Santa Fe: sin sobresaltos, Pullaro logró encolumnar a todo Unidos detrás de su apuesta nacional
El domingo de cierre de listas de los armadores del frente Provincias Unidas en Santa Fe fue tranquilo. La construcción que lidera Maximiliano Pullaro tuvo un período de intensas negociaciones hace diez días, antes del cierre de alianzas, y definió ahí los primeros nombres de su boleta, con una apuesta fuerte como la vicegobernadora Gisela Scaglia en el primer lugar.
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Las charlas se precipitaron a principios de agosto, cuando salió a la cancha el armado de cinco gobernadores con Pullaro como articulador. La discusión acerca de si había que replicar o no para las elecciones nacionales el exitoso frente Unidos que gobierna la Bota hace dos años había monopolizado las charlas de rosca del último mes. Mientras algunos -como la propia Scaglia- sostenían que había que hacerlo, otros preferían pasar desapercibidos, cuidar una marca ganadora y, de paso, no arriesgarse a un enfrentamiento directo con Javier Milei.
Así las cosas, Pullaro apostó. Avisó que confiaría en una persona de su riñón, identificada con su gestión, para encabezar la lista y que él se pondría al frente de la campaña con un relato federal y santafesino. Fue una movida a dos bandas: por un lado, logró encolumnar detrás suyo a casi todos los partidos que conforman Unidos; por el otro, le cerró casi todos los caminos al socialismo, el más reacio de ellos. El partido de la rosa estaba desorientado: la jugada de Pullaro no solo le había copado la avenida del medio sino que, además, le había arrebatado la alianza con Juan Schiaretti.
Rosca tempranera pero frenética
Para asegurar garantías, la discusión de los nombres se adelantó al cierre de alianzas. No solo era importante que estén todos adentro sino también quiénes serían los candidatos y candidatas, ya que debían expresar con precisión la identificación con Pullaro como así también el vínculo ni tan lejano ni tan cercano con La Libertad Avanza. El gobernador jugó fuerte: le propuso a su vicegobernadora el primer lugar -con lo que contentó al PRO y a su vez se aseguró una figura de su entera confianza-, se reservó el segundo lugar para la UCR, su partido, y le ofreció al socialismo el tercer casillero.
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Maximiliano Pullaro y el socialismo de Santa Fe.
Esa oferta fue el puntapié inicial de las horas más frenéticas. El socialismo no se conformaba con un tercer lugar porque entendía que no tenía asegurada la renovación de la banca de Mónica Fein. A su vez, Pullaro les exigía que, para sumarse, debían ser diputados que les respondan a él -y no al discurso de oposición dura a Milei-. En el medio, la interna entre bonfattistas, proclives a acordar, y lifschitztas, duros en las negociaciones, se tensionaba. Estaban entre la espada y la pared: ir por afuera con el riesgo cierto de diluirse o aceptar el acuerdo no tan beneficioso que ofrecía Pullaro.
Una vez acordado el frente, empezó la discusión de los nombres. Sonó fuerte el de Enrique Estevez, ministro de Ambiente, pero el socialismo no quiso interrumpir su gestión y, además, cuenta con un apellido de tradición progresista, algo que para enfrentar a la tropa de Milei podía ser contraproducente. Terminó surgiendo el nombre de Pablo Farías, exministro de Gobierno de Miguel Lifschitz, baqueano en la rosca legislativa -fue presidente de la Legislatura y es presidente del interbloque Unidos-, oriundo de Santa Fe capital y de perfil mucho más sobrio.
Quién es quién en la lista de Provincias Unidas
El resto de la lista se resolvió sin problemas. La Unión Cívica Radical colocó en el tercer casillero a Melina Giorgi, la diputada radical que tenía que renovar su banca y es, hoy por hoy, la única legisladora pura que tiene Pullaro en el Congreso. El cuarto espacio fue para Elijo Creer, el sello nacional de Pablo Javkin, quien ungió a su jefe de Gabinete Rogelio Biazzi. Más que una oportunidad de tener un diputado, ese lugar le otorga al alcalde rosarino una validación como socio mayoritario de Unidos, espacio que ocupan desde siempre la UCR, el PRO y el PS.
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Rogelio Biazzi, el representante de Pablo Javkin en la lista de Provincias Unidas en Santa Fe.
Algo similar sucedió con el Partido Demócrata Progresista. En el acta que había conformado la alianza provincial para las elecciones convencionales, se dejó constancia que los cuatro partidos mencionados, más el PDP, son los únicos constituyentes del frente. Esa condición se respetó en el armado de la lista de Provincias Unidas y por eso el quinto lugar fue para una mujer de la democracia progresista: Natalia Corona, una rosarina que es contadora pública, especialista en delitos económicos y directora de Información Patrimonial en el Ministerio de Justicia y Seguridad.
Ese quinto casillero fue el último que tuvo algo de rosca. Todo indica que en dos años Scaglia acompañará de nuevo a Pullaro en busca de un segundo mandato en la Casa Gris, por lo que liberará una banca que deberá ocupar una mujer de la lista. Como en Provincias Unidas son optimistas y creen que se quedarán con tres de las nueve bancas en juego, la esperanza que tienen es que Giorgi renueve su mandato y la que reemplace a la aún vicegobernadora sea la tercera mujer de la lista, el casillero que se llevó Corona.
El criterio para completar el resto de los lugares fue que haya presencia de todos los partidos que conformaron la alianza. De esta manera, el partido GEN -que responde a Margarita Stolbizer a nivel nacional- se quedó con el sexto puesto para Fabián Peralta, exdiputado y subsecretario de Personas Mayores en el Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano. El séptimo espacio fue para la pastora evangélica y concejal de El Trébol, Nadia Doria, figura del Partido UNO que responde al pastor, diputado provincial y convencional constituyente Walter Ghione.