Once agrupaciones quieren participar de las elecciones internas de la UCR de Córdoba. La compulsa tendrá impacto nacional, según anticipa el interés de figuras partidarias que ya tienen sus preferencias. También, la agenda que prevé discusiones sobre temas clave como la continuidad en Juntos por el Cambio (JxC), la distancia con Javier Milei y la relación con Martín Llaryora.
Los gobernadores Gustavo Valdés, de Corrientes y Alfredo Cornejo, de Mendoza; el presidente del partido, Martín Lousteau y el diputado Facundo Manes, entre varias altos perfiles más, ya mueven su alfiles en el tablero cordobés con miras a la interna que tiene fecha para el 5 de mayo. Cada uno de ellos, tiene un proyecto distinto de partido que motorizan a través de sus alfiles mediterráneos.
Difícilmente todas las corrientes terminen presentando listas para la totalidad de los cargos en disputa, que incluyen autoridades provinciales, representaciones regionales y delegaciones en el Comité Nacional de la UCR. A sabiendas de lo que está en juego y desde la oficialización de avales, la rosca ha aumentado su presión, bajo el pretexto de una idílica unidad en la que muy pocos realmente creen.
No hay charla en la UCR de Córdoba
La renovación de autoridades se realizará con un año de demora respecto del cronograma original. En marzo del 2023, los núcleos que confluyen en la conducción partidaria impulsaron la renovación de mandatos por 12 meses. Adujeron, como excepcionalidad, la proximidad de un rally electoral que no daría respiro por los próximos meses.
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Córdoba
Tal decisión, refrendada en un congreso partidario donde hubo notorias ausencias, motivó reclamos y hasta una presentación judicial por parte de la angelocista Línea Córdoba. El espíritu de la crítica apuntaba a la elección abierta de cargos, pero incluía también los procesos de selección de candidaturas para los comicios venideros.
Los posteriores fracasos en las elecciones provinciales y nacionales atizaron diatribas sobre el subsidiario rol de la UCR en JxC. La derrota en la elección para intendente de la ciudad de Córdoba reforzó cuestionamientos sobre el rol que jugó Rodrigo de Loredo, en tanto figura principal y conductor virtual del partido. Como contrapartida, el fortalecimiento en las disputas municipales devolvió protagonismo al sector que históricamente ha reclamado más protagonismo: el intendentismo.
Sobre ese zurcido de reproches, operadores trazan ya ímprobas proclamas de unidad. Versados en la rosca partidaria, admiten que no hay charlas que partan del consenso. “Necesitamos un liderazgo que garantice representación colectiva, por encima de los lineamientos. Para eso hace falta una mesa donde estemos todos los actores”, explica un reconocido parlamentario.
Juego nacional
En el elenco de nombres fuertes, de los que se desprenderán las postulaciones para la presidencia del Comité Córdoba persisten las referencias que pulsearon durante las últimas dos décadas: Mario Negri, Ramón Mestre y De Loredo. Pero las derivas de la UCR a nivel nacional también han permitido el fortalecimiento de dirigentes que impulsan una renovación. Sobre ellos convergen importantes miradas que siguen con atención la disputa.
Uno de los nombres taquilleros es Marcos Ferrer. Intendente de Río Tercero, obró como mano derecha de De Loredo por años.
Tras chisporroteos por el proyecto para la creación de la Universidad de aquella ciudad, pareció profundizar un camino propio, cuidando de no romper con su amigo. Detrás de su crecimiento aparecen las fichas de los máximos referentes de Evolución: Martín Lousteau y el diputado Emiliano Yacobitti.
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El intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, es el favorito para presidir la UCR de Córdoba.
Aunque hasta el momento ha señalado que su prioridad es la gestión, descartando incluso ofertas para liderar el Foro de Intendentes de la UCR, Ferrer es visto como uno de los que podría reunir credenciales de consenso transversales a todos los espacios. Especialmente entre el intendentismo.
Más postulaciones
Otra dirigente con crecientes aspiraciones es la diputada Soledad Carrizo, quien presentó Construyendo Juntos, único espacio liderado por una mujer. La paridad de género es una de las verticales para su construcción. Un dato auspicia su intento: en 133 años sólo una mujer presidió la UCR Córdoba: María Teresa Merciadri.
Carrizo que en 2023 oficializara su alejamiento de la órbita de los hermanos Ramón y Diego Mestre, cuenta con el visto bueno del Grupo Malbec, que se alineara detrás de Patricia Bullrich en la interna de JxC y cuenta como referencia radical al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo.
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Otro dirigente con pasado mestrista reúne venias del mismo grupo de reminiscencia vitivinícola. El exlegislador Javier Bee Sellares, de estrecho vínculo con Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes, rebautizó su espacio como Consenso Causa Federal, haciendo explícita la influencia nacional.
Aunque analistas asignen pocas adhesiones a la figura del exlegislador, no desconocen que su apoyo podría ser importante para decidir una negociación. Al respecto, recuerdan su decisión de acercarse a De Loredo en 2019, conformando el espacio Sumar.
Amnistía
También se mira con atención a la vicegobernadora Myrian Prunotto. Aunque pesa un proceso de desafiliación en contra de la exintendenta de Juárez Celman, ella misma ha ratificado su intención de alentar a interpósitos en la contienda.
En su nombre se condensa uno de los principales temores: la cooptación de dirigentes para el Partido Cordobés que impulsa Martín Llaryora. La existencia de varios integrantes del gabinete de los denominados radicales auténticos obra como justificativo.
En su defensa, y la de otros sobre los que penden pedidos de anatema, han hecho oír sus voces directivos que convergen en Córdoba con Todos, núcleo que tiene a Juan Jure, exintendente de Río Cuarto y exlegislador, como su apuntado.
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Myrian Prunotto mantiene reuniones frecuentes con el intendentismo opositor en Córdoba.
Prensa Legislatura
Entre los argumentos para una amnistía no sólo consideran la filiación de los acusados. También dicen comprender su decisión de buscar nuevas uniones ante un radicalismo que, sin apetito de poder, ha preferido mostrarse aliado al PRO, espacio de centroderecha que hoy se escinde en dos sectores, uno ya parte de Hacemos Unidos por Córdoba, otro con el presidente Milei, el "límite irremediable para una alianza" según boinablancas que piden la renovación.
Internas viejas y conocidas
Tales críticas tienen destinatarios tácitos. Principalmente Mario Negri, a quien acusan de priorizar intereses propios por sobre la conveniencia de un partido que dilapidó oportunidades de recuperar la gobernación y la intendencia capitalina. Desde el entorno del exdiputado, líder de la corriente Morena, no se ha filtrado nombre alguno, descartada ya otra experiencia con Marcos Carasso.
Las esquirlas llegan a Ramón Mestre, cuya corriente, Confluencia, manejara el partido durante la pasada década. Alejado de los repartos recientes el exintendente ha recuperado incidencia tras los resultados electorales ya mencionados. Sigiloso aún, sus rivales descuentan que intentará recuperar espacios. Para ello deberá restañar vínculos y renovar avales nacionales, dada la caída en la valoración de Gerardo Morales, su referente.
Parábola opuesta traza Facundo Manes. Tras un temprano ocaso en 2023, sus alocuciones contra el gobierno nacional lo reubicaron en la consideración de muchos. Entre ellos los de Identidad Radical, el sector que tiene a Dante Rossi como referencia e impulsa una vuelta del partido "a sus fuentes".