A horas de firmar el decreto para bloquear un eventual pacto entre Sergio Massa y Cristina Fernández de Kirchner, el presidente Mauricio Macri y la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, se encontrarán con precandidatos de Cambiemos con aspiraciones de gobernar municipios que actualmente conduce el peronismo, el principal espacio damnificado por la jugada que, como adelantó Letra P, pulveriza la posibilidad de listas colectoras en el distrito.
La decisión de avanzar con una reglamentación de ese estilo para frenar un acuerdo del peronismo y el kirchnerismo bajo un mismo candidato a gobernador exhibe la preocupación de la gobernación bonaerense por el devenir de las elecciones. Como señaló Letra P, en La Plata ven un escenario distinto al que imagina la Casa Rosada: con Macri retrocediendo en las encuestas, especialmente en el conurbano, podría arrastrar y complicar la reelección de Vidal, cuya candidatura goza de buena salud pero podría recibir un golpe en caso de que Unidad Ciudadana y el Frente Renovador confluyeran en una misma boleta para la gobernación.
El temor a perder la provincia de Buenos Aires activó el plan de emergencia del decreto, que Macri aceptó luego de negarle a Vidal un desdoblamiento de las elecciones bonaerenses, que en Balcarce 50 siempre fue leído como un "desmarcamiento". La medida subsana una negociación política que el Gobierno no pudo concretar en el Congreso: el plan para eliminar colectoras y dobles candidaturas quedó varado en el Senado, como la Reforma Política. El borrador del decreto pasó los filtros políticos del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Más tarde, el secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, avanzó con la normativa a velocidad luz. En cuestión de horas, el ex compañero del Newman del Presidente y celador de su firma estampó la medida reglamentaria en el Boletín Oficial.
En rigor, el Gobierno plantea que el vacío legal de las colectoras “confunde” al electorado y fragmenta al sistema político, al tiempo que genera “inequidad” entre los candidatos que compiten. Cambiemos sostiene que las colectoras afectan al proceso electoral, menguando su “calidad”. Entonces, el decreto de Macri sostiene que la eliminación de esa posibilidad logra “transparencia” del proceso electoral y el fortalecimiento de los espacios políticos.
En ese marco y con un triunfo bajo el brazo, Vidal viajará de La Plata a Olivos para encabezar un almuerzo de contención con los denominados "sin tierra". Junto a Macri, la gobernadora emulará el convite que ofició en marzo en San Miguel del Monte, donde descargó una arenga al rojo vivo. También, estará Peña y su par bonaerense, Federico Salvai. Entre los "sin tierra" figura el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, quien aspira a gobernar el partido de La Matanza, pero no estará en Olivos; la senadora nacional y aspirante a la intendencia de Avellaneda Gladys González; el ministro de Desarrollo Social bonaerense y candidato en San Martín, Santiago López Medrano, y el subsecretario de Gestión Municipal de la Nación, Lucas Delfino, quien trabaja para ser intendente de Hurlingham, entre otros.
El sábado pasado, los "sin Tierra" tuvieron un mano con el ex ministro de Trabajo, Jorge Triaca, que blanqueó que vuelve al armado PRO, como adelantó Letra P en 2018.
Los números bonaerenses, especialmente los del conurbano, preocupan a un sector del Gobierno. Las quejas se escuchan más fuerte a medida que el PRO camina los municipios, golpeados por la situación económica. Es el escenario que escucharon el fin de semana Triaca y el jefe de asesores del Presidente, José Torello. Como contó Letra P, agasajaron a candidatos PRO en San Isidro y tuvieron que repartir discursos de arenga y motivación ante una tropa contagiada de escepticismo.