Los 58 segundos del video que hizo circular Fernando Gray, vicepresidente del PJ bonaerense que enfrenta a Máximo Kirchner, pusieron nerviosos a varios funcionarios nacionales. Ni el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, ni la ministra de Salud, Carla Vizzotti, tienen llave del acceso a la terraza a la que se llega por escalera desde el piso 21 del histórico edificio donde Evita hizo su renunciamiento, en agosto del ‘46. Sólo se ingresa con autorización. La última imagen del spot muestra a Gray desplegando una bandera del Partido Justicialista unos metros por encima del gigantesco mural de la compañera de Juan Perón sobre el ala norte de la exsede del Ministerio de Obras Públicas. “No te entregues, compañero, no te entregues, peronista por Evita y Juan Perón”, se oye la voz que interpreta la canción con la que Jorge Suligoy quiso reivindicar al fundador del movimiento por sobre los Kirchner y la transversalidad que sumó a Julio Cobos, a quien le dedicó la frase “los leales parecemos disidentes, los ajenos pavonean su temor”. El primer impulso del ministro Arroyo fue realizar un sumario interno para investigar cómo Gray logró flamear su gigante estandarte en lo más alto del edificio. Al mediodía de este sábado, se trataba de un problema preocupante de seguridad y un gran problema político. Por la tarde, volvió la calma tras el minucioso análisis y la comparación de los cuadros del video. La conclusión: se trató de un muy profesional montaje y Gray se “planta” y no se baja del PJ, pero no estuvo ahí.
El reclamo por la lealtad se contagia. La que pasó fue una de las peores semanas en Tucumán. La provincia picó en punta en los índices de pobreza del NOA, el PJ se partió en dos en cada concejo deliberante y la Legislatura provincial, donde los diputados que responden al gobernador se autoexiliaron en el exmonobloque Lealtad Peronista. Además, suben los índices de inseguridad, se incrementaron exponencialmente los contagios por COVID y hasta fue alcanzado por el virus, en Pascua, el arzobispo Carlos Sánchez. “Leales” se hacen llamar los seguidores del gobernador Juan Manzur frente a los de su vice, Osvaldo Jaldo. Finalmente, Manzur se quedó con todos los cargos en el PJ provincial, además de ser vicepresidente de Alberto Fernández en el Consejo Nacional Justicialista. Jaldo tomó revancha y echó a tres mil empleados parlamentarios contratados por el peronismo del gobernador. El número sorprendió en Tucumán incluso a los que no pertenecen a ninguna de las dos mitades peronistas que hasta hace poco más de un mes sumaban dos tercios de los legisladores. Sobre llovido mojado, Manzur tenía prevista una reunión con el Presidente, que también tiene COVID, y su amigo el diputado Pablo Yedlin agota teléfonos rogando la sanción de la ley de Biocombustibles, que beneficiará a los azucareros.
El Congreso también genera preocupación en el Jardín de la República. El secretario de Energía, Darío Martínez, no envió la nueva ley con nuevos parámetros para el corte de naftas con biocombustibles. Córdoba, Santa Fe, Tucumán, Salta y Jujuy ya temen quedarse sin nueva norma ni prórroga antes de mayo. Arde el teléfono de Marcos Cleri, diputado santafesino cercano a Máximo Kirchner que oficia de mediador.
Ganancias de pescadores
Mediadora también es Fernanda Vallejos, que aún no convocó a debatir la ley de Ganancias que sube el tributo para las grandes empresas. Días atrás, tuvo una reunión por Zoom con el Consejo Productivo Nacional y la Mesa Nacional de Unidad PyME. La diputada bonaerense, que este año termina su mandato, trató de llevar calma, propuso conformar espacios de debate y aseguró que el proyecto todavía no fue girado a comisiones. En otros despachos de Diputados se amplió la explicación: dicen que el tributo, así como se pensó, no cuenta con los votos necesarios y el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, lo mandó de vuelta para su corrección al Poder Ejecutivo.
Massa es uno de los que convulsionó a la oposición junto con Eduardo de Pedro y Máximo Kirchner con el planteo sobre la postergación de las PASO. Coincidió con el lanzamiento de una campaña de la Coalición Cívica que busca afiliados y se promocionó como el primer partido en tener podscats. Entusiasmado, el jefe de los lilitos, Maximiliano Ferraro, lanzó una creativa campaña en redes sociales que quedó tapada por los efectos de la visita de Cristian Ritondo y Jorge Macri a la Casa Rosada y el inicio de un diálogo informal por la fecha de las primarias que hizo implosionar a Juntos por el Cambio. Juntos siguen estando, pero Ferraro, Alfredo Cornejo y Patricia Bullrich fueron quienes más se enojaron con la jugada K. Mario Negri, en cambio, no escribió ni un tuit. Y los gobernadores radicales (Gerardo Morales, Rodolfo Suárez y Gustavo Valdés) se cortaron solos: el martes se reunirán por su lado antes de sumarse al encuentro presencial convocado por la mesa de JxC, que incluye a Mauricio Macri y María Eugenia Vidal.
La lectura te la debo
Justamente Macri, el primo del expresidente, aclaró que no hubo acuerdo pero no se hizo cargo del supuesto ‘engaño’ que denunció Bullrich. El intendente de Vicente López y presidente del PRO bonaerense habla con todos, incluso cenó con Florencio Randazzo. Hace rato que se posiciona en la carrera electoral por la provincia de Buenos Aires, pero esta vez necesita cerrarle el paso a Diego Santilli, cuyo desembarco rumea Horacio Rodríguez Larreta. Para explicar cómo ven a la provincia y a la próxima contienda electoral, Macri invitó a su primo Mauricio al Centro Asturiano y lo rodeó con ‘los Dorrego’.
El nombre del grupo lo puso el periodista, historiador e intendente de Tres de Febrero Diego Valenzuela, que anda rosqueando bastante después de haber recibido una encuesta de Analía del Franco que lo muestra como el de mejor imagen en el conurbano. Un día recorrió el barrio Rodrigo Bueno con Rodríguez Larreta, otro día se fue a conversar con Esteban Bullrich y otro día visitó al expresidente en las oficinas de Avenida del Libertador. Llegó con un ejemplar de "Primer Tiempo" que pidió fuera autografiado, aunque admitió que todavía no lo había leído. Con la excusa de no haber tenido tiempo, lo mismo respondió Santilli en San Lorenzo consultado por un periodista en medio del operativo de vacunación de las personas mayores de 75 años. El único que dijo haber leído más de cien páginas fue el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, que hace esfuerzos por mantener unida a la alianza Juntos por el Cambio. Los intendentes por ahora no tienen chances de otra reelección, corsé que, cabe recordar, le deben al acuerdo entre Vidal y Massa. Un dato más: le pidieron a Patricia Bullrich que arme un plan de seguridad para la provincia.
La semana que pasó arrancó con la asunción de Martín Soria como ministro de Justicia. Acusado de violento y machirulo por el exgobernador de Río Negro y actual senador Alberto Weretilneck, el flamante ministro eligió actividades con mujeres para su debut. Primero, una reunión privada con Vizzotti y el miércoles abrió un conversatorio sobre administración de justicia y perspectiva de género. El evento estaba previsto con oradores en un mismo lugar y público conectado en forma remota. Tarde, en el Gobierno tomaron nota del error cometido durante el acto de asunción, en el que tanto Alberto Fernández como Soria se abrazaron sin protección. Por eso, se aconsejó que la actividad fuera 100% telemática. La ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, quedó encantada con la participación de Soria por sus dichos y por la “gestualidad” de una agenda “simbólica” a favor de las políticas de género. Y volvió a excusarse por no haber participado en su asunción, ausencia que explicó por encontrarse de viaje en Neuquén. Al día siguiente, Soria voló a General Roca y tuvo su tercer acto con una mujer: por el día de los Veteranos, acompañó a su hermana, María Emilia, la tercera Soria intendenta de la ciudad valletana.
En el camino. Mayans paró en la banquina para conectarse.
Celeste y verde
Como ese conversatorio también fueron remotos los plenarios de comisión en el Senado en los que se trataron los proyectos de Ganancias y de Monotributo. Entre los participantes estuvo José Mayans, el antiabortista jefe del bloque del Frente de Todos que participa prácticamente de cada reunión. El formoseño, férreo defensor de la cuestionada política sanitaria del gobernador Gildo Insfrán, pasó un año sin viajar a Buenos Aires y se autoaisló en su distrito a pesar de que los legisladores tienen inmunidad de circulación. En pandemia viaja acompañado por algún familiar y siempre en auto. Para arrancar la Semana Santa en su distrito, emprendió el regreso el miércoles por la mañana. En medio del debate de comisión, la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, se rió: “Me da envidia el paisaje”, le dijo la funcionaria al advertir una frondosa vegetación detrás del senador, que hizo una posta en el camino para hablar y pedir la firma del dictamen. La imagen lo deschavó.