LIBERTARIOS VS. FEDERALES

Los gobernadores bajan un cambio para no quedar en offside tras el salvataje de Donald Trump a Javier Milei

Siguen preocupados por el impacto de la crisis en las arcas provinciales, pero no quieren acelerar la debacle del Gobierno. Movidas selectivas en el Congreso.

Los gobernadores que comparten distintos entramados opositores al gobierno de Javier Milei coinciden en que llegó el momento de poner la pelota bajo la suela y analizar el próximo movimiento. Aceptan una especie de tregua en la que no apurarán la crisis libertaria que amainó el salvataje de Donald Trump, pero tampoco cederán en la defensa de los intereses provinciales.

La proximidad de las elecciones legislativas de octubre, para las que faltan menos de un mes, modifica el escenario de las últimas semanas. Los jefes territoriales atienden sus campañas electorales a la espera que el mensaje de las urnas dispare nuevas acciones y posicionamientos, que nadie quiere apresurar ahora para no quedar en posición adelantada.

Por esa razón, decidieron enfriar el partido que parecía recalentarse en el Congreso y liberar a sus representantes de la obligación de sentarse a debatir el apartamiento de Guillermo Francos. Tampoco apuran el debate para tumbar el veto a la ley que regula los ATN ni mucho menos se imaginan derogando el DNU 70/2023, el corazón de la gestión libertaria, como en algún momento idearon los sectores opositores más duros.

Su plan es otro y está bien lejos de querer asestarle el Gobierno un golpe del que no pueda recuperarse.

En Bariloche hubo una presencia muy policromática. Al anfitrión rionegrino Alberto Weretilneck se sumaron el peronista opositor pampeano Sergio Ziliotto; el radical jujeño Carlos Sadir, que integra Provincias Unidas; y los netamente provincialistas como el misionero Hugo Passalacqua, el salteño Gustavo Sáenz y el sanjuanino Marcelo Orrego. También asistió la vicegobernadora de La Rioja, la dirigente peronista Teresita Madera.

No se trató de una pretendida construcción conjunta al modo de Provincias Unidas, pero sí un espacio donde el cruce de miradas reafirmó sensaciones. También territorios que consideran clave el rol del Consejo Federal de Inversiones (CFI).

Gobernadores-Bariloche
Los gobernadores reunidos la semana pasada en Bariloche.

Los gobernadores reunidos la semana pasada en Bariloche.

No muy diferentes son las reflexiones y cruces de información en los diversos grupos de WhatsApp que tienen los gobernadores. Hay uno que abarca a las 24 jurisdicciones, pero hay otros que se gestan según alineamientos diversos, a veces regionales, a veces coyunturales, y varios mano a mano que se sostienen en históricas relaciones personales entre los jefes que, por lo general, pertenecen a un mismo partido o a una misma zona geográfica.

Mucho más allá de la puja por el poder político, lo que se impone como realidad es la dificultad de atender las demandas del día a día en los territorios. La escasez presupuestaria, la caída de la coparticipación y el desplome de la recaudación marcan las horas. La perspectiva es la de un fin de año "durísimo", con la economía planchada. Por eso mismo, y pese a que florecen distintos tonos y estilos opositores, nadie niega un posible encuentro con la Casa Rosada.

El problema es que, en medio de la crisis, aparece la campaña electoral. Los candidatos de Milei, y el propio Presidente, empujaron acciones locales enfrentando a los gobernadores y hoy coinciden en que los números y la gestualidad política del poder esbozan “una situación terminal”.

Según pudo saber Letra P, también reina la idea de que los manejos con el dólar y el respaldo discursivo de la administración de Donald Trump le permitirán a la gestión libertaria llegar con relativa calma a las elecciones del 26 de octubre. Con todo, en las sobremesas, cuando no hay micrófonos cerca, los jefes territoriales desnudan su pensamiento como si fueran una persona cualquiera. “Tarde o temprano, revienta todo”, es la idea recurrente.

La pelota bajo la suela

Ningún gobernador quiere que eso suceda. Por eso entienden que es tiempo de intentar recuperar el juego colectivo para bajar los decibeles y retomar el diálogo. Por esa razón se explica que, después de la andanada de derrotas legislativas experimentada por la escuadra libertaria, y con la que los gobernadores se probaron la pilcha de nuevos capos y lograron demostrar su capacidad de provocar remezones en los mercados, los jefes territoriales hayan decidido ingresar en una zona de reflexión.

Interpretan que, tras las victorias obtenidas últimamente en distintos terrenos, un poco de conservadurismo no viene mal. Creen de modo unánime que cambió el clima. Leen encuestas, que antes no aparecían, que anuncian probables victorias de los oficialismos provinciales en casi todas las regiones. Saben que la discusión por la creación de una alternativa al modelo libertario será una campaña de largo aliento. Primero tienen que gobernar sus provincias y, en la Argentina actual, eso significa proteger a sus territorios de la crisis que identifican a nivel nacional.

gobernadores en Llao Llao cumbre CFI
Los jefes territoriales entienden que un poco de conservadurismo no viene mal, por lo menos hasta que hablen las urnas.

Los jefes territoriales entienden que un poco de conservadurismo no viene mal, por lo menos hasta que hablen las urnas.

En ese contexto, prima la idea de poner un poco la pelota bajo la suela hasta que haya un panorama completo y más definitivo con el voto popular del 26 de octubre. De paso, ponen más cuerpo y energías en la campaña, como harán en las próximas semanas quienes integran Provincias Unidas.

En el Congreso, los representantes de los gobernadores ya avisan que no serán partícipes de una avanzada opositora sobre la gestión, aunque tampoco cederán en la defensa de los intereses provinciales ni observarán complacientes cómo se siguen vaciando las arcas provinciales. Por allí se explica el rechazo sistemático a los vetos que, en otro momento del gobierno, Milei imaginaba como una herramienta central para su gestión.

Gobernadores que se miran de reojo

Esa nueva onda, que no es tan sistemática como para ser bautizada como estrategia, también es el fruto de algunas debilidades que sacuden al espacio de los mandatarios provinciales. No sólo porque cada provincia hace su propio juego con el manejo de los tiempos. También porque, a pesar de la campaña, la Casa Rosada pone a jugar a sus representantes más conversadores con el fin de acercar posiciones con algunos jefes territoriales. Como fue avisado oportunamente, no con todos.

weretilneck sadir
Carlos Sadir, gobernador de Jujuy, junto a Alberto Weretilneck, de Río Negro. En el norte y en el sur, reina la misma realidad:

Carlos Sadir, gobernador de Jujuy, junto a Alberto Weretilneck, de Río Negro. En el norte y en el sur, reina la misma realidad: "no hay un mango".

Por esa razón, el orejeo de los gobernadores incluye una relojeada entre sí mismos. La desconfianza es parte de la política y en un clima enrarecido, con alineamientos volátiles, a nadie le resulta fácil un vínculo con las suficientes certezas sobre el accionar futuro.

Aunque el ministro del Interior, Lisandro Catalán, repite que no hay plata para nadie, la recepción de algunos ATN por parte de provincias aliadas o que fueron cercanas al Gobierno agita susceptibilidades. Uno de los gobernadores que desde el primer día se paró en la vereda de la resistencia señala que hay otros jefes territoriales que, pese al nuevo clima y a los posicionamientos públicos, siguen estando cerca de la Casa Rosada.

Cada tanto ese ánimo se alimenta con versiones de designaciones de delfines de algún gobernador en organismos nacionales. La última semana, el nombramiento como directora titular de YPF de Andrea Confini, secretaria de Energía en Río Negro y candidata al Senado del oficialismo provincial, hizo que todos miraran a Alberto Weretilneck. El repentino salto de Claudio Vidal para salvar al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, también había alimentado los malos pensamientos la semana pasada.

Lisandro Catalán y Raúl jalil.
Gobernadores en el panel “El Rol de las garantías en el desarrollo de las economías regionales”.

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