José Luis Espert, diputado antileyes de La Libertad Avanza.
José Luis Espert es un caso de estudio. El economista es un diputado -una persona designada para sancionar leyes- que se postula para seguir siendo diputado -para seguir sancionando leyes- haciendo apología flagrante y explícita de la violación de las leyes.
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Ni siquiera se trata de la posibilidad de que el ahora líder de la lista bonaerense de Javier Milei para la cámara baja nacional tenga confictos directos con la ley. Por ejemplo, que haya pagado su campaña presidencial de 2019 con plata narco, concretamente, de un fideicomiso gestionado por Federico Machado, un personaje que está detenido en Viedma acusado de tráfico de drogas, lavado de dinero y fraude -el tal Fred invitó muy gentilmente a Espert a pasear en su avión privado y le habría girado 200 mil dólares, dos cosas que a la gente le pasan todo el tiempo-.
La paradoja de José Luis Espert, el diputado antileyes
El diputado ya venía convocando a violar las leyes que rigen el Estado de Derecho con la agitación de la Doctrina Cárcel o Bala.
En febrero de este año, Espert alentó a las fuerzas de seguridad o a quien fuere, porque no especificó a quiénes se lo pedía, a "llenar de agujeros a balazos" a quienes cometen delitos y, además, "colgarlos en la plaza" para disuadir a potenciales delincuentes, el argumento que justificaba las ejecuciones públicas, una ceremonia casi extinguida en el planeta, donde brilla como excepción el régimen talibán que gobierna Afganistán.
.@Kicillofok tiene que pedir la intervención de PBA o renunciar, ya demostró ser un inútil. No puede haber un toque de queda en las noches por culpa de los delincuentes, hay que llenarlos de agujeros y colgar a algunos como ejemplo, no joden más. pic.twitter.com/uF5JpXZvjy
Acaso habiendo considerado que había pecado de tibio aquella vez, el diputado aprovechó la conmoción que causó el triple femicidio de Florencio Varela para escalar su doctrina de la mano durísima y, sin miedo al riesgo que conlleva la práctica del escupitajo vertical, lanzar una versión extreme: para narcos, "Bala o bala".
"A los narcos quisiera arrasarlos de la faz de la Tierra, directamente. Ni Justicia al narco. Ahí es bala o bala, no cárcel o bala", advirtió y, por si a alquien no le había quedado claro el concepto, abundó: "El narco no merece derechos porque está dispuesto a matar a criaturas, mujeres... No tienen códigos. Si bien la muerte siempre es mala, hay que ir y liquidarlos directamente". Corta, la bocha.
Como observó Marcelo Falak en Letra P, el diputado, que lleva casi cuatro años designado para sancionar leyes y se postula para mantener esa condición hasta 2029, no aclaró " cómo distinguiría culpables de inocentes antes de la aplicación de la pena de muerte prejudicial".
Embed - JAVIER MILEI: “AMO SER EL TOPO QUE DESTRUYE AL ESTADO”
¿Es razonable elegir para desempeñar la función de sancionar leyes a una persona que, resulta evidente, no considera que el cumplimento de esos instrumentos sea importate?
A primera vista no, pero conviene no andar con prejuicios en la Argentina de Milei, el país en el que el jefe del Estado se convirtió en tal cosa después de avisar, con cristalina nitidez, que su objetivo era destruir el Estado.