Una buena para Javier Milei: los gobernadores hicieron un guiño para que pueda gobernar por decreto
La mayoría de los mandatarios ayudó al tercio para no apurar el debate. Es la cifra mágica que necesita para blindar un veto. Llaryora y Valdés, los rebeldes.
En la sesión de Diputados del miércoles, Javier Milei no logró sostener los vetos a la ley de financiamiento universitario y a la emergencia en pediatría, pero tuvo un motivo para festejar: la mayoría de los gobernadores no apoyó una moción para apurar el tratamiento del proyecto que propone limitar el uso de los decretos presidenciales.
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Fue la negociación más intensa que llevó a cabo Martín Menem, quien delegó en el flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, las gestiones con los gobernadores por los vetos. La otra victoria que se anotó el oficialismo, como contó Letra P, fue levantar la sesión -aliado a la UCR y partidos provinciales- y evitar que se trataran los decretos desreguladores firmados por Federico Sturzenegger.
Detener el proyecto para limitar los decretos es, por lejos, la mayor obsesión del oficialismo en lo que queda del año, igual o más que aprobar el Presupuesto 2026. La iniciativa se aprobó en el Senado y de prosperar, ataría de pies y manos a Milei.
Consiste en darle un plazo de duración de 90 días a las tres modalidades de decretos que firma un Presidente: de necesidad y urgencia (DNU), delegados o de vetos parciales. En ese tiempo, deberían ser aprobados por las dos cámaras para garantizar su vigencia. De lo contrario, se caerían.
Con la legislación actual, los decretos presidenciales rigen desde su publicación y sólo se anulan si se rechazan en ambos recintos. Como no hay tiempos para el tratamiento, los gobiernos de turno suelen jugar con aliados tácitos para ignorar el Congreso. La iniciativa que está en tratamiento anularía esa posibilidad.
Los gobernadores aliados
El proyecto para restringir los decretos presidenciales se aprobó en el Senado con más de dos tercios, que es el número necesario para rechazar un eventual veto presidencial. Menem, de mínima, tiene que evitar que esa cantidad de votos se junte en Diputados en su contra y este miércoles lo logró: cuando la oposición pidió tratar el expediente sin dictamen, necesitaba mayoría especial y no la consiguió.
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Javier Milei junto a gobernadores en Tucumán.
La votación terminó 142 a favor con 88 en contra y 26 ausentes. Hubo dos negativos más que lo necesario para alcanzar un tercio del recinto y blindar un eventual veto. A mano alzada se acordó el emplazamiento a comisiones de Asuntos Constitucionales y Peticiones, Poderes y Reglamentos. El tratamiento tendrá dos reuniones: una informativa el martes 23 y otra para dictaminar, siete días después.
El consenso para avanzar con la sanción (se necesitan sólo 129 votos), es motorizado por los bloques Unión por la Patria, Encuentro Federal, la Coalición Cívica, la izquierda y Democracia Para Siempre (UCR crítica). Aunque en este último caso hubo fisuras: el gobernador Maximiliano Pullaro (Santa Fe), miembro de la liga Provincias Unidas, envió a la diputada Melina Giorgi a votar en contra, al igual que la mayor parte de la bancada del radicalismo que conduce Rodrigo De Loredo.
Hubo otros dos gobernadores de PU que ayudaron en este tema a Milei: Ignacio Torres (Chubut) aportó el voto de Ana Clara Romero; y Claudio Vidal (Santa Cruz) el de José Garrido y Carlos Paredes. Los mandatarios Martín Llaryora (Córdoba) y Gustavo Valdés (Corrientes) sí se aliaron a la oposición dura junto a sus colegas del peronismo.
Más ayuda de las provincias
Menem y Catalán también lograron colaboración de gobernadores aliados como Alfredo Cornejo (Mendoza), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Leandro Zdero (Chaco), quienes comparten alianza electoral con LLA y aportaron negativos o ausencias para que el límite a los DNU no se trate este miércoles. Además, hubo colaboración de mandatarios que un rato antes habían ayudado a eliminar los vetos.
Es el caso del misionero Hugo Passalaqua, quien en realidad responde a órdenes de Carlos Rovira. Los cuatro representantes de Misiones votaron en contra de tratar la ley de DNU, al igual que referentes de Salta y Río Negro. Las tres provincias comparten el bloque Innovación Federal y su maniobra fue clara: decididos a avanzar contra los vetos, compensaron a Milei con una ayuda para sostener los DNU.
Las dos diputadas que responden al gobernador de San Juan (Marcelo Orrego), se aliaron a LLA para sostener el cepo a los decretos. Otro dato que llamó la atención fue la ausencia del trío que responde al gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, quien fue aliado el año pasado y en los últimos meses se distanció.
"Si había una ficha que jugar con las provincias, iba a ser ésta. Es igual de importante que el acuerdo con el FMI", explican en LLA. Los 88 votos en contra se alcanzaron con ayuda del PRO, que volvió a mostrar una deserción: tuvo seis bancas vacías, entre ellas las de Silvia Lospennato y María Eugenia Vidal. Aún así, el número de rechazos fue el que necesita el oficialismo ante un veto presidencial. Intentará sostenerlo. Como sea.