La UCR de Córdoba practica su deporte favorito cuando patea las discusiones e impone el juego de la deliberación interna permanente. El Comité provincial que preside el negrista Marcos Carasso había prometido una reunión para este lunes, con el objetivo de definir los plazos para la renovación de autoridades. El convite pasó para la semana próxima, pero es vox populi que la pulseada será el primer o segundo domingo de mayo, si es que no arriban a un consenso antes.
Con el foco de atención puesto en el Congreso, Carasso mantiene reuniones reservadas con algunas figuras de su partido. La ronda de café es necesaria para trazar el juego de una sucesión que asoma compleja por las históricas rivalidades, por el escenario de configuración política que impuso la triple derrota electoral de Juntos por el Cambio y el condimento que aportan las figuras emergentes. Por lo pronto, antes del 5 de febrero la convocatoria oficial ya debería estar hecha y con ella la señal de largada para la rosca otoñal.
El partido centenario tiene integrantes de amplio recorrido, sin embargo, sólo un puñado de nombres está en boca de la dirigencia para encarar el proceso de reconstrucción. En esta etapa preliminar, la mayoría de las fichas las concentra el intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer.
Hombre fuerte del titular del sello a nivel nacional, Martín Lousteau, es socio local de Rodrigo de Loredo. “Se lleva bien con Mario Negri y con Ramón Mestre”, coinciden algunas fuentes del espacio que saben que no puede prescindirse de las referencias a las grandes familias de la UCR de Córdoba. También estaría bien conceptuado por gobernadores con ambiciones internas como el mendocino Alfredo Cornejo o el correntino Gustavo Valdés.
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Pese al visto bueno, Ferrer no estaría muy convencido de intentar el salto. De hecho, ya sacó el cuerpo de la presidencia del Ente de Intendente Radicales y pusieron al almafuertense Rubén Dagum, el interpósito del núcleo.
Señor misterio
¿Rodrigo de Loredo se baja? Todo parece indicar que no estaría convencido de dar esa pelea, aunque lo cierto es que está concentrado en su rol nacional como uno de los árbitros de la Cámara de Diputados.
Después del proceso electoral provincial y municipal, la dirigencia boinablanca quedó contrariada. El senador Luis Juez se encargó de sacar más pus de la herida cuando dijo que si hubieran compartido la fórmula de JxC en Córdoba le hubieran puesto punto final a los 24 años de cordobesismo en el poder.
Buena parte de la dirigencia creyó que el diputado expresaba ese liderazgo perdido desde el resurgir del espacio con Ramón Mestre en 2011, cuando recuperaron el gobierno de la capital. Una parte no le disculpó que la UCR entregara la candidatura a la gobernación; otra, que se concentrara en la capital despojándose de cualquier referencia partidaria. Para colmo, perdieron todo.
¿Cómo volver a esperanzar a esa dirigencia que alguna vez ilusionó cuando lanzó el grito de guerra con su núcleo Sumar en la interna de 2021 y empujó a Mario Negri y a Mestre a suspender rivalidades históricas? Habrá que esperar, pero su nombre no suena.
Mujeres en carrera
La diputada Soledad Carrizo y la legisladora Brenda Austin son dos mujeres que también están en el punteo de potenciales candidatas. La primera hizo buenas migas con De Loredo durante el maratónico año electoral, aunque cuenta con la resistencia del mestrismo.
Hoy cercana al mendocino Cornejo, Carrizo fue parte del núcleo Confluencia y una de las primeras en saltar del barco cuando el apellido que dejó su huella en los gobiernos de la provincia y la ciudad comenzó a caer en desgracia. Austin, también, aunque con más disimulo que Carrizo.
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Soledad Carrizo, con buena vibra con los popes de la UCR.
Como Ferrer, las dos dirigentes tienen diálogo fluido con todas las líneas de la UCR de Córdoba. No es poco.
Se da por descontado que el oficialismo partidario que se divide entre Negri y Mestre no cederá espacios de poder, pero hay expectativa con el juego de otros actores.
El legislador alfonsinista Dante Rossi ya anticipó que la unidad legislativa del espacio depende de la evolución de las conversaciones internas; mientras que el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, también orejea la realidad local a través de otro exaliado y nuevamente amigo de De Loredo, el exmestrista Javier Bee Sellares.
Desde afuera
En la pelotera de intereses también hay que listar a la vicegobernadora Myrian Prunotto que, como contó Letra P, se niega a que se le quite su ascendencia radical pese a su alianza con Martín Llaryora.
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Myrian Prunotto, junto a su agrupación Radicales Auténticos.
Los movimientos de los alfiles de la exintendenta de Estación Juárez Celman serán cada vez más evidentes. En concreto, lo hará a través de Carlos Polo Gait, boinablanca con núcleo registrado, y otras referencias del intendentismo disidente, que todavía tiene facturas guardadas para pasar a la conducción vigente del radicalismo.
En concreto, Gait está organizando un encuentro en Villa Giardino, espacio tradicional de la liturgia de los hijos e hijas de Alem en la provincia, para mover los engranajes de este radicalismo no ortodoxo y que se referencia con Prunotto.
