La campaña electoral en Río Cuarto ingresó en tiempo de descuento. Restan 15 días para revertir las encuestas de estricto consumo interno que manejan en el búnker de Juan Manuel Llamosas y su candidato Guillermo de Rivas. Las señales de alerta se disparan, pero hay puntos clave para explotar todavía.
El radicalismo da indicios de recuperar su histórico fulgor al tener un piso de intención de votos que oscila entre los 27 y 30 puntos, tal como indican los informes circulantes en las distintas mesas de campaña. Si el PJ hubiera sellado la unidad con la exponente de La Fuerza del Imperio de Sur, Adriana Nazario, el asunto estaría cocinado.
El secretario de Gobierno y la exdiputada delasotista se estarían repartiendo los peldaños que siguen, según los números que manejan en el asiento del poder de Martín Llaryora y que ratifican en la escudería de un Juntos por el Cambio arrepentido, con el radical Gonzalo Parodi a la cabeza y el apoyo de los partidos en un frente que ahora se llama Primero Río Cuarto.
El nuevo escenario electoral de Río Cuarto
El oficialismo municipal nota una recuperación en el centro de la capital alterna, aunque observa una mileización del electorado justicialista en bastiones donde siempre fueron fuertes.
Por ejemplo, en los estudios de suelo partidarios el peronismo oficialista observa que en el icónico barrio Alberdi, con fuerte predominio del PJ, Parodi tiene un anclaje llamativo que en otras ocasiones electorales el radicalismo no lograba.
de rivas llamosas.jpeg
Guillermo de Rivas camina con su padrino político, Juan Manuel Llamosas: calle y encuestas, el método de la campaña en Río Cuarto.
“Hay una nueva categoría que algunos no la quieren ver. El peronista clásico de barrio Alberdi es ahora una especie de peronista-mileísta. En los jóvenes hay un rechazo al kirchnerismo y al peronismo en general como responsables por habernos traído hasta acá”, reflexionaba una fuente cordobesista sobre los análisis que más se escuchan por estas horas.
El destinatario de ese descontento sería Parodi en detrimento de la propia Nazario, oriunda de ese tradicional enclave riocuartense. “No es lógico que Parodi nos gane a las dos expresiones peronistas ahí”, se lamentan.
Claroscuros en la campaña de Guillermo de Rivas
El escenario es tan movedizo que aparecen otros elementos disonantes y, en cierto punto, esperanzadores para De Rivas. En su barrio de origen, Banda Norte, llevaría la delantera. A esto se suma que el llamosismo creció a buen ritmo en la zona centro de la ciudad, otrora esquiva. “Esta es una excelente noticia porque ahí debería ser fuerte Parodi”, festejan.
Como sea, la campaña seguirá a todo ritmo y las listas en pugna empezarán a lanzar la artillería pesada.
de rivas campaña obras.jpeg
Guillermo de Rivas, candidato de Hacemos Unidos por Córdoba.
De Rivas presentó este jueves una de sus principales propuestas de campaña que consiste en un plan de obra pública. Prevé la intervención de mil calles: 500 serán pavimentadas y las otras 500 tendrán cordón cuneta para mejorar el tránsito.
El acto tuvo fuerte contenido político porque el candidato de Hacemos Unidos por Río Cuarto dio por sentado el apoyo de Llaryora, todavía esquivo, pero muy activo en la ciudad imperial con acciones de gestión.
“Yo no tengo que pedirle al gobernador que trabajemos juntos porque ya lo estamos haciendo: somos parte del mismo equipo”, afirmó el exjugador de rugby.