En su segunda aparición pública como gobernador de Córdoba, mientras se produce un reacomodamiento de piezas en el tablero político provincial, Martín Llaryora realizó una serie de proclamas para la ciudad de Río Cuarto, sede del acto final de la asunción del gobernador, que en la noche del lunes terminó de tomar juramento al lote de integrantes de su gabinete que le fataba. Tales anuncios, que incluyen obras públicas largamente esperadas, sonaron como renovados avales para el intendente de la capital alterna, Juan Manuel Llamosas, quien busca reubicarse en el proyecto de partido cordobés que ha comenzado oficialmente el domingo pasado.
Las propuestas de Llaryora llegan también en pleno precalentamiento para las elecciones para renovación de autoridades en la ciudad del sur cordobés, en las que el peronismo buscará retener el poder. A falta de medio año para el cambio de mando, el oficialismo no tiene candidato oficial aún. Hasta aquí, el elegido por Llamosas es su secretario de Gobierno, Guillermo de Rivas, quien atendió el discurso de Llaryora desde la primera fila del Teatro Municipal.
Llaryora viajó al sur cordobés para culminar la toma de juramento a integrantes de su gabinete, seis ministros y dos presidentes de las Agencias, proceso iniciado en la noche del domingo en su ciudad natal, San Francisco. El evento arrancó con la palabra de Llamosas, quien refirió al exintendente capitalino como un “querido amigo”. En la misma y breve, alocución recordó un pasado estudiantil conjunto y una militancia compartida “desde hace 20 años”. También le agradeció por su auténtica “visión federal” y el compromiso con sus propuestas.
La proyección conjunta
Tras duras derrotas cordobesistas en la ciudad y el departamento Río Cuarto, tanto en los comicios provinciales como en las elecciones nacionales, para Llamosas se tornó imperioso retener el gobierno de la capital alterna en la contienda más importante que se celebrará el próximo año.
Según su círculo cercano, cumplido tal objetivo el abogado afrontará su tarea como legislador provincial, cargo del que tomó licencia por seis meses tras haber jurado el pasado domingo. Claro que cuando lo haga será en un escenario bien distinto al de 2023, sin garantía alguna sobre el protagónico rol que se le auguraba en la Unicameral.
Con los roles principales ya asignados, al alcalde, que soñara con ocupar un lugar preponderante en el Ejecutivo provincial, le corresponderá la terrenal tarea de articular y reconstruir lazos en los departamentos más australes de la provincia. Allí donde el radicalismo se muestra tan fuerte como antes; allí donde el agro espera pruebas concretas de continuidad con la alabada gestión de Juan Schiaretti.
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Lo sabe, lo ha comprobado, será su éxito en tal cometido lo que le permita ocupar un sitio expectante en las futuras pujas electorales que le esperan al partido cordobés.
Atento a los elogios recibidos ante un auditorio atento, el sanfrancisqueño devolvió la pared al riocuartense. “Quedan seis meses de gestión. Todavía nos queda mucho. No te voy a dar una mano, te voy a dar las dos manos. Vamos a hacer muchas cosas juntos en beneficio de los vecinos de Río Cuarto”, dijo Llaryora, ratificando su porfía a la prédica de fin de la obra pública que sostiene el presidente Javier Milei.
Tales “cosas” comprenden una promesa de larga data, como la construcción de una Circunvalación para la capital alterna. Tras sucesivos anuncios de llamado a licitación para la duplicación de la calzada ya existente, este mismo lunes el nuevo ministro de Infraestructura y Servicios, Fabián López, confirmó la inminente firma del contrato para iniciar la obra.
En la misma sintonía, presentada como compromiso de un "gobierno federal", el flamante mandatario prometió capítulos exclusivos de su propia narrativa, que ponen a la lucha contra el narcotráfico y la inseguridad como trama principal. Así, anunció el envío a la Legislatura de un proyecto para establecer una Fiscalía Antinarcotráfico en la ciudad, con una correspondiente sede de la Policía Provincial Aninarcóticos. También destacó la llegada de nuevos efectivos policiales, parte de la primera promoción formada con el nuevo esquema dispuesto tras el asesinato de Blas Correas.
Previamente, había confirmado el traslado a Río Cuarto de la sede de la Agencia Innovar y Emprender, que quedará en manos del ingeniero agrónomo Manuel Ron. Empresario agroindustrial, es cofundador de proyectos de generación de energías alternativas, como la icónica Bio4, con sede a pocos kilómetros de la segunda ciudad provincial.
Primera fila
Cada propuesta lanzada por Llaryora fue recibida con entusiasmo por los asistentes al Teatro Municipal. Entre ellos se destacó Guillermo de Rivas, el candidato que impulsa el llamosismo para relevarlo en la intendencia. Sonriente, no sólo celebró en tanto riocuartense, ya que la escenificación y la concurrencia de tanto funcionariado de peso en la estructura provincial parecen confirmarlo en su rol de postulante oficial. Sabe que contará con aquellos anuncios como insumo para su propia campaña, aún sin fecha de inicio.
Antes deberá lograr imponerse en la puja interna, aún sin cita comicial, a Adriana Nazario, la figura peronista más taquillera según las encuestas circulantes. Silente, la expareja de José Manuel de la Sota, cuya evocación encendiera fuertes aplausos, no se hizo presente en la velada.
Su ausencia fue notoria, dada la concurrencia de figuras nacionales, municipales y provinciales, dirigentes sindicales, autoridades universitarias y representantes de instituciones varias. “¿Por qué habrían de invitarla? No es funcionaria, no es autoridad. Estaban quienes tenían que estar”, chicaneó un baqueano que sobrevuela el armado para el año próximo.
Dirigente de trayectoria, es uno de los tantos que en su bolsillo guarda un talonario con facturas. La más importante evoca el apoyo de la exdiputada a la candidatura de Sergio Massa en el ballotage presidencial.
