El inicio formal de la campaña porteña camino a las legislativas del 14 de noviembre tiene un desafío prioritario para Juntos por el Cambio (JxC). Las tres listas que compitieron en las PASO dentro de la alianza opositora sumaron el 48,19%. Ahora buscarán llegar al 50% y, a diferencia de la previa del 12 de septiembre, se enfocarán en el sur porteño, la zona más postergada de la Capital que, en la mirada del larretismo, es muy parecida al conurbano bonaerense en términos socioeconómicos y políticos.
El despliegue será luego de una serie de pases de facturas dentro del equipo de campaña que conduce el secretario general y de Asuntos Internacionales de la Ciudad, Fernando Straface. El funcionario ocupa ese codiciado puesto por decisión exclusiva de Horacio Rodríguez Larreta. Ambos regresaron de una gira por Estados Unidos el martes y dos días después siguieron con detalle el desalojo que ordenó la justicia en un playón lindero al barrio 31 de Retiro, donde fueron desalojadas brutalmente 60 familias, en su mayoría, encabezadas por mujeres. La foto de la topadora junto a los efectivos policiales empañó el primer día de campaña que habilita la ley. El barrio 31 es una de las pocas villas que no está en el sur porteño, pero el operativo del jueves visibilizó una áspera realidad habitacional común.
En esa dinámica intervinieron silenciosamente las mismas espadas del PRO que, bajo la coordinación de la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore, trabajan en las villas capitalinas para la campaña de la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. Sobre el desalojo argumentaron que habían ofrecido paradores y subsidios a las familias para trasladarse a un hotel, que solo fueron aceptados por cinco de las 60 familias; casi la misma argumentación que esgrimía Vidal en 2008 cuando oficiaba como ministra de Desarrollo Social del entonces alcalde Mauricio Macri y enfrentaba los primeros desalojos en el barrio de San Telmo. Por aquellos días, la ministra nunca imaginó que dos años después su gestión capitalina estaría marcada por episodios traumáticos, como la crisis del Parque Indoamericano, en diciembre de 2010, y el imborrable operativo policial que reprimió dentro del hospital neuropsiquiátrico Tiburcio Borda a pacientes y médicos el 26 de abril de 2013. Ambas cicatrices son parte de la historia del macrismo y de la exgobernadora en el sur porteño que su narrativa prefiere olvidar.
Ahora, el foco de la ofensiva proselitista estará puesto en las comunas 8 y 4, las dos más importantes del sur capitalino. La 8 está integrada por los barrios de Villa Soldati, Villa Lugano y Villa Riachuelo, donde la sumatoria de las tres listas de JxC perdió por 482 votos ante la boleta del Frente de Todos (FdT), que obtuvo el 35,85% de los sufragios. La coalición opositora llegó al 35,31%.
La comuna 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya) es otro bastión electoral del peronismo ante el predominio macrista en casi toda la Ciudad. Esta vez, el FdT obtuvo el 32,47% y quedó segundo detrás de JxC, que sumó con sus tres boletas el 39,20%.
Ese mapa de resultados y correlaciones de fuerzas fue lo primero que analizó el equipo de campaña que dirige Rodríguez Larreta. En la zona sur de la Ciudad trabajan distintas tribus internas del PRO. En la comuna 8 y también en la 9 (Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda) juega el titular del bloque macrista en la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo, que tejió su influencia desde sus comienzos en el peronismo porteño. También están las redes que hasta principios de año respondieron al entonces vicejefe porteño y actual candidato bonaerense, Diego Santilli. Esos hilos quedaron en manos del ministro de Gobierno, Bruno Screnci, y del legislador y titular del PRO local, Claudio Romero, que ya viene trabajando sobre el voto migrante junto a las demás tribus macristas.
En las tres comunas sureñas interviene con fuerza Migliore, que tiene en sus manos la política urbanística y social de los barrios populares capitalinos. Lidera un espacio interno del partido amarillo llamado "La Popular", integrado por dirigentes barriales que se referencian en Rodríguez Larreta a través de la acumulación política de la ministra, cuya influencia creció al calor de Juan Maquieyra. Se trata del extitular del Instituto de la Vivienda de la Ciudad que ahora está en el Vaticano convocado por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales a partir de la buena relación que tiene con el papa Jorge Bergoglio.
Durante la primera reunión para revisar la campaña luego de las PASO, la dirigencia de ese sector puso el grito en el cielo y a la vez reivindicó su rol en la construcción del resultado. "En las dos comunas peleamos el voto con dos escarbadientes", fue la queja más escuchada para ventilar la desazón que tenían por la virtual ausencia de los y las principales postulantes de la lista que encabezaba Vidal junto al economista ultraliberal Martín Tetaz.
La mayoría de los eventos de campaña fueron realizados en las zonas del centro y norte porteño: el cierre fue en la Rural y las actividades previas no pasaron los límites de Palermo, Retiro y Recoleta. Pocas veces en sus tres lustros de existencia, el PRO se concentró tanto en su zona de confort para una elección.
En el entorno de Vidal se preparan para que las recorridas ahora estén concentradas en el sur de la Ciudad. Tanto ella como el primer candidato a legislador porteño, Emmanuel Ferrario, procurarán garantizar una presencia mucho mayor con la idea de traccionar a los otros socios resultantes de las primarias, como el exministro Ricardo López Murphy y la apuesta que haga la conducción del radicalismo, encabezado por el diputado nacional Emiliano Yacobitti y el senador Martín Lousteau. Ambos lideran una serie de casas radicales en cada barrio sureño, aunque varias jugaron con la lista díscola que llevó al frente el exsecretario de Salud Adolfo Rubinstein.
El primero en dar cuenta del déficit sureño fue Rodríguez Larreta, que visitó el barrio Náguera, de Villa Lugano, tres días después de las PASO, para participar de un encuentro de La Popular y mostrarse con Migliore, que ahora forma parte de la mesa de campaña.
Fuentes cercanas a la ministra confiaron a Letra P que en el sur la estrategia del espacio tiene tres objetivos: dar vuelta en forma definitiva el resultado negativo obtenido en la comuna 8, aumentar la ventaja en la comuna 4 y consolidar a "La Popular" como una representación concreta de los sectores que integran el macrismo porteño.
En el road show proselitista por el sur también desembarcará el espacio Identidad Peronista 21, liderado por el exvice del Banco Nación Agustín Pesce. En 2019 jugó con el excandidato presidencial Roberto Lavagna y se adjudica un 8% en las "zonas sur y oeste de la Ciudad". Este jueves, referentes de la agrupación se reunieron con Vidal para sumarse a la campaña con "una agenda de encuentros con comerciantes y recorridas" en esos barrios. En el encuentro también posó sonriente el exministro de Justicia bonaerense Gustavo Ferrari, que podría tener el mismo cargo en la Ciudad a partir de diciembre como parte del cambio de domicilio de Vidal.