La decisión de Rodrigo de Loredo de declinar su postulación a la gobernación no ha hecho más que consolidar su centralidad en la escena política provincial. Lejos de cualquier atenuación, los spots siguen apuntando al sinuoso trayecto que ha trazado en el último año. En particular, hacia las encrucijadas a que sigue asomado, en la recta final hacia las elecciones provinciales en Córdoba.
De su voluntad dependen aún dos cuestiones esenciales: la conformación de la lista de Juntos por el Cambio que disputará la cabeza del Poder Ejecutivo provincial, con la consecuente decantación para los restantes cargos electivos; la definición de la candidatura que presentará el principal espacio opositor para las elecciones municipales, aún sin fecha concreta.
Distintas figuras que participan de su armado, aún admitiendo la imposibilidad de precisiones, creen que el diputado se inclinará finalmente por ser el compañero de fórmula de Luis Juez. Se trataría de una opción calculada sobre la que nadie duda en la alianza cambiemista: el tándem es el que mejor mide en las mediciones. Las voces más arriesgadas hablan incluso de “una garantía de triunfo”, remontando sus expectativas a la suma conjunta de las legislativas de 2021.
Tal resolución complacería también a la institucionalidad de la UCR, donde distintas voces han remarcado, algunas con tono admonitorio, que corresponde a su partido ubicar el número dos en la representación de la alianza. El último pedido provino del Foro de Intendentes Radicales, que lo solicitó formalmente a través de un documento firmado tras su sesión en Hernando, en la previa de otro triunfo de un representante de propio cuño.
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Visto desde otro ángulo, De Loredo tampoco parece seducido por disputar la intendencia de la capital, pese a contar con suficientes mediciones que lo señalan como el nombre con mayor intención de voto.
Entre los condicionantes que baraja pesa también el antecedente de las gestiones radicales más recientes en el palacio 6 de Julio. “Más allá de sus errores, Ramón Mestre padeció tener que negociar con un gobernador peronista”, evoca un dirigente capitalino. “Puede ser una trampa. Si no te dejan hacer, corrés el riesgo de quemarte. Porque además, si hay recambio generacional en el peronismo, le van a tirar con todo al que ven como futuro líder del radicalismo”, dice otro boinablanca.
Mujer y radical
Al amparo de las indefiniciones, muchos nombres suenan para secundar a Juez en la fórmula de a la gobernación. En su mayoría radicales, de manera unánime dicen ajustar sus expectativas a lo que finalmente resuelva el extitular de ARSAT. En dicha lista, aún tentativa, sólo hay una mujer, también representante de la UCR: la diputada Soledad Carrizo.
Abandonando ambigüedades, la exintendenta de Quilino admite interés por una posibilidad para la cual ya ha tenido contactos desde distintos espacios de la UCR. Su nombre incluso fue mencionado, en más de una ocasión, por el propio De Loredo
En diálogo con Letra P, Carrizo dice mantener prudencia ante un desenlace que debe priorizar conveniencias generales. "No hay dudas, la vicegobernación debe ser para el radicalismo. Si Rodrigo decide no ir, se abre una posibilidad para la cual me siento preparada. Sería un honor que el partido me elija a mí, en mi rol de mujer política, con un largo camino ya recorrido", analiza.
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Carrizo está transitando su tercer mandato como diputada y fue escalando posiciones en la estructura nacional del radicalismo. Hace unos meses anunció que abandonaba la corriente interna de la UCR que comandan Ramón y Diego Mestre. Según contó a Letra P, la decisión respondió a la necesidad de "cerrar un ciclo". No recaló oficialmente en ninguno de los otros espacios del universo boinablanca cordobés y se dedicó a armar una iniciativa "desde el interior y las mujeres".
Desde hace años mantiene una estrecha relación con el senador Alfredo Cornejo, con quien compartió bloque en la Cámara baja y además ocupó una de las vicepresidencias cuando el mendocino fue el titular del Comité nacional del radicalismo. La sintonía se ratificó cuando Carrizo se sumó a la foto en la que Patricia Bullrich mostró el músculo radical de su armado en la Fiesta de la Vendimia en Mendoza, tierra de Cornejo y el buen vino.
Al mismo tiempo, la condición de mujer, entiende, podría asignarle prioridad en el camino hacia la mentada equidad de género en el reparto de cargos electivos. "Sería algo innovador, nunca tuvimos una fórmula mixta en la breve historia de JxC en Córdoba, donde no hay aún leyes que garanticen las fórmulas mixtas. Además nos permitiría otra agenda", remarca.
En la misma línea, añade que seis de las siete líneas internas de su partido están presididas por hombres. "Es imperioso mostrar diversidad", argumenta.
Al mismo tiempo, destaca su condición de dirigente del interior provincial, uno de los reclamos más extendidos por fuera de la avenida de Circunvalación.
Finalmente, destaca tener una buena relación con Juez, con quien tiene "miradas parecidas". "Compartimos también la necesidad de decir las cosas como son, especialmente en estos momentos. No ser políticamente correctos todo el tiempo, sin que eso implique perder diálogo o clausurar vías de construcción", sentencia.