El vecinalista busca un diálogo temprano con la UCR y Juez. Visión de un ciclo cumplido en el PJ y el fantasma de los tres puntos. Los nombres de la renovación.
Soledad Carrizo, Aurelio García Elorrio y Luis Juez, referentes opositores en Córdoba, junto a dos dirigentes que encabezan la renovación de Encuentro Vecinal: Rodrigo Agrelo y Fernando Rambaldi.
Soledad Carrizo de la UCR, Aurelio García Elorrio de Encuentro Vecinal y Luis Juez del Frente Cívico, referentes opositores al peronismo de Córdoba.
Tras varios ensayos derivados en frustraciones, sólo un turno electoral después del intento que parecía mejor encaminado, la posibilidad de un acuerdo macro entre las principales referencias de la oposición al peronismo provincial, espina dorsal del Partido Cordobés, retoma fuerza en el horizonte político de Córdoba.
El agente facilitador de una fusión entre partes que aún sostienen resquemores cruzados es, paradójicamente, quien por años se mostró más reacio a ello: el exlegislador y referente de Encuentro Vecinal, Aurelio García Elorrio.
El también excandidato a gobernador ofició de anfitrión de dos nombres de peso en la oposición: Soledad Carrizo, diputada por la UCR, y Luis Juez, el senador del Frente Cívico que lidera la bancada del PRO.
Aunque el cónclave se diera en un marco institucional, como lo fue la quinta edición del “Encuentro de Encuentro Vecinal”, los registros y las conclusiones dejaron puertas abiertas a múltiples interpretaciones. Particularmente las que alientan una temprana búsqueda de coincidencias que operen como cimiento.
Recurrentemente invitado a sumarse a la alianza que devino en Juntos por el Cambio, García Elorrio rechazó todos los convites. En su decisiónpesaron reparos políticos: antes que ampliar la alianza, propuso confeccionar una nueva con su partido como socio en igualdad de condiciones al resto. También tuvo objeciones éticas, muchas de los cuales lo convirtieron en feroz opositor a las gobernaciones de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti.
Hipercrítico de Mauricio Macri, y por carácter transitivo del PRO, fue la primera figura en denunciar públicamente la existencia de un pacto entre el expresidente y el exgobernador, con dimensiones nacional y provincial.
También tuvo sonoros cruces con la dirigencia de la UCR, particularmente durante la gestión de Ramón Mestre en la intendencia de la capital, a quienes ha enrostrado corrupción, la peor de las venalidades.
Hace sólo dos años la chance parecía inmediata. Pero el cofundador de la asociación civil Portal de Belén (sistemática opositora a la Interrupción Voluntaria del Embarazo) no se movió de su eje.
En sus explicaciones dejó una proyección que resultaría profética: “lamentará mucho si el peronismo gana por los votos que yo me lleve”. Efectivamente, los tres puntos porcentuales fueron casi equivalentes a la diferencia que permitió a Llaryora derrotar a Juez.
Aquella profecía derivó en autocrítica. En Encuentro Vecinal asimilan las detracciones resultantes, a las que un sector del juecismo presenta como “juego funcional” al peronismo.
El cambio de perspectiva se manifiesta en las tempranas invitaciones a las principales fuerzas opositoras, que no se agotarán en las mencionadas jornadas. Cuidando formas, se dirigen a los partidos y también respetan cupos de género. “Son invitaciones a dialogar con todos los que quieran alternancia, no cheques en blanco”, aclaran con premura.
“Todos los esquemas políticos de hoy se hacen sobre alianzas y coaliciones. Queremos comenzar el diálogo con tiempo, no hacer todo de golpe. Queremos empezar a marcar la cancha con temas sobre los que el peronismo ha hecho desastres, como el ambiente y la Justicia”, sintetiza un armador capitalino.
Los conceptos son compartidos por los cuadros que sucederán al excandidato a gobernador como referencias del partido que expresa a la derecha autóctona. Dos nombres destacan entre ellos: el legislador Rodrigo Agrelo, representante legal del Portal de Belén; Fernando Rambaldi, intendente de La Calera.
Este último es considerado como modélico. Desde diciembre pasado gobierna un terruño de raigambre peronista gracias a una alianza con sectores del la UCR, la Coalición Cívica y el Frente Cívico que no se unieron en JxC.
Los vecinalistas destacan especialmente la articulación con el juecismo en aquella ciudad, la más grande del Gran Córdoba. Adjudican a una gestión directa del senador, por entonces candidato a gobernador, la abdicación de sus representantes en favor de Rambaldi.
Algunos creen posible una experiencia similar a nivel provincial. Aún con el radicalismo, que les jugó en contra en la conformación del Concejo Deliberante. Aún con Juez, a quien el conservadurismo nunca dejó de mirar con desconfianza.
No resulta fácil, nunca lo es, ubicar a Juez en una coordenada exacta. Mucho menos a futuro. Por estos tiempos, el exintendente de la capital provincial traza un trayecto de cercanía con Javier Milei.
Hace dos años, armadores libertarios ofrecieron ese mismo camino a García Elorrio. Advertido del escaso apego del minarquista por las instituciones democráticas, el por entonces legislador cerró la puerta sonoramente.
Hoy, con el gobierno nacional construyendo poder con modos que obligan a replanteos varios, el vecinalismo no parece tan cerrado a explorar, tampoco, vías de convergencia con los libertarios. De hecho, el propio Rambaldi, entre otros dirigentes del espacio, dispuso fiscales para LLA, en La Calera, en el balotaje que consagrara presidente a Milei.
“Hay muchas cosas de su gestión que no nos gustan. Pero está haciendo otras que son acertadas. Tenemos que entender que Milei es la consecuencia del modo de gestión de los partidos tradicionales. Es la consecuencia de la misma corrupción a la que siempre combatimos”, dicen desde EV.
El combate a la corrupción, a la que vinculan sobre todo a la sucesión de gobiernos de Schiaretti, ha sido el ariete de García Elorrio. En su rol denunciador, el exlegislador llegó a compartir presentaciones con dos pares de bancada hoy integrados al Partido Cordobés: Juan Pablo Quinteros, ministro de Seguridad y exconcejal por el espacio, Liliana Montero, ministra de Desarrollo Humano.
Desde su espacio prefieren no cuestionarlos. Antes bien, señalan que el añadido de figuras extrapartidarias demuestra las limitaciones que afronta Martin Llaryora para gestionar. Como sus potenciales socios opositores, en Encuentro Vecinal creen que la búsqueda del Partido Cordobés es un recurso desesperado de un peronismo que ya ha cumplido su ciclo.