Siete meses después de la interna que los enfrentó para definir la candidatura de la UCR, entonces parte de Juntos por el Cambio, Gonzalo Parodi y Gabriel Abrile acordaron que concurrirán en unidad a las elecciones para renovación de autoridades en Río Cuarto, del 23 de junio.
Largamente esperado por la tropa boinablanca que sueña con recuperar el control de la capital alterna de la provincia, por décadas considerado bastión albirrojo, el acuerdo tiene múltiples impactos en el escenario riocuartense.
En primer lugar, fortalece las chances de la alianza pergeñada por Parodi, a la sazón el candidato radical. Ya sin el vetusto chasis de JxC, el concejal impulsa un armado de impronta local, para el que resulta indispensable contar con todos los referentes.
Además, evita la disgregación del espacio, tironeado por propios y extraños. Durante los mismos siete meses, Abrile, a quien algunas encuestas asignan mayor intención de votos que al propio Parodi, mantuvo charlas con armadores de otros espacios.
Sobre todo, la unidad de la UCR supone el escenario temido por el peronismo, que acudirá dividido a una contienda clave para la estrategia del gobernador Martín Llaryora, quien no ha logrado que Adriana Nazario decline su candidatura en favor del oficialista Guillermo de Rivas.
La UCR de Río Cuarto, sin fisuras
El arreglo entre los dirigentes radicales, que se daba por descontado la pasada semana, quedó refrendado en una reunión realizada este domingo.
De tal manera se pondría fin a innumerables especulaciones en torno a la real voluntad del médico terapista, que en 2020 perdiera ante Juan Manuel Llamosas. El caudal de voluntades con que cuenta aún, pese a su derrota en la interna, lo convirtieron en cotizado objetivo.
A comienzos de marzo, todo parecía encaminado para que Gabriel Abrile encabezara una lista libertaria, con sello de La Libertad Avanza. Dilaciones derivadas de las internas del espacio y el rechazo de armadores nacionales a la identidad radical del elegido sepultaron las negociaciones.
En simultáneo, operadores de la retadora Nazario esbozaron propuestas, imaginando un armado amplio y por fuera de estructuras tradicionales. También, cómo no, hizo algún approach el gobierno de la ciudad.
Gonzalo Parodi y Gabriel Abrile
Gonzalo Parodi y Gabriel Abrile, junto a Gonzalo Luján, al cierre de las internas de la UCR en septiembre de 2023.
Finalmente, manifestando fidelidad a su identidad radical, Abrile se avino a las conversaciones que nunca clausuró Parodi, quien mantuvo siempre la vía dialoguista con dos conceptos claros: él es el candidato elegido en el proceso interno; Abrile es necesario para un armado que se presenta como partido riocuartense y prescinde de socios que siguen mostrando ambigüedades, como el PRO.
La unidad de la UCR, ya bajo paraguas de la alianza Primero Río Cuarto, constituye una amenaza para las chances de triunfo del PJ, que contará con dos nombres disputando votos.
Como parte de la estrategia para potenciar las chances de Guillermo De Rivas, alfiles del llamosismo habían tanteado a Abrile, siquiera para garantizar su neutralidad hacia el 23 de junio. Idealmente, imaginaron reencauzar sus adhesiones hacia orillas distantes a las de Parodi.
Con similar lógica de preservación, otras figuras talladoras imaginaron un escenario con presencia libertaria dividiendo el voto opositor. Aunque tal posibilidad no esté descartada, al menos hasta el 6 de mayo (plazo para presentación de listas), no hay nombres más atractivos que el del exsecretario de Salud.
A días de la confirmación de las nóminas, se descuenta que tanto desde la intendencia, como desde el gobierno provincial, se reforzará la presión para que Nazario decline su postulación. Hasta el momento, la empresaria se ha mantenido firme, ya con campaña en vía pública.
La unión del peronismo es incluso barajada por socios radicales. Claro que ya con talante diferente al de las semanas posteriores a una interna que, sospechada por intervenciones del mismo peronismo, sólo sirvió para prorrogar diferencias.