Cómo si fuera una pequeña reedición de las caravanas del "Sí, Se Puede" que encabezó antes de ser derrotado en octubre de 2019, el expresidente Mauricio Macri espera que la presentación de su libro "Primer Tiempo", prevista para este jueves, desemboque en una masiva movilización de adherentes en su apoyo. El deseo, en medio de la pandemia, es cuestionado dentro de la alianza opositora por la ausencia de recaudos sanitarios, pero el ingeniero ya tiene una foto asegurada: al menos por un día, buena parte de la dirigencia de Juntos por el Cambio, se reunirá para escucharlo a partir de las 18.30 en el Centro de Congresos y Exposiciones.
Se espera que el expresidente se explaye sobre el libro que lleva su autoría, aunque fue redactado por el exsecretario de Cultura, Pablo Avelluto, y el excoordinador de comunicación, Hernán Iglesias Illa, que ahora edita la revista virtual Seúl, creada para canalizar distintos debates intelectuales de la derecha local.
Los organizadores de la presentación inicial invitaron a toda la dirigencia cambiemista, pero la jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, ya anticipó que pegará el faltazo para respetar el aislamiento sanitario. En la primera fila se espera la presencia del alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta y la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, que también prepara su obra, pero la postergó para diferenciarse del magnate. También se descarta la asistencia de la titular del PRO, Patricia Bullrich y el resto de la conducción partidaria, pero hasta ahora la conducción del radicalismo no confirmó. Sólo se sabe que asistirá el titular del Comité Nacional de la UCR, Alfredo Cornejo, y este miércoles tanto el exjefe partidario Ernesto Sanz como el gobernador jujeño Gerardo Morales ya anticiparon que no estarán presentes por problemas de agenda.
Aunque también recibió una invitación formal, el exministro del Interior Rogelio Frigerio no podrá dar el presente porque estará en Entre Ríos, su tierra natal. Se descuenta la llegada del "radicalismo macrista", encabezado por el secretario Hernán Lombardi y el actor Luis Brandoni junto a una dotación asegurada de exfuncionarios y amigos.
La publicación de la obra cierra meses de postergaciones y amagues editoriales. Apenas se conocieron los primeros detalles del libro, que tiene 303 páginas y 13 capítulos, se confirmaron las primeras presunciones dentro del PRO. Distintos dirigentes esperaban una serie de críticas al gabinete económico, a sus dos vicejefes de Gabinete Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, a los gobernadores y también a la política de gradualismo para evitar aplicar un ajuste drástico.
El texto busca definir una autocrítica sobre los cuatro años de la gestión de Cambiemos en el poder. Revisa una serie de decisiones adoptadas en ese lapso y busca reducir el rol que tuvieron algunas figuras, como el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba. "Muchos le atribuyeron un poder que nunca tuvo. No participaba del día a día de las decisiones. Es más, mis encuentros con él, ya fuera como consultor o como amigo una vez llegado a la Presidencia, se fueron espaciando cada vez más precisamente porque lo impedía la intensidad del ritmo cotidiano", detalló el expresidente.
En otro tramo de la obra apuntó al papa Jorge Mario Bergoglio, con quien mantuvo una fría y distante relación. "Nunca hemos financiado trolls. Y aun sin contar con evidencias, muchos sectores, entre ellos algunos allegados a Bergoglio, han expresado que había funcionarios en nuestro gobierno llevando adelante estrategias anticlericales o anticatólicas, lo cual es completamente equivocado e injusto", sostuvo Macri en referencia a los señalamientos que lanzaron prelados muy cercanos a Francisco. También consideró que "un sector importante de la Iglesia tomó partido en contra de nuestras políticas y se convirtió de manera activa en parte de la oposición. Esta situación causó mucho dolor en el enorme número de católicos que nos manifestaban su apoyo, aún en los momentos más duros".
Otra incógnita giró en torno a las críticas que le iba a dedicar al "ala política" de Cambiemos, encabezada por Frigerio y el extitular de la Cámara Baja, Emilio Monzó. Sin embargo las críticas fueron edulcoradas: "La negociación política la delegué, sobre todo en Rogelio, que se ocupaba de los gobernadores, y en Emilio, a cargo de los acuerdos en el Congreso. Insisto en que no los responsabilizo a ellos de la falta de acuerdos más amplios, porque en definitiva la responsabilidad es mía. Pero no sé si alguien los podría haber conseguido", reflexionó.
En el entorno del expresidente aseguran que será su reaparición pública en un escenario. La última vez que lo hizo fue para reconocer la derrota en las elecciones de 2019. Este jueves buscará reconstruir esa presencia pública y su equipo pretende repetir la experiencia en cuatro distritos clave para el PRO: Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos, donde el interés estará concentrado en anclar la promoción del libro con la exposición de los principales aspirantes del partido para las elecciones legislativas de este año.