La interna porteña de Juntos por el Cambio dejó una nueva geografía sobre sus votantes. Detrás de la victoria de la exgobernadora María Eugenia Vidal y el segundo lugar del exministro de la Alianza, Ricardo López Murphy, quedó la lista de radicales rebeldes, que encabezó el exministro de Salud, Adolfo Rubinstein, bajo la marca Adelante Ciudad. Con el 98,65% de las mesas escrutadas esa lista cosechó 69.913 votos. Dentro de la interna sumó el 8,31% y en la competencia general arañó el 4%.
La escudería de Rubinstein quedó muy lejos de sus otros dos competidores. Vidal sumó el 32,93% y López Murphy el 11,24% del total. Este domingo, cuando las tendencias eran irreversibles, el esperado tercer plano pasó casi inadvertido por el impacto del alcance nacional de la victoria, que puso a Vidal en otro lugar. Los derrotados aspirantes de Adelante Ciudad estuvieron en el búnker de Costa Salguero y Rubinstein pudo hablar en la conferencia de prensa de cierre, pero no tuvo espacio para decir una sola palabra en el acto que protagonizó Vidal para celebrar la victoria junto al economista Martín Tetaz, Rodríguez Larreta y el senador nacional Martín Lousteau, exponente de la conducción porteña del radicalismo que fue enfrentada por Rubinstein.
El hiato en las tablas de la victoria de Vidal y López Murphy no asombró al radicalismo díscolo. Uno de los compañeros de lista de Rubinstein explicó que no los sorprendió y que prefieren valorar el gesto de que su candidato pudiera hablar luego. Aún así, en ese campamento no olvidan que el larretismo hace todo lo posible por negarlos. "Armamos una campaña en cuatro semanas luego de que nos dejaran afuera de las negociaciones para la lista de unidad", lamentó uno de los precandidatos derrotados. La emergencia de la lista incomodó a Rodríguez Larreta y a la conducción de la UCR. "Después de negarnos, nos complicaron la inscripción de los avales e hicieron la vista gorda con López Murphy ante las denuncias que tenía por irregularidades en los avales", denunció la misma fuente para graficar una constante que los crispa: la decisión de Rodríguez Larreta de privilegiar el pacto con Republicanos Unidos, liderado por un exradical como López Murphy, y dejarlos afuera de todo.
El radicalismo crítico se entusiasma con los casi 70.000 votos cosecha´dos. "Hoy casi tenemos el 10% de los votos de JxC en la Ciudad", reivindicaron cerca del actor Luis Brandoni para valorizar ese caudal de votos frente a los 841.205 obtenidos por las tres listas. En rigor, llegaron al 8,31% de ese universo, pero consideran que es una base de representación muy importante para disputar dentro de la UCR, especialmente en el duelo que mantiene ese espacio con la conducción partidaria, referenciada en Lousteau, el diputado nacional Emiliano Yacobitti y el empresario y exministro del Interior del alfonsinismo Enrique "Coti" Nosiglia.
La cifra no es para nada desdeñable porque refleja a un electorado porteño que no acuerda con el regreso de Vidal y menos con la inclusión de López Murphy. La oferta veloz de este sector que se autodefine alfonsinista busca plantearse como una opción progresista ante el giro conservador de la coalición de derecha. Si esa lectura se confirma, la lista de JxC no ha generado ningún discurso para ese electorado que difícilmente pueda migrar a otra oferta alternativa, aunque del otro lado de la polarización también hay un exradical, de orientación progresista, como Leandro Santoro, que lidera la lista del Frente de Todos. Esa franja de votantes puede ser materia de disputa en las próximas ocho semanas.
En Adelante Ciudad aseguran que la batalla de este domingo fue la primera de las que se avecinan. La siguiente será después de las generales de noviembre, cuando el radicalismo porteño tenga elecciones para convencionales y delegados luego de una larga controversia judicial impulsada, entre otros, por el diputado nacional Facundo Suárez Lastra, que fue precandidato junto a Rubinstein y no podrá pelear por otro mandato.
La campaña que sigue de ahora hasta noviembre incluirá a la escudería de Republicanos Unidos y no a la de Adelante Ciudad, según supo Letra P. "Vamos a acompañar, nos sentimos fundadores de JxC, estamos interesados en que nos vaya bien y lo haremos en el lugar que nos den y en el que tomemos nosotros. No necesitamos negociar nada para participar del espacio del que formamos parte y más ahora, que hemos adquirido relevancia", confió a este portal uno de los dirigentes del espacio que encabezó Rubinstein.
"Estamos seguros de que vamos a conseguir una buena representación en las próximas elecciones internas", vaticinaron desde Adelante Ciudad para exhibir el ADN radical. Tras la derrota, condenan el ninguneo larretista y se preparan para la próxima pelea.