LO PRIMERO ES LA FAMILIA

Luis Juez empieza la sucesión en el Frente Cívico: su hijo, en gateras para la capital de Córdoba en 2027

El senador ordenó el rearmado partidario con el edil Martín Juez a la cabeza. La prioridad, los barrios capitalinos. El trasfondo, la interna del PJ y la UCR.

Luis Juez suena fastidiado ante las preguntas por decisiones y especulaciones sobre su futuro. Con alguna reconvención, ubica las respuestas en un plano distante, sobre todo de las necesidades de la gente. Pero, político al fin, ya trabaja en la proyección del Frente Cívico para los próximos turnos electorales de Córdoba, de la mano del concejal Martín Juez Corte.

La fortaleza de su propio partido asoma como puntal de una construcción en la que asoman nombres que prometen recambio para una fuerza a la que muchos auguraban una duración equivalente a la de su líder.

“Estamos poniendo en valor al Frente Cívico. Siempre lo postergamos para darle lugar a otros que, a la larga, no son mejores que los nuestros”, dicen desde el entorno del senador. “No queremos ser furgón de cola de nadie”, rubrican voces de tránsito mediterráneo.

El turno de Martín Juez

Las afirmaciones operan como advertencia. También como explicación de las actividades partidarias que comenzaron el pasado fin de semana y continuarán en los próximos meses. Este sábado, en un plenario realizado a pocas cuadras del centro, el exintendente llamó a fortalecer la presencia en los barrios de la capital.

En simultáneo, celebró la apertura de una nueva etapa, con una joven dirigencia a cargo del distrito más importante de la provincia, “con el desafío de mejorar la historia”.

Sin necesidad de interpretaciones todos miran a Martín Juez Corte, su hijo. Abogado penalista también, vicepresidente tercero en el Concejo Deliberante de Córdoba, Juez Corte mantiene una buena relación con sus pares, quienes le reconocen pasta política. También virtudes de interacción que no observan en su padre.

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Martín Juez, concejal de la ciudad de Córdoba por el Frente Cívico.

Martín Juez, concejal de la ciudad de Córdoba por el Frente Cívico.

Desde este sábado, los análisis ya lo ubican en el pelotón de precandidatos a intendente para el próximo turno. Le auguran una trayectoria similar a la del senador, cuya proyección nacional nunca descuidó el kilómetro cero de la capital.

Aún remoto, el 2027 tiene una sola certeza: Daniel Passerin i no reelegirá. Lo metaboliza su entorno, que desmiente un direccionamiento de la posible reforma de la Carta Orgánica Municipal. Lo sabe la dirigencia capitalina que ya ruedan tempranas intenciones. Lo rumia la oposición, que se ilusiona con las chances de cambio.

Los puntos suspensivos del Partido Cordobés

Con distintos diagnósticos, peronistas, juecistas y radicales coinciden en la necesidad de trabajo territorial como primera acción ante una crisis económica que impacta en toda dimensión social.

A todas la fuerzas sobrevuela otra inquietud: la continuidad del Partido Cordobés. O mejor, la vida útil de la construcción que impulsa Martín Llaryora. Mientras la oposición sigue denunciando los riesgos de un partido único, cada vez más voces del PJ expresan descontento. Especialmente por el rol protagónico que han asumido aliados que ya no ocultan intenciones propias.

En el Frente Cívico aseguran que el plan de Llaryora en cualquier momento hará implosión por las propias internas. Sobre tal certeza mantiene activo el gen peronista de la fuerza, siempre opuesto al cordobesismo, componente indisimulable desde sus orígenes.

Luis Juez junto a Martín Juez en el plenario de la Junta de la capital. Los secunda el legislador Walter Nostral..jpeg

Congruentes con ello, mantienen algunos puentes, por ahora dialógicos, con dirigentes peronistas de la capital. “Hablamos con ellos. No para alianzas o incorporaciones. Primero tenemos que fortalecernos nosotros”, matizan armadores juecistas.

Javier Milei, cerca y lejos

La discusión sobre la condición aliancista del juecismo no se constriñe a la segunda ciudad del país. Absorbe, cómo no, las dudas sobre la conveniencia de aproximarse a Javier Milei. Más específicamente, si jugar directamente en el mismo equipo.

No son pocos los rapsodas del FC que consideran al gobierno libertario como una antítesis de sus propias convicciones. La temprana discusión sobre el lejano 2027 puede servir para blanquear posiciones.

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Hasta el momento, conductores del partido ubican tal acuerdo en remotas coordenadas. Aunque no cierran las puertas herméticamente, aseguran que no hay previsto pacto alguno y que todo se reduce a un fluido vínculo personal de Luis Juez con el Presidente y Karina Milei, su hermana.

Tal vínculo opera también como permiso de libre circulación ante las vallas que ya colocan la tropa libertaria de Córdoba. Como contara Letra P, Gabriel Bornoroni, el delegado plenipotenciario del mileísmo, pergeña una construcción con cuadros propios. O sea, sin figurones extrapartidarios.

Rodrigo de Loredo y las internas radicales

En paralelo, el juecismo sigue con atención las derivas de la interna de la UCR local. A poco más de un mes para la fecha de los comicios, la concordia parece lejana en los campamentos boinablanca.

Uno de ellos es coordinado por Rodrigo de Loredo, el cotitular de la sociedad opositora que ha vuelto a ostentar una cuestionada solidez, ya sin un PRO al que ven cooptado por el mismo Partido Cordobés al que prescriben fin de ciclo.

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Luis Juez quiere que la oposición se siente a la mesa que define el repartos de fondos a los municipios.

Luis Juez quiere que la oposición se siente a la mesa que define el repartos de fondos a los municipios.

Desde el equipo de los Juez no sólo aseguran que la relación con el diputado “es buena”, pese al hartazgo con "tanta interna". También coinciden en denunciar una intromisión del peronismo en las cinchadas radicales.

La presunción es la misma. La implosión del centenario partido, ya estragado por un internismo sin fin, debilitaría cualquier armado opositor. Paralelamente, habilitaría una nueva sangría de dirigentes hacia el Panal.

Las consecuencias de semejante suceso son difíciles de calcular en su exacta dimensión. Una de ellas sería, empero, la consolidación del senador como líder indiscutido de una oposición que aún masculla lo que se le escapó por tres puntos sólo un año atrás.

Por el momento, Juez rechaza expresiones públicas sobre tal juego. Según sostiene, es algo que “no le importa a la gente”. Por las dudas, siempre tiene a mano la carta con la que pide que le reconozcan coherencia entre tanto zigzag. “Nosotros no especulamos. Sabemos dónde está el enemigo y hace 25 años que lo enfrentamos. Eso no va a cambiar, no hay forma que nos entreguemos”, sentencia.

Rodrigo de Loredo y Luis Juez entienden que es un mal momento para separar sus estrategias políticas en Córdoba.
Luis Juez, Rodrigo de Loredo y Marcos Ferrer cuidan el vínculo en Córdoba. 

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