En las elecciones de 2017 fue elegida por CFK para encabezar la lista de candidatas y candidatos de Unidad Ciudadana. El 10 de diciembre de ese año, cuando Mauricio Macri cumplía dos años de su presidencia, la economista y exfuncionaria Fernanda Vallejos juró como diputada nacional por la provincia de Buenos Aires. Es una de las integrantes del oficialismo que asistió a dos momentos muy distintos de su bloque: transitó los primeros dos años de su mandato con el peronismo dividido y desde 2019, con la llegada de Alberto Fernández al poder, es protagonista de la convivencia que mantienen las distintas tribus del Frente de Todos en la nueva etapa del panperonismo.
Desde entonces irrumpió con voz propia en ese continente con iniciativas que luego fueron muy criticadas por el Círculo Rojo, como la capitalización estatal de empresas auxiliadas con fondos públicos. De aquella propuesta todavía quedan dudas respecto a su autoría: algunos aseguran que fue una iniciativa respaldada por la vicepresidenta y otros, que se trató de un impulso personal para diferenciarse.
Ahora Vallejos quiere volver a calzarse el traje de candidata para pelear por otro mandato. El primero lo conquistó compartiendo boleta con CFK, que se postuló como senadora nacional. En su entorno dicen que está dispuesta a pelear un eventual segundo round electoral, pero con objetivos muy distintos al primero. La legisladora sostiene que queda "un enorme trabajo legislativo pendiente que sólo puede llevarse adelante con un bloque fuerte y bien articulado entre ambas cámaras".
¿Electrón suelto o fuerza de choque?
Entre las 119 voluntades que componen el bloque que preside Máximo Kirchner, Vallejos es una de las espadas económicas, junto al titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller. No son las únicas, pero son las voces más escuchadas por la titular del Senado. A veces en soledad, pero siempre con el respaldo explícito o implícito de CFK, planteó en medio de la pandemia dos temas tan urticantes para el establishment como para un sector del FdT.
Vallejos propuso la capitalización estatal de empresas que cotizan en bolsa y reciben ayuda pública en medio de la crisis e impulsó la prohibición de que esas firmas reciban auxilios del Estado si tienen cuentas offshore, fugan divisas o evaden impuestos. El primero de esos proyectos la puso en el centro del malestar empresarial y hasta ahora no fue presentado. El segundo lleva su firma y obtuvo dictamen de comisión en septiembre pasado, con el respaldo de buena parte de sus pares, pero no llegó al recinto y no figura en el temario de sesiones extraordinarias que firmó el Presidente el 30 de noviembre. Tampoco aparece entre los temas que podrían ser incluídos en un nuevo decreto ampliatorio.
Tiene diez años menos que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y trabajó para él cuando fue ministro de Economía de CFK. Se desempeñó como funcionaria en el área de Cuentas Nacionales del Palacio de Hacienda bajo esa gestión, pero lo conoce desde que fue su alumna en la cátedra de Pensamiento Económico II. En esas aulas también conoció a Mariano Recalde e Ivan Heyn, pero una de sus principales referencias políticas es el exvicepresidente Amado Bodou, a quien conoce desde que se transformó en uno de los referentes de "La Gran Makro", el espacio de economistas del kirchnerismo que se organizaron en torno al también exministro. En la actualidad, la diputada lo reivindica, lo defiende y lo acompaña, aunque fue condenado en 2018 por los delitos de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública por la compra de la calcográfica Ciccone por parte de The Old Fund. Antes de fin de año, el juez Daniel Obligado le quitó el beneficio de la prisión domiciliaria que tenía desde abril.
Vallejos considera que el exvicepresidente es una de las principales víctimas del lawfare y una de las deudas de la Democracia. En la campaña anterior lo comparó con los expresidentes Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón. A pesar de las críticas que le dedicaron por hacerlo, no perdió esas convicciones, pero su perfil ahora está más concentrado en las tareas económicas. Considera que esa agenda será central en este año electoral y opina que, para acompañar las medidas que impulse Fernández, es clave que el oficialismo tenga en el Congreso un "número suficiente para poner freno efectivo a los poderes reales que obstruyen cualquier iniciativa que busque mejorar la distribución del ingreso y la riqueza, fortalecer el salario real y la participación de los trabajadores en el ingreso", explicaron a Letra P en su despacho.
En su lectura, la agenda económica actual es "acuciante" por "un mercado de trabajo debilitado, salarios pauperizados, un elevadísimo nivel de informalidad, un sistema tributario regresivo y un problema grave y estructural de fuga y evasión", sostienen cerca de Vallejos, para graficar el escenario que buscará desandar desde su banca, casi en tono de campaña.