzamos para poner a la Argentina de pie", escribió en sus redes sociales y compartió una foto con Schiaretti en la inauguración del puente Juan Bautista Bustos que conecta Villa Nueva con su ciudad, Villa María, donde se dará una de las contiendas mayores.

 

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