Scott Bessent, el virrey: radiografía del lobo de Wall Street que intervino la Argentina en nombre de Trump
De una licenciatura de artes en Yale a Soros. Fortuna de más de u$s 500 millones. Antiperonismo, donaciones a organizaciones LGBT+ y nexos con Caputo y Daza.
La vida de Scott Bessent es una montaña rusa. De una licenciatura en artes en Yale a gestionar fondos al lado de George Soros. De juntar fondos para las campañas de Barack Obama y de Hillary Clinton, a convertirse en el secretario del Tesoro de Donald Trump. De especular contra la libra esterlina a defender al peso argentino.
Registrate para continuar leyendo y disfrutando de más contenidos de LETRA P.
Nacido en Carolina del Sur, su biografía dice que es el segundo ministro abiertamente gay de la historia de Estados Unidos. Casado y con dos hijos, se desconoce si escuchó el último discurso de Milei en Davos.
Hizo una fortuna de más de u$s 500 millones como gestor de fondos, antes de incorporarse a la función pública. Esto le permitió millonarias donaciones a organizaciones LGBT+, como la Fundación Elton John, y a campañas políticas del Partido Demócrata. Pero en 2016 viró hacia el trumpismo y fue uno de los recaudadores de fondos principales para el segundo mandato del actual presidente.
En 1991, Bessent se incorporó a Soros Fund Management. Un año más tarde, instalado en Londres, siguió desde cerca el célebre "miércoles negro", el episodio que hizo famoso al empresario húngaro por haber apostado contra la libra esterlina y haber embolsado u$s 1000 millones. Como gestor de inversiones macro, estuvo cerca de Soros y de su lugarteniente de aquel entonces, Stanley Druckenmiller. De aquellos tiempos retuvo, también, una amistad con el hoy rey Carlos III.
"Los fondos de inversión que atacaron los activos argentinos en los últimos meses indudablemente soportaron fuertes pérdidas ayer", le respondió a la senadora demócrata Elisabeth Warren el martes, cuando la congresista le criticó usar recursos para sostener a Milei. Nunca especificó qué fondos atacaron al país.
Bessent se abrió de Soros -luego volvería en un alto rol- para crear su propia firma de inversiones. En Wall Street conoció a varios argentinos y latinoamericanos. Nueva York es la gran manzana, pero también un pañuelo.
José Luis Daza, secretario de Política Económica de Caputo, gestionó fondos de Bessent. Su esposa, Tania, trabajó para el actual secretario del Tesoro.
Daza, el financista David Sekiguchi y Demian Reidel formaron, en 2005, el fondo de inversión QFR. Reidel salió a tiempo por una cifra millonaria. Daza y Sekiguchi siguieron administrando activos en mercados emergentes, aunque sufrieron pérdidas y retiros.
Estos vínculos aceleraron el desembarco de Bessent en el país. En abril, visitó Buenos Aires, en viaje relámpago, justo antes de la firma del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por aquel entonces, ganaba ascendencia dentro del gobierno de Trump. Se lo percibía como el ala liberal del gobierno, en contraposición con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, autor intelectual de los aranceles masivos a las importaciones. Bessent apoyó las tarifas, pero con un perfil más negociador.
Bessent lo llenó de elogios a Milei esta semana, tanto en redes sociales como en una entrevista con Fox News y al oficiar de presentador en el Global Citizen Award, el premio que el Atlantic Council entregó al Presidente. "Esta noche reconocemos al presidente Javier Milei por sus incansables esfuerzos para que Argentina vuelva a ser grande", lo endulzó.
"El mundo está empezando a ver a Argentina con nuevos ojos", añadió. El mercado, hasta su intervención decidida, no veía lo mismo.
Milei bessent.jpg
Scott Bessent y Javier Milei, en la Casa Rosada.
Presidencia
Ya en abril, Bessent trajo promesas y condiciones. Las promesas, el fuerte apoyo de Estados Unidos para que el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presten plata -algo que se ratificó esta semana- y el posible acceso al Fondo de Estabilización Cambiaria que el Tesoro maneja a discreción y cuenta con unos u$s 20.000 millones cash.
Es China
La condición: alejarse de China y, principalmente, cancelar el swap entre bancos centrales. Quizás sea este el objetivo del intercambio de monedas por u$s 20.000 millones que anunció este miércoles, como parte del paquete de la "nueva era" que festejó Caputo.
¿Habrá coletazos en los proyectos de inversión que empresas chinas quieren ingresar al RIGI o en el avance, lento, de las inversiones de ese país? Como dijo Milei, China no pedía nada a cambio, pero Estados Unidos sí.
La nueva era que celebró el intervenido Toto Caputo
Esa nueva era parece la era del virrey. La política monetaria y cambiaria tuvo varios volantazos desde el anuncio del rescate. El adelanto de exportaciones de las grandes cerealeras a cambio de retenciones cero provocó una avalancha de dólares en el mercado.
Caputo, lejos de dejar que bajara al piso de la banda de flotación, se vistió de campeón y salió a comprar. El Tesoro habría juntado más de u$s 2000 millones en pocos días, según fuentes del mercado, con un dólar estabilizado en torno a los $1350.
Milei Bessent
El secretario del Tesoro Scott Bessent, garante del nuevo plan económico, y Javier Milei.
El Banco Central, además, cortó un rulo para evitar que los dólares que las personas pueden comprar de forma ilimitada en los bancos abastezcan la salida de capitales vía contado con liqui. Esto aceleró la corrida, la semana pasada. El costo: el descontento de las sociedades de Bolsa -grandes beneficiarias del negocio- y el regreso de la brecha cambiaria.
Sojeros contra Javier Milei en Estados Unidos
Las retenciones cero, en tanto, quedaron enterradas hasta nuevo aviso. Bessent debió enfrentar el descontento de los sojeros estadounidenses, que reclaman una negociación con China para poder venderle a ese país y vieron con desagrado cómo Estados Unidos validó la ventana rápida que abrió Argentina, que deprimió precios y aprovechó el país asiático.
No es la única presión interna que debe enfrentar el virrey. "El salvavidas de u$s 20.000 millones del gobierno de Trump para Argentina se apoya en un fondo del Tesoro que se ha utilizado con éxito para rescatar a aliados en problemas en el pasado, pero aún podría conllevar riesgos para los contribuyentes estadounidenses", advirtió Bloomberg.
"Cualquiera sea el tipo de préstamos que Estados Unidos termine otorgando, si es que otorga alguno, está claro que Argentina es un prestatario de alto riesgo", añadió.
El sitio Politico, cuna de la rosca del DC, afirmó que el desembolso con "dinero de los contribuyentes", de ocurrir, le traerá problemas a Trump tanto con los opositores demócratas como dentro del Partido Republicano.
La magnitud del rescate, por ahora, es una incógnita. Bessent condicionó eventuales inversiones de empresas estadounidenses y la garantía de los pagos de capital de la deuda que vence en 2026 al resultado electoral. Por ahora, sus promesas y el cambio de política económica fueron suficientes para calmar los ánimos del mercado.