Río Cuarto: el escenario de tercios no se mueve y el nivel de participación electoral será clave
En el sprint final, Guillermo De Rivas, Adriana Nazario y Gonzalo Parodi se sienten ganadores. El fracaso de la estrategia de polarización. Los últimos sondeos.
Guillermo de Rivas, Adriana Nazario y Guillermo Parodi compiten por la intendencia de Río Cuarto.
Guillermo de Rivas, el candidato oficialista para retener la intendencia de Río Cuarto.
Eugenio Agostini
Adriana Nazario y Gonzalo Parodi, candidatos opositores a la intendencia de Río Cuarto.
Eugenio Agostini
Ya en la recta final para las elecciones municipales enRío Cuarto, tras más de dos meses de campaña proselitista, Guillermo De Rivas, Adriana Nazario y Gonzalo Parodi se siguen proyectando triunfantes hacia la noche del domingo 23 de junio.
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La afirmación no sólo apuntala lo esperable para loa principales figuras a consagrarse como autoridad de la capital alterna. También refleja que el escenario de tres jugadores en disputa permanece prácticamente inalterado, pese a los intentos de polarización ensayados en el camino.
La estrategia parecía adecuada para potenciar las chances de De Rivas, el candidato elegido por Juan Manuel Llamosas. Antes que a su delfín, los dardos de los opositores se han concentrado en éste, quien tras ocho años de gestión recoge tantas adhesiones como críticas.
Todos los rivales, especialmente Nazario y Parodi, apuntan a las falencias de la administración llamosista, a la que adjudican “estancamiento” de una de las ciudades más ricas de la provincia. Según mediciones recientes, 70 mil riocuartenses, un cuarto de la población total, subsiste por debajo de la línea de pobreza.
También resuenan acusaciones de abandono de sectores “populares”, tan caros a la histórica sinfonía peronista. Sobre esos segmentos concentrarán acciones en la semana final ambos retadores.
“A De Rivas lo están conociendo por los carteles”, chicanean desde el nazarismo. “Nosotros nunca dejamos de recorrer las barriadas”, afirman en Primero Río Cuarto, la coalición encabezada por el radicalismo.
El peronismo de Guillermo De Rivas
Las críticas al ex secretario de Gobierno municipal delinean trazos de una eventual intendencia suya. De probada experiencia en la gestión pública y afable trato, De Rivas ha pulido un perfil afín al sector empresario, interlocutor privilegiado por los gobiernos cordobesistas, ya el poderoso agroexportador, ya el rotulado bajo emprendedorismo.
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Sin refracción a Llaryora, identificarse como la auténtica opción opositora a Llamosas resultará crucial para los retadores. “Parodi reúne mejores condiciones para ello, porque la lista de Nazario incluye a funcionarios llamosistas, pero no termina de asumir el rol”, advierte un consultor de la región.
Ajeno a tales especulaciones, el concejal radical mira con atención la pelea del peronismo, que en las últimas semanas tomó niveles de escándalo. Yvon Tesio, actual tribuno de Cuentas presentó una denuncia contra la actual conducción municipal por una presunta contratación irregular de espacios públicos. Desde el Gobierno trataron de “marciano” al funcionario, destacando que es candidato a seguir en el cargo por la lista de Nazario.
Gonzalo Parodi, Guillermo de Rivas, Adriana Nazario, candidatos en Río Cuarto
Los principales aspirantes a la intendencia de Río Cuarto no cuestionan la centralidad de Martín Llaryora.
La difuminación de límites entre los compañeros es un argumento ambiguo para el candidato de Primero Río Cuarto, a quien tampoco le resultó sencillo alinear su escudería,ya sin formato JxC. Antes que eso, prefiere presentar la lista que lo acompaña como representativa de la renovación que reclama una sociedad harta de que la política no le brinde respuestas.
Decisivo resultará también la concurrencia a las urnas. La sucesión de feriados de la semana y la coincidencia con el Día del Padre auguran un escaso nivel de participación.
La referencia inmediata marca un piso difícil de perforar. En los comicios de 2020, en plena vigencia de restricciones por la pandemia del coronavirus, la asistencia apenas superó el 50%. Cuatro años después la expectativa merodea el 60%.
La confirmación de tales pronósticos supondría una mala noticia para la oposición. En la capital alterna, como en otras latitudes, operaría una regla no escrita, que vaticina una alta concurrencia cuando predominan los aires de cambio. Como contrapartida, la apatía podría facilitar la continuidad del statu quo.
Las listas opositoras creen que la intendencia ha hecho todo para desalentar la concurrencia a las urnas. Además de la demora en la confirmación de fechas señalan la opción por un día precedido por la semana con más feriados del año. A ello se suma el irrisorio valor de la multa que deberían afrontar quienes incumplan su obligación cívica: $100.
Con números propios, pero más confiados en las repercusiones que recoge “en la calle”, desde el nazarismo pronostican que la contadora será quien capte, de manera rotunda, el mensaje de los riocuartenses insatisfechos.
Desconfiados, como sus pares radicales, no quitan el ojo de la cosecha que puedan realizar Mario Lamborghini, del Partido Libertario, y Pablo Carrizo, de Conciencia Desarrollista.
Con expectativas de votos de entre 5 y 10 puntos, podrían resultar más que simples actores de reparto en una escena en que el enojo colectivo ya ha condicionado armados y propuestas.