Mauricio Macri vuelve a la Argentina desde Suiza. El expresidente tenía reservado su pasaje para esta semana antes del anuncio del Gobierno que amplió los cupos de admisión de viajeros en Migraciones. Macri habla permanentemente con sus allegados, que lo mantienen informado sobre los pedidos de participación en la campaña. Esa lista es tan larga como la de los que se hacen los distraídos. Al igual que la titular del PRO, Patricia Bullrich, evitaría aquellos distritos donde hay interna entre facciones amarillas, aunque aún no decidió su plan previo a las PASO. A quienes reniegan de él, les pasó un aviso Miguel Pichetto, quien volvió a decir que no es tiempo de jubilarlo. A la distancia, el expresidente se alegró con la foto que tuiteó el precandidato santafesino Federico Angelini, que recordó la campaña de 2019 en Rosario. "Hoy volvemos a tener la oportunidad de pensar un mejor futuro para Argentina. Gracias Mauricio por el apoyo de tantos años", escribió el diputado nacional. Y Macri le dio RT.
Menos contenta y muy incómoda se la vio a María Eugenia Vidal, que varias veces durante la semana tuvo que responder sobre los dichos misóginos de Fernando Iglesias, con quien comparte lista de aspirantes para Diputados. La exgobernadora está cansada, admiten quienes la frecuentan, de tener que explicar al diputado combativo. No son pocas las personas en el equipo de campaña a quienes les molesta "el ansia de protagonismo" del legislador que va por la reelección. A mitad de semana, hubo una reunión de dirigentes en la que varias voces expresaron su malestar. En público, el jefe de campaña bonaerense, Néstor Grindetti, señaló que lo que dijo Iglesias es "una barbaridad". Dicen que en privado fue mucho más duro.
Lejos de ese ruido, Elisa Carrió partió rumbo a Pinamar y Mar del Plata para acompañar a Diego Santilli. La exdiputada hizo dos paradas en la ruta: una para comprar quesos en Chascomús y otra para llevarse especias de Dolores. Llegó adelantada a la ciudad que gobierna Martín Yeza, por lo que hizo tiempo en la casa de Hernán Lombardi, que reparte su semana entre la playa y Capital. A la hora señalada, junto al exvicejefe porteño, hablaron con representantes del sector gastronómico y hotelero que trabajaron en las vacaciones de invierno pero vienen golpeados por la pandemia.
Un dibujo. Carrió y Santilli en La feliz.
En conferencia de prensa, Carrió gambeteó su pelea con Facundo Manes. Dijo que la cuestión está clausurada después de que Toty Flores dejara plasmada su verdad ante escribana pública, al afirmar que no le ofreció a Manes ser su compañero de fórmula. Ante la insistencia, Lilita aclaró que no quería seguir con el tema, pero se tentó y se refirió con ironía a la promesa de Manes acerca de que viene "a sanar la política". Se tocó la cruz sobre el pecho y advirtió: "Este es el único médico que me sana". En Mar del Plata, estuvo más jocosa repartiendo folletos con la cara de "el Colo" en versión dibujo animado, mientras a algún posible votante le gritaba que busca novio.
El precandidato y neurólogo también gambeteó la pelea. En una entrevista con Radio con Vos, solo dijo tres palabras: "Yo no miento". El hombre está decidido a dar muestras de su espíritu antigrieta interna. El viernes, en un recorrido por varios bastiones peronistas, se acercó a una carpa de militantes en campaña. En una esquina de la peatonal de Ezeiza saludó uno por uno a un grupo de jóvenes identificado con pecheras de Santilli. Solo uno no quiso chocar puños. El médico lo intimó: "Dale, dale", repitió y logró saludar a su contrincante.
Piedra, papel o tijera. Manes choca con el santillismo.
Otro médico en campaña es Eduardo "Bali" Bucca. El bolivarense acaba de renunciar como jefe del interbloque Federal y como integrante del bloque Justicialista para sumarse al Frente de Todos. El miércoles caminaba por Bolívar, la ciudad de la que fue intendente, cuando fue testigo de un accidente vial. Un auto chocó a una mujer que circulaba en bicicleta y Bucca la asistió hasta que llegó la ambulancia del SAME y la trasladó al hospital. El diputado nacional que encabeza la lista de la Séptima volvía de visitar el Banco de leche materna de su municipio. “Cuando estudié medicina aprendí que no existe un alimento en el mundo que pueda igualar los beneficios nutricionales, inmunológicos y económicos de la leche materna", remarcó con un discurso de campaña muy distinto al de sus camaradas y al de sus oponentes.
En cuestiones de salud, la semana arrojó saldo negativo para el oficialismo. El ministro del interior, Eduardo "Wado" de Pedro, tuvo que aislarse por ser contacto estrecho de una persona contagiada por coronavirus. Lo mismo les pasó a cuatro de los principales postulantes del Frente de Todos en Córdoba, Carlos Caserio y Gabriela Estévez (aspirantes al Senado) y Olga Riutort y Pablo Carro (a la Cámara baja). Solo zafó Martín Gill, todavía secretario de Obras Públicas de la Nación, que no había participado de una reunión de equipos de campaña, entre quienes se detectó un caso positivo. Ambas duplas tuvieron que postergar todos los actos con autoridades nacionales, anuncios y presentaciones de obras. Ahora solo les quedan diez días para cortar cintas antes de que la ley lo prohíba. Otro aislado fue Nicolás Trotta, ministro de Educación que tuvo que encerrarse en un hotel en Río Gallegos, también notificado de que era contacto estrecho. Quedó especialmente agradecido con el personal del hotel de Santa Cruz que diariamente lavó su ropa y le llevó la comida a su habitación. Trotta había planeado una estadía de dos días con dos mudas completas y tuvo que quedarse una semana.
Pérsico y Guzmán.
Fue exitoso el debut de Martín Guzmán en territorio popular. Llegó a Ciudad Oculta de la mano de su amigo Martín Navarro, director de la Agencia de Inversiones y Comercio Exterior, que fue quien se lo presentó a Alberto Fernández en 2018 y además es hijo de Fernando "Chino" Navarro, uno de los jefes del Movimiento Evita. En la movida también estuvieron Emilio Pérsico y el subsecretario de Relaciones Institucionales de Economía, Rodrigo Ruete, ex-Anses y ex-Gestar. Tras visitar la Cooperativa Farmacoop y el Centro Barrial Mugica, hubo almuerzo en el comedor popular que ayudó a construir el ahora dirigente social Fernando "Pitu" Salvatierra, que permaneció de pie hasta que lo invitaron a sentarse. El Pitu emocionó al ministro con su historia. Los dirigentes fueron respetuosos pero realistas: hicieron un duro análisis ante Guzmán sobre las dificultades económicas, en la previa de la movilización desde San Cayetano a Plaza de Mayo. El ministro de Economía agradeció y elogió sobremanera el guiso de lentejas que le ofrecieron. Como en Ratatouille, la película de Pixar, el jefe del Palacio de Hacienda dijo que era el mejor guiso que había probado después del que le preparaba su abuela. El Chino Navarro rompió la dieta y se comió dos platos. Si no comió tres, fue porque tenía que irse a otra reunión. Quedó encantada Débora, la cocinera.