Con calma, la vicegobernadora electa asegura que ya analiza las instancias de apelación que podrían corresponderle ante un Tribunal de Conducta al que considera tan ilegítimo como el mandato de las autoridades partidarias “que se autoprorrogaron los mandatos”.
Aún sin querer “mojar la oreja a sus acusadores”, afirma que un integrante del Radicalismo Auténtico, la corriente boina blanca que la acompañó en su salto a Hacemos Unidos por Córdoba, debería asumir el manejo de la UCR.
“Imagino que un radical auténtico puede ser quien conduzca el partido. Debería ser así. El radicalismo lleva 24 años de derrotas. Se siguen yendo afiliados por falta de ambición de poder de los que dirigen, pero a la actual conducción le importa más seguir echando gente”, dice la intendenta de Estación Juárez Celman en uso de licencia.
Aunque su entorno la imagina a ella misma ocupando el rol central, Prunotto asegura que prefiere evitar los personalismos. “No quiero prunottismo. Quiero más radicalismo. Necesitamos formar nuevos dirigentes para transformar una realidad de derrotas”, subraya.
Transfuguismo
Tras más de un año de advertencias, el Comité Central de la UCR inició el pasado viernes el proceso de sanción contra las figuras de la dirigencia que hayan actuado como postulantes, también como colaboradores, de las listas conformadas por la estrategia que delinearon Juan Schiaretti y Martín Llaryora.
Los principales dardos apuntan contra aquellas figuras que conformaron el denominado Radicalismo Auténtico, con Prunotto como principal referencia. También contra el legislador Orlando Arduh, jefe de su reciente campaña provincial. Sobre ese colectivo pesa la acusación por “inconducta partidaria” que se elevará ante el Tribunal de Conducta de la UCR. Tal figura contempla no sólo el transfuguismo, sino también el enfrentamiento abierto a listas radicales en la contienda provincial.
La existencia de varios antecedentes en las últimas décadas aparece en el foco de las objeciones que ya plantean los acusados. “¿Quiénes nos van a juzgar? ¿Mario Negri, que en 2019 enfrentó a la lista de Ramón Mestre? ¿Qué pasó con Benigno Rins, candidato a vicegobernador de Luis Juez en 2007? ¿Qué van a hacer con los que promueven internas todo el tiempo?”, se preguntan en el radicalismo díscolo.
Como ya contara Letra P, esta embestida contra "los traidores” cuenta con una fortaleza de la que carecieron las anteriores, que quedaron en meros ademanes. Los distintos sectores de la interna radical dicen temer que Prunotto, Arduh y otros actúen como “caballos de Troya”. Es decir, que representen de modo solapado los intereses de los líderes del “cordobesismo”.
Por tal razón, tanto el negrismo, que preside el partido a través de Marcos Carasso; el mestrismo, que pide poner un punto final a las deserciones; el deloredismo y sectores independientes coinciden en la necesidad de aplicar “sanciones ejemplares” a quienes cambiaron de bando.
Incorporaciones
La vicegobernadora electa prefiere restar entidad a las acusaciones sobre roles de quinta columna. Prefiere hablar de la necesidad de revitalizar un partido “que expulsa a su gente”.
Con ese trasfondo, afirma que en las últimas semanas ha recibido muchos pedidos de incorporación al “radicalismo auténtico”. La reciente derrota en las elecciones provinciales y municipales ha actuado, admite, como factor de dispersión para decenas de dirigentes que han ratificado su cansancio con los modos de construcción promovidos por la cúpula boina blanca.
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“Nuestra construcción está abierta a gente de otras fuerzas. Hablamos con gente que está en los otros partidos que forman Juntos por el Cambio. Allí también hay disconformidad”, explica Prunotto.
Las conversaciones con referentes cambiemistas también sirven de prólogo para lo que será su tarea como presidenta de la Legislatura a partir del 10 de diciembre. Según afirma, no le preocupa la paridad absoluta con que deberá lidiar, escenario inédito en los 22 años de existencia de la Unicameral. Por el contrario, considera positiva la necesidad de búsqueda de consenso.
Anticipándose a ello, admite la existencia de diálogos con legisladores que integrarán el bloque cambiemista, el principal de la oposición. Más aún, afirma conocer a buena parte de ellos. “Muchos son intendentes, como yo. Nos conocemos porque somos los que buscamos soluciones a la gente”, explica.
“Naturalmente buscamos aliados para el proyecto que represento. Acá ya no es una cuestión de internas. Hay que pensar por todos los cordobeses, algo que muchos en mi partido parecen haber olvidado”, amplía.
Ese proyecto, rubrica, tiene una próxima cita en las PASO del 13 de agosto. Aventando viejos pedidos y futuras especulaciones, la intendenta asegura que todo su sector apoya la candidatura de Schiaretti.