Las cuentas en redes sociales de Martín Lousteau están "limpias". Solo se ven fotos de campaña con postulantes radicales y con Horacio Rodríguez Larreta, con quien mudó su acuerdo de la Capital a otros distritos. No escribió ni una frase en solidaridad con Mauricio Macri, no estuvo en Dolores, no asistió a la sesión del Senado y no fue al acto de Facundo Manes y el radicalismo en Ferro. En su entorno evitan la palabra faltazo y justifican sus ausencias: "Nuestro objetivo es conseguir senadores y teníamos previsto visitar Catamarca, donde vamos a tener un muy buen senador y vamos a hacer una gran elección", responden.
La única foto no política de su timeline es el mensaje de amor hacia su esposa, Carla Peterson, que recibió diploma como candidata a mejor actriz de la década de manos de Luis Ovsejevich, El Señor Konex. Eso no es llamativo porque Peterson es una destacada artista, pero sí la foto que compartió Lousteau junto al actor Willy Lemos y la reivindicación implícita de su gestión en el peronismo bonaerense. "Lindo reencuentro con Willy Lemos, quien hizo a Perla en esta hermosa publicidad que hicimos desde BAPRO en 2006 con Ramiro Agulla", posteó el senador de Evolución en referencia a su paso por el Grupo.
Flashback. En 2005, Felipe Solá, entonces gobernador bonaerense, había propuesto como presidente del Banco Provincia a Gustavo Lopetegui, pero tuvo que retirar el pliego del Senado provincial, congelado por el duhaldismo y la UCR. Lopetegui, que luego fuera vicejefe de Gabinete y secretario de Energía de Macri, fue ministro de la Producción bonaerense y Lousteau, su jefe de asesores; luego lo reemplazó como ministro. Después, su pliego reemplazó al de Lopetegui y así presidió el BAPRO entre diciembre de 2005 y diciembre de 2007. Ni él ni Solá olvidan aquella publicidad, otro aviso provocador de Agulla (para aquella época), en el que Lemos personificó a una estoica peluquera travesti a la que un prejuicioso hombre de campo le pide perdón ante la confianza del banco para otorgarles a ambos un crédito.
Mientras, como le pasó a Lopetegui, hoy en el Senado nacional sigue frenado el pliego de Daniel Rafecas para procurador. El oficialismo siempre alegó que la oposición no daba los dos tercios para aprobarlo, aunque esta semana el Frente de Todos (FdT) aprovechó el faltazo en grupo de parte del bloque de Juntos por el Cambio (JxC) y, sobre tablas, consiguió la mayoría especial para avanzar con el "alivio fiscal" que propuso Sergio Massa.
El tigrense juega callado en medio del río revuelto, pero opera entre bambalinas. El lunes hubo Comisión de Presupuesto y dictamen a favor en Diputados. El oficialismo aceptó la propuesta radical y amplió la condonación de deuda de hasta $100.000 que alcanza a clubes, ONGs, cuarteles de bomberos y pymes que no pudieron pagar en pandemia. La UCR pidió premio para quienes cumplen y logró la eximición de hasta seis cuotas para monotributistas y deducción especial para contribuyentes de ganancias por hasta 60.000 pesos. El miércoles a las 7.25 de la mañana, la Cámara baja votó por unanimidad (198 a favor, cero abstenciones y votos negativos) y de inmediato la ley se giró al Senado. Acotación: en la sesión, también hubo votos radicales (incluyendo los de Evolución de Lousteau y Emiliano Yacobitti) a favor de la Ley de Etiquetado, norma que rechazó el PRO.
En un gesto de reconciliación con el massismo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, compartió en redes la foto del tablero con el 198 a cero y destacó el proyecto como "fundamental" para superar la pandemia, mientras la vice del bloque del FdT en el Senado, Anabel Fernández Sagasti, llamaba a Massa. "Metele", le pidió el diputado antes de ir al acto recordatorio de Néstor Kirchner, donde hasta apareció vestido igualito a Máximo del mismo apellido. La estocada final fue gracias a la deserción opositora en la Cámara alta. El mendocino Julio Cobos quedó a cargo de su bloque porque Luis Naidenoff sí estuvo en Dolores y de ahí se fue a Ferro. Cobos dijo que les hubiera gustado analizar más el proyecto, pero votaron todos a favor y en 37 horas se sancionó la ley por unanimidad en ambas cámaras. ¿La grieta? En las redes siguió vivita y coleando.
Tan holgado estuvo el oficialismo el jueves en el Senado que Cristina Fernández se quedó en su despacho (a la espera de asumir la primera magistratura a medianoche) y delegó en Claudia Ledesma la responsabilidad de una sesión sin sobresaltos. En su banca se vio enojada a la exreina nacional de la Nieve, la peronista Silvina García Larraburu. La barilochense se retiró del recinto y no votó ni a favor ni en contra de la prórroga de la emergencia territorial indígena que dispone el relevamiento de tierras y suspende los desalojos. El exgobernador Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro) también esquivó el conflicto, en su caso porque estuvo ausente toda la sesión. El único rionegrino que votó a favor fue el oficialista Martín Doñate, uno de los 43 votos afirmativos. Hubo siete abstenciones, solo dos negativos y un reclamo del cordobés Ernesto Martínez y del salteño Juan Carlos Romero en contra de la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) por los hechos violentos en el sur.
Justamente sobre el conflicto mapuche hablaron Doñate y Weretilneck después de los atentados en San Carlos de Bariloche. La oposición y por momentos el gobierno de Arabela Carreras acusan al kirchnerismo de apañar esos hechos. El fin de semana pasado, la candidata a diputada nacional Ana Marks, de La Cámpora como Doñate, le propuso al senador ayudar a reconstruir el Club Andino Piltriquitrón (CAP) y salir en forma positiva del entuerto. Doñate llamó a su colega y exgobernador para bajar el tono de la pelea después de que el presidente Alberto Fernández hiciera lo propio con la gobernadora. El viernes 29, las autoridades del CAP viajaron a Buenos Aires y, gestión mediante del rionegrino, se sentaron en la oficina del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, para avanzar en un proyecto de reconstrucción del club que financiará el Estado nacional. Por la veda electoral para actos de gestión, no se puede usar el anuncio más que en algún tuit. No hubo gacetillas ni mensaje de Marks.
El que sigue machacando con el tema mapuche es Miguel Angel Pichetto, que el jueves por la tarde dio una charla en el Centro de Oficiales de las Fuerzas Armadas. En una larga exposición ante militares retirados, intercambió opiniones y reivindicó el rol de las tres armas. En paralelo, sigue a la búsqueda de más peronismo para ampliar JxC. Esta semana, en el departamento del exembajador Ramón Puerta, hubo juntada entre el anfitrión, Pichetto, Jorge Yoma y el "nuevo" Jorge Telerman, exalcalde porteño en 2006 tras la destitución de Aníbal Ibarra y exfuncionario y jefe de campaña de Daniel Scioli.
El director del Complejo Teatral Buenos Aires venía charlando tanto con Puerta como con Yoma y aceptó el café y la foto para empezar a tener más presencia política. De manifiesta enemistad con el Presidente, coincidió en el diagnóstico de la crisis y la necesidad de conformar un espacio más amplio que el de JxC para que quien gobierne en el futuro tenga una base de sustentación que supere el 50% del electorado. Lo reiteró Rodríguez Larreta en una charla el viernes con Ernesto Tenembaum. "Hace falta un amplio acuerdo político para salir de la grieta", dijo. Telerman no quiere ser más un "lobo estepario" en el gobierno porteño y aconseja prepararse para el estado de asamblea que, anticipa, habrá en el peronismo el 15 de noviembre, día después de las elecciones generales. Con Pichetto tuvo otra coincidencia: "Somos los únicos a los que nos gusta seguir usando camisa y corbata", bromearon, agobiados ambos por las altas temperaturas.