"Quiero comunicar al pueblo de Mendoza que a partir de hoy y por razones estrictamente personales, presento mi renuncia como Diputado de la Nación", escribió este miércoles en su cuenta de Twitter el ahora exlegislador peronista y exintendente Alejandro Bermejo. Su partida del recinto despertó todo tipo de sospechas en la provincia cuyana y también en Buenos Aires, pero según confiaron a este portal desde la capital provincial la renuncia tiene que ver con problemas de salud y no expresa las diferencias políticas internas de su espacio. Sin embargo, el portazo abrió la puerta para que llegue al Congreso el suplente Eber Albano Pérez Plaza, un pequeño productor y dirigente agrario muy vinculado con la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, flamante titular provincial del partido.
Oriundo de la localidad de Villa Seca del departamento de Tunuyán, Pérez Plaza es productor agrario del Valle de Uco. Le adjudican una militancia territorial ligada a la Corriente Agraria Nacional y Popular (CANPO), creada en 2011 con el impulso de Cristina Fernández de Kirchner cuando la actual vicepresidenta transitaba el último tramo de su primer mandato presidencial.
Hace dos años, para esta misma época, encabezaba movilizaciones en Tunuyán para denunciar la situación de las economías regionales por la política económica de la era Macri. En su tierra lo reconocen por regalar frutas frente a la plaza municipal como parte de las protestas. En las elecciones de 2019 integró la lista del Frente de Todos en el cuarto lugar y ahora llegará al recinto como suplente por la ley de paridad, porque el reemplazante de Bermejo debe ser del mismo género. Reportará al titular del bloque Máximo Kirchner.
En Mendoza aseguran que tendrá un perfil mucho mas alto que el segundo plano que eligió Bermejo durante el año y cuatro meses que ocupó su banca. La más grande de las tres provincias cuyanas tiene diez diputados nacionales. Tres pertenecen a la bancada que conduce Kirchner: Omar Félix, que termina su mandato este año, Marisa Uceda y ahora Pérez Plaza. El renunciante Bermejo cierra su paso por el Congreso luego de perder las primarias del PJ provincial ante Fernández Sagasti por la candidatura a la gobernación. El entonces intendente de Maipú es uno de los principales referentes de los "azules" del peronismo mendocino, el sector interno que lideró hasta su muerte, en agosto de 2015, el histórico asesor presidencial Juan Carlos "Chueco" Mazzón.
La derrota de Bermejo en 2019, la llegada de Fernández Sagasti a la presidencia del partido y la abrupta partida del diputado por "razones personales" implican una inflexión para el peronismo azulado que, por ahora, velará las armas en la confrontación interna con el kirchnerismo y se encolumnará detrás de la jefatura política de la senadora nacional que goza de una excelente relación con CFK.
Los movimientos suceden en vísperas de una posible visita del presidente Alberto Fernández a Mendoza. Aunque todavía no ha sido confirmada por la Casa Rosada, en la provincia se preparan para recibir al Presidente este sábado, en vísperas de la edición 2021 de la Fiesta Nacional de la Vendimia, que esta vez contará con una serie de eventos virtuales por la pandemia.
Entre otras actividades tiene previsto un desayuno con las autoridades del Consejo Vitivinícola Argentina (CoViAr), al que están invitados los diputados nacionales del oficialismo y la oposición. Algunos especulan con la presencia de Pérez Plaza en el encuentro y otros dicen que será la última actividad de Bermejo.
Los cálculos sólo forman parte de la trastienda interna del peronismo mendocino, porque la atención estará puesta en el frío que recorre al vínculo entre Fernández y el gobernador Rodolfo Suárez, uno de los tres caciques provinciales que tiene el radicalismo. Hace dos semanas fue el único mandatario de los distritos fronterizos con Chile que no fue invitado a la comitiva presidencial que visitó Santiago para ser recibida por el mandatario trasandino Sebastián Piñera. El embajador chileno en Buenos Aires, Nicolás Monckeberg Díaz, ya invitó a Suárez para participar de una reunión bilateral sobre temas vinculados a la provincia, pero más allá de los desaires diplomáticos las diferencias más calientes pasan por los reclamos mendocinos ante la reducción de los giros financieros del Estado Nacional y el malestar de la Casa Rosada ante una provincia que figura última en el ranking de vacunación de todo el país.