Gladys González integra la tropa de candidatos no territoriales de Cambiemos. Oriunda de Bolívar, en 2015, en medio de una fuerte resistencia de los socios del frente electoral, se probó como la postulante a la intendencia de Avellaneda. Con ese antecedente y con los guarismos de las últimas elecciones, la carrera 2019 la tiene nuevamente como protagonista, aunque con las diferencias internas licuadas.
“Ferraresi va a jugar por la renovación del mandato”, anticiparon a Letra P fuentes cercanas al intendente de Avellaneda, marcando la cancha de lo que será el armado kirchnerista en la próxima batalla electoral.
Con el oficialismo local en carrera, en las filas de Cambiemos ya cocinan las estrategias políticas para opacar las aspiraciones del jefe comunal ultra K, que, para repetir la hazaña de 2011 y 2015, potenció los encuentros con los vecinos en el marco del programa “Gobierno Participativo”, iniciativa que propone reuniones en las que se planifican discusiones abiertas con los avellanedenses, quienes exponen las problemáticas y urgencias que los preocupan.
Ferraresi integra la tropa de intendentes peronistas leales a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y conduce uno de los distritos donde Unidad Ciudadana triunfó en todos los niveles, pese a que su victoria no fue tan holgada como se esperaba. Estimado por la senadora nacional, CFK eligió su territorio como base del armado electoral. Un año y medio después de haber dejado la Presidencia de la Nación, volvió a hablar a la multitud desde un escenario en el estadio de Arsenal. Avellaneda, además, fue el punto de partida para retomar la campaña tras las PASO y donde se montó el bunker principal del espacio durante los comicios.
Al frente del municipio desde 2009 -cuando tuvo que reemplazar en el sillón municipal a Baldomero "Cacho" Alvarez de Olivera, quien fue convocado por el entonces gobernador Daniel Scioli como titular del Ministerio de Desarrollo Social bonaerense-, se anotó para permanecer en ese cargo en 2011 y lo logró con el 56.11% de los votos. Cuatro años más tarde obtuvo la reelección con el 47,15% y ahora busca revalidar su mandato enfrentándose a la figurita más fuerte que tiene Cambiemos en el distrito.
Con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, como armador, y con la firma y sello de Vidal, en el macrismo volverán a apostar a la senadora nacional Gladys González, esposa del presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Manuel Mosca. No será la primera ronda electoral distrital a la que se enfrente la legisladora. Ya en 2015 se midió ante el electorado de Avellaneda y fue derrotada por Ferraresi, que la superó en más de 15 puntos.
Sin embargo, el escenario para la batalla del próximo año es más alentador. No sólo los números mejoraron, sino que se anestesiaron las diferencias internas y las eventuales resistencias del resto de los socios que integran Cambiemos.
ENSAYOS DE CAMBIEMOS. González llegó a la postulación de 2015 tras recorrer distintas áreas comandadas por el macrismo. Fue asesora en las comisiones de Salud y Descentralización en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires durante el período 2003-2005, directora del Banco Ciudad entre 2005 y 2007 y, además, durante la gestión del ahora presidente Mauricio Macri como jefe del Gobierno porteño, fue subsecretaria de Atención Ciudadana.
Los resultados de los últimos comicios posicionaron a Avellaneda como uno de los posibles distritos donde Cambiemos podría izar las banderas amarillas en el palacio municipal.
La decisión de Vidal de ponerse al hombro la campaña electoral del 2017 fortaleció la propuesta de Cambiemos, logrando el acompañamiento del electorado en todos los niveles. El crecimiento en caudal de votos posibilitó no sólo el triunfo oficialista en la provincia de Buenos Aires, sino achicar la brecha entre Cambiemos y Unidad Ciudadana en territorios donde el triunfo fue para el peronismo.
Ese esquema se presentó en Avellaneda, donde la diferencia de más de 30 mil votos en el tramo local en 2015 se redujo a poco más de 9 mil en 2017, posición que entusiasma al macrismo en su carrera hacia 2019.
En su primera incursión electoral, Gladys Gonzalez paseó su candidatura rodeada de denuncias e internas que ahora parecen haberse licuado. En el aquel momento, la agrupación Unidos por Avellaneda, aliada del PRO, le reclamaba que “aclare las denuncias en su contra” sobre el presunto pago de sobornos a la revista Veintitrés. Estos cuestionamientos se sumaron a los que ya habían alzado previamente concejales radicales que pedían la impugnación de su candidatura, alegando que la diputada no vivía en Avellaneda, sino en Capital Federal.
La guerra contra González se potenció tras las elecciones de 2015 con las denuncias de uno de los artífices del PRO en Avellaneda, el concejal Daniel García, quien recogió la polémica en torno al domicilio de la ex interventora del SOMU y, además, la acusó de pedir un porcentaje de los sueldos de futuros funcionarios en cargos provinciales para una fundación relacionada con su fuerza política. Finalmente, tras una tensa relación y a la luz de las importantes diferencias dentro del armado Cambiemos, García se fue del PRO y actualmente, según consigna el portal El Termómetro, trabaja en el armado de Compromiso Federal, el espacio que conduce el puntano Alberto Rodríguez Saa.
Los números de las últimas elecciones repercutieron directamente en la conformación del Concejo Deliberante. El oficialismo sostuvo su liderazgo y ahora tiene la mayoría con trece bancas; Cambiemos cuenta con ocho y el massismo, fragmentado, dos escaños. Además está el monobloque de García.
GONZÁLEZ Y EL ESCENARIO ACTUAL. El último fin de semana, en el marco del timbreo de Cambiemos, González estuvo de recorrida por Wilde junto a Marcos Peña. El arribo a Avellaneda del jefe Gabinete de la nación se suma a los acompañamientos semanas atrás de su par de bancada, Esteban Bullrich, y del ministro de Educación Bonaerense, Gabriel Sánchez Zinny; entre otros representantes del frente oficialista que ya trabajan para posicionar territorialmente a la senadora nacional.
En las filas macristas del orden local, si bien respaldan esta postulación, son más cautos y prefieren hablar de gestión y no de campaña a la hora de referir a las visitas de la legisladora y de funcionarios provinciales y nacionales. “Estamos manteniendo reuniones semanales con los vecinos. Nos encontramos con responsables de pymes, comerciantes y Gladys camina junto a nosotros”, señaló a Letra P el concejal Diego Malito, quien destacó que “siempre lo importantes es estar cerca de los vecinos, de sus preocupaciones”
En la misma línea se expresó su par de bancada, el ex camporista y ex titular de Anses Avellaneda Maximiliano Galluci, quien, si bien remarcó que "para hablar de postulaciones es muy temprano” y posicionó a Gladys González como “posible candidata de Cambiemos”, sostuvo que la senadora nacional “es la referente más importante de Cambiemos en el distrito”.
En el macrismo señalan que la posible aspiración del concejal Sebastián Vinagre de anotarse como candidato a intendente en 2019, tras haber encabezado la lista de concejales en 2017, quedó desdibujada ante el apoyo a González de todo el aparato de Cambiemos.
Tampoco entre la tropa radical hay reparos a su candidatura. Si bien anticipan que “es muy pronto para hablar de las elecciones”, se alejaron de la postura hostil que adoptaron en 2015 cuando estuvieron al frente de las denuncias contra González.
“Eso forma parte del pasado”, señaló a Letra P el ex concejal de la UCR Rodrigo Galetovich al ser consultado sobre aquellas diferencias. “Ahora es muy pronto, estamos trabajando fuertemente para consolidar el frente Cambiemos y para que quede mejor posicionado para 2019. Es muy pronto para aventurarnos a una candidatura”, señaló.
En 2015, Galetovich integró el grupo de candidatos radicales cuyas listas fueron dadas de bajas por la junta partidaria. “Fue lo mejor para no generar internas, para no perjudicar al frente”, señaló y, si bien anticipó que trabajan para que “no suceda lo mismo en 2019”, sostuvo que el acompañamiento a una eventual candidatura de González dependerá de lo “decida el partido”.
El armado de Cambiemos a nivel local también lo integra el ex intendente Álvarez de Olivera, la pata peronista. Si bien en otro momento se mencionaba la posibilidad de que tuviese un rol electoral protagónico, lo cierto es que el ex legislador sciolista acompañaría la candidatura de González y, llegado el momento, sugeriría algún nombre para integrar la lista de concejales.
Sin adversarios internos fuertes que pudieran disputarle un lugar en la lista, el panorama es alentador para Gonzalez. El inconveniente importante sigue siendo su falta de territorialidad en el distrito y el poco nivel de conocimiento entre los avellanedenses, dato que, sin embargo, es desestimado en el armado de Cambiemos a la luz de los resultados electorales alcanzados por candidatos distritales pocos conocidos en las elecciones 2015.