"¿Quién será el Jair Bolsonaro argentino? ¿Hay acaso condiciones para que surja?", se preguntaba Marcelo Falak hace casi tres años, el 16 de agosto de 2020, en su nota El Bolsonaro argentino. Fue el primero de una serie de artículos que, a lo largo de los meses, auscultó el ascenso de una rabia que se podía percibir en la Argentina, pero que en aquel momento ya tenía manifestaciones concretas en el mundo. La victoria en el ballotage de este domingo que consagró presidente a Javier Milei muestra el acierto de aquellas notas que alertaban sobre "el tufo a nueva derecha dura" en el país y, también, sobre las posibilidades de su corporización.
"Si una 'ley' existe en el pensamiento político, al menos desde el período de entreguerras del siglo XX, es que los procesos de empobrecimiento acelerado, sobre todo de sectores medios, suelen derivar en fenómenos de ultraderecha. La decadencia material y axiológica es el programa de los extremistas indignados del siglo XXI y casi una descripción viva de la Argentina reciente", reflexionaba Falak, columnista dominical de este portal y autor de desPertar, el newsletter de Letra P, y concluía citando el ejemplo brasileño: "¿Es este un ejercicio de ciencia ficción? No más que el que se hizo realidad en Brasil".
Aquella nota preludió una concentración en el Obelisco en plena pandemia monopolizada por el ala dura del PRO. La nota Peronismo PRO avisaba que, "ante el vacío forzado de las avenidas y las plazas, la Argentina silenciosa” se fue envalentonando y haciendo cada vez más ruido, casi cotidianamente, con cacerolas en balcones y esquinas, con bocinazos y, finalmente, copando el espacio público. Si este no es el pueblo, ¿el pueblo dónde está?".
Un año después, en La Ciudad de la furia libertaria, este medio se preguntaba si Milei era una moda o un fenómeno, analizaba las alas del ensayo ultra, sus límites y posibilidades, y se preguntaba: ¿Será 2023 un nuevo 2002?
Las elecciones legislativas de noviembre de 2021 mostraron el reflejo electoral de la rabia libertaria. En la nota Crece la furia libertaria y sufre el plan Larreta 2023, Falak dejó sentado ese primer mojón. " Javier Milei festejó eufórico en la noche de este domingo el resultado de su lista capitalina, La Libertad Avanza, en el escenario del Luna Park. No era para menos: su propuesta de ultraderecha capitalizó la furia de mucha gente que probablemente nunca oyó hablar de la Escuela Austríaca, esquivó el peligro de diluirse en la grieta después de las PASO, mejoró en más de tres puntos porcentuales el resultado del 12-S, se hizo con más del 17% de los votos del distrito, metió dos diputados y ya se prepara para involucrarse –de algún modo– en la pelea grande de 2023, condicionando el proyecto de poder de quien, acaso, fue el gran vencedor de los comicios de este domingo: Horacio Rodríguez Larreta", escribió.
Que vuelva Carlos en marzo de 2022, sobre el revival noventoso y "la memoria histórica de la 'cirugía mayor sin anestesia' que promocionó el presidente riojano" Carlos Menem y empezó a replicarse "en la moda del discurso libertario y, de modo más ambiguo, en el de Juntos por el Cambio, que abjura en voz baja del gradualismo fallido puesto en marcha en 2016. La impotencia de la población y los megáfonos de los gurúes vintage de la city harían el resto".
El factor Milei ya erosiona el voto de Todos y rompe el bicoalicionismo empezaba a plantear, en mayo de 2022, que la rabia ya había puesto "en guardia a Juntos por el Cambio y comenzó a ser seguido con estupor por el peronismo, que ya registra una fuga de votos, hasta ahora insospechada, hacia ese sector".
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En esos días, las elecciones en Francia emitían reflejos que resonaban en la Argentina. "Al cristinismo lo asusta el espejo de las encuestas y traza paralelos con la Francia en la que Emmanuel Macron acaba de lograr la reelección con 58,5% de los votos. Enfrente quedó Marine Le Pen, la candidata de Rassemblement National (Agrupación Nacional, RN) con 41,5%, lo que constituyó la mejor elección histórica de la ultraderecha. El asunto es que ese segundo turno mostró un mano a mano entre centroderecha y derecha dura. ¿Un anticipo para la Argentina de 2023?", se preguntó Falak más de un año antes de que las PASO de este domingo dejaran a Milei como el candidato más votado y a Patricia Bullrich confirmada como candidata presidencial de Juntos por el Cambio en Milei, el peronismo y el espanto del espejo francés.
La Argentina está en peligro. "El liberalismo liberticida se acerca", señalaba este medio y un "país al filo del odio". "Pese a un liderazgo en default, la democracia es más necesaria que nunca", remarcaba.
"El asesinato del colectivero Daniel Barrientos, la golpiza a Sergio Berni, la politización de ambos hechos que hizo Axel Kicillof y el aprovechamiento que montaron Patricia Bullrich y otras referencias de la oposición han crispado todavía más los nervios del país", escribió Falak en abril de este año en Inflación e inseguridad: el suelo de la patria sublevado. "Argentina vive una era de microestallidos", avisaba y añadía: "Todas esas crisis, que se han mixturado con contextos políticos locales, tienen un mismo sustrato y una misma característica. La base es una extendida insatisfacción con condiciones de vida demasiado duras, desde ingresos magros hasta servicios insuficientes en salud, educación, transporte y vivienda. El rasgo común es su inorganicidad, su falta de cauce político, algo que es hijo natural del descrédito de las respectivas dirigencias".
"Es esperable que la rabia se manifieste y todo indica que en las próximas elecciones esta tendrá un nombre: Javier Milei. Las encuestas indican que el economista minarquista ha logrado trasladar el 20% que obtuvo en las legislativas porteñas de 2021 al promedio nacional", vaticinaba Falak. Se quedaba corto.
Una semana después, Javier Milei, Patricia Bullrich... ¿y vos?: ¡Muerte al Estado! explicaba que "el libertario y su prédica dinamitadora son solo el ápice visible del témpano de una narrativa nueva".
"El probable triunfo de alguna versión de la derecha en las elecciones de este año parece algo más que un producto de la natural alternancia democrática, sobre todo después de una gestión peronista que, evidentemente, ha resultado fallida en al menos tres cuestiones clave: coherencia política, inflación y pobreza. Tampoco luce solamente como producto de una grieta apta para enloquecer el péndulo del humor social. Tendencias más profundas parecen explicar la sintonía fina del momento", escribió el autor de esta serie que anticipó paso a paso lo que este domingo se convirtió en una realidad ya irreversible.