PASO 2021

Riutort, el cordobesismo que eleva el peronismo en sangre del FdT

La histórica dirigente del PJ suma territorialidad en Córdoba capital para disputar el voto justicialista con el schiarettismo. Resistencia K y un ojo en 2023.

La histórica dirigente Olga Riutort encara la campaña del Frente de Todos (FdT) cordobés en el segundo lugar de la boleta para Diputados con vistas a las primarias de este año, pero también con miras a una construcción de poder en la provincia pensando en 2023, cuando el gobernador Juan Schiaretti ya no pueda ir por otra reelección. Riutort encarna la vieja guardia del peronismo local que, junto a José Manuel de la Sota, logró situar al justicialismo en el centro de la escena política provincial, desbancando una extensa era de gobiernos radicales. La alianza que crearon se consolidó en el tiempo y hoy, más de dos décadas después, sigue gobernando la provincia, aunque sin varios de sus socios fundadores. 

 

La pulseada por la representación peronista busca cosechar votos en el trayecto hacia las legislativas, que tendrá una primera parada en las PASO del 12 de septiembre próximo, el mismo día que la veterana dirigente justicialista cumplirá 73 años. Pese a la división reinante en Juntos por el Cambio, que exhibirá cuatro opciones en el cuarto oscuro, el macrismo mantiene su predilección entre los votantes cordobeses y el segundo lugar deberá disputarse entre las dos opciones justicialistas locales: la de Hacemos por Córdoba y la del Frente de Todos.

 

“Yo creo que no es un enfrentamiento, ni siquiera es una interna: es una decisión política de Schiaretti. Para mí, equivocada”, esgrimió Riutort y postuló que “el peronismo, al igual que el radicalismo, está disperso en varios frentes, pero hay una cosa que es irrebatible: formalmente el PJ nacional es la columna vertebral del FdT, y ese es el peronismo”.

 

La actual concejala de la ciudad afirma que “hay un acuerdo tácito” entre el schiarettismo y el PRO. Sostiene que el pacto comenzó cuando el cordobesismo no apoyó la candidatura presidencial de Daniel Scioli en 2015 y se plasmó en las elecciones de 2019, cuando el gobernador cordobés definió no respaldar la fórmula Fernández-Fernández, optando por jugar electoralmente con una lista corta.

 

“El senador Carlos Caserio  dejó de ser el presidente del partido local después de más de 10 años precisamente por esa razón; porque hay que defender las ideas y las ideas que uno tiene las representa el PJ nacional”, agregó en diálogo con Letra P.

 

En ese sentido, tildó al cordobesismo de “estrategia marketinera”. Sostiene que se enmarca en un discurso de “defensa de Córdoba” como una isla separada de la Nación. “Yo también defiendo a Córdoba, pero además defiendo a la Argentina, porque si el país entero no entra en el camino del desarrollo y del progreso, Córdoba tampoco va a entrar”, opinó.

 

Su presencia en las listas del FdT, de la mano de Caserio, significa un avance del peronismo tradicional al interior de la alianza partidaria que representa al gobierno nacional.

 

Si bien su postulación fue resistida por el ala interna kirchnerista, el peso que la dirigente tiene en la Capital terminó por empujar la balanza hacia su costado con el guiño de la conducción nacional, en una apuesta para dar batalla territorial a la precandidata a senadora de Hacemos por Córdoba (HxC) Alejandra Vigo, con quien mantiene una enemistad abierta de antaño.

 

El exilio de Riutort del oficialismo local se inició años atrás, luego de su divorcio de De la Sota. Más tarde, Schiaretti profundizó el abismo al blindar cualquier acercamiento posible de la dirigente al partido de gobierno.

 

Paradójicamente, hoy Riutort enfrentará en los comicios a Natalia de la Sota y a la lista de HxC, fuerza de la que forman parte su propia hija Victoria Flores y su yerno Miguel Siciliano, ambos funcionarios municipales de peso en la gestión del intendente capitalino Martín Llaryora.

 

La militante sanjuanina ocupó diversos cargos en la gestión pública cordobesa. Fue secretaria de Gobierno provincial, representante en el Consejo de la Mujer y concejala por la Capital, banca que retiene en la actualidad desde su bloque, Fuerza de la Gente

 

Su aspiración por llegar a la intendencia de Córdoba la hizo participar de la contienda electoral desde 2007 hasta 2019, sin lograr el objetivo. En 2015 dio su giro más polémico, al bajar su candidatura para conformar una fórmula con Luis Juez, quien hasta entonces había sido uno de sus máximos detractores. El exembajador en Ecuador inclusive la denunció en 2002 de ingresar ilegalmente 50 millones de pesos en bonos provinciales (LECOR) provenientes desde Chile.

 

La dirigente habla de “patriada” cuando recuerda los comicios provinciales que llevaron al justicialismo al gobierno en 1999 luego de 16 años de administraciones radicales. Trae a colación el término para hablar del presente. “Hay que dar la pelea nuevamente, ya no por nosotros sino por las generaciones que nos siguen, porque en 2023 se va a debatir la gobernanza de esta provincia y les va a tocar a la generación de quienes tienen entre 40 y 50 años, que necesitan de un peronismo fuerte que avale y que contenga una propuesta realista. Y creo que regalarle a un adversario político toda una estructura partidaria no es lo que realmente hay que hacer”.

 

Mauricio Macri y Guillermo Dietrich, el armador en Córdoba.
Gabriel Bornoroni, Karina Milei y Martín Menem.

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