Guillermo De Rivas proyecta su candidatura a intendente de Río Cuarto desde una certeza: cuenta ya con el apoyo de los principales sectores del peronismo. En las últimas horas, el elegido de Juan Manuel Llamosas acumuló inequívocas señales, brindadas por emisarios del gobernador Martín Llaryora y Juan Schiaretti.
Tales confirmaciones no sólo lo rubrican como el estandarte de la escudería del Partido Cordobés en la capital alterna. También reducen la oferta de refugios para dirigentes que aún no se hayan plegado al proyecto del llamosismo.
En particular Adriana Nazario, quien sigue desoyendo convocatorias al diálogo de distintas figuras. Todas ellas vociferan la necesidad de unidad para garantizar la continuidad del PJ en el gobierno de la ciudad, tras ocho años ininterrumpidos.
Tales exhortaciones incluyen advertencias sobre responsabilidades que pueden corresponder en caso de una defección. También interpelaciones sobre dogmas innegociables para un partido verticalista, como la primacía de las decisiones tomadas por quienes conducen.
En simultáneo, señalan la caducidad de la carta que juega insistentemente la contadora. Según sondeos que alternan entre la intendencia y la gobernación, De Rivas ya mide tanto o más que Nazario. Y la campaña, que recién empieza, encuentra a ambos con una evidente asimetría de recursos.
Embajadores de Martín Llaryora
De Rivas espera un pronunciamiento oficial de Llaryora. Pero no desconoce el juego de ambigüedades a que apela el gobernador. Especialmente ante una encrucijada como la que enfrentará en junio, primera elección como mandatario provincial, en un punto clave del mapa político.
Por eso, el secretario de Gobierno toma con especial interés los avales presentados por el legislador Miguel Siciliano el lunes. En su paso por Río Cuarto, el líder del bloque de Hacemos Unidos por Córdoba en la Unicameral fue claro en su respaldo a quien “garantiza la continuidad de una gestión reconocida por los vecinos”.
El gobernador Llaryora en Río Cuarto..jpeg
Guillermo de Rivas espera el aval oficial del gobernador Martín Llaryora. No obstante, ya se muestran juntos en actos oficiales.
Aunque Siciliano remarque que habla por sí mismo, nadie desconoce su rol en un proyecto que incluye a Llamosas como nombre propio. “Nosotros apoyamos al nombre que elige el intendente, que es quien gobierna hace 8 años”, resumen en su entorno.
Más claras resultaron las críticas a “los proyectos personalistas e individuales” desparramadas en medios locales. Aún matizadas, reflejan la necesidad de retener la intendencia ante una oposición que paladea la división del peronismo.
El anverso de la crítica presenta una estadística que circula en corrillos oficiales: De Rivas, que arrancó su trayecto 15 puntos debajo, habría alcanzado a Nazario en las mediciones.
La unidad que pide Juan Schiaretti
Tales proyecciones resultaron decisivas también para el acompañamiento del schiarettismo al candidato oficialista. Voceros del espacio reconocen que la “Gringa” ya no asegura un caudal de votos superior al del abogado y profesor de la Universidad Nacional de Río Cuarto, condición necesaria para cualquier apuntalamiento.
La opción por el mejor candidato es presentada bajo discursos que refrendan la inconveniencia de acudir divididos a la contienda de junio. “Hasta último momento vamos a plantear la necesidad de unidad. Si el candidato que más mide es Guillermo, eso es decisivo”, dicen fuentes confiables a Letra P.
Las mismas voces aprovechan para ampliar la mirada sobre De Rivas, a quien sugieren despegar del oficialismo. “No suma ser oficialista en contextos tan complicados para la gente, quizás hasta sea inconveniente”, explican.
Las palabras enraízan en la interna del PJ. Desde el entorno del exgobernador apresuran también la jubilación política de Llamosas, a quien siguen adjudicando falencias en el armado político del departamento. En particular, la carencia de un liderazgo regional, acorde a la importancia de Río Cuarto en la zona sur.
Amén de ello, el acompañamiento del schiarettismo es interpretado también como rúbrica del apoyo que ya llega desde El Panal para De Rivas.
La cosecha de Adriana Nazario
En el entorno de la exdiputada asumen paulatinamente la imposibilidad de sumar pines de las casas oficiales del PJ. Incluso la de aquellos que han estado enfrentados al llamosismo, como los armadores de Juan Schiaretti, De poco parece haber servido el respaldo brindado por la exdiputada al líder cordobesista en su fallida aventura presidencial.
No obstante, aguardan el desenlace de las negociaciones con otros dirigentes justicialistas, a quienes, afirman, sólo les ofrecen sumarse a lugares poco relevantes en un proyecto ya armado.
De igual manera, sostienen que Nazario sigue siendo la candidata más conocida y con mayor intención de voto, condiciones que les permiten abrir puertas por fuera del redil peronista.
Al apoyo expresado por libertarios disidentes, en plena implosión del espacio, añaden acuerdos aún no oficializados con dirigentes radicales y referentes de fuerzas locales y/o regionales.
Aún así, no desconocen que en eso mismo estanque hay ya varias líneas esperando pique. Incluidas las del propio De Rivas.