Martín Llaryora apura el proceso de recambio en el PJ de Córdoba con Miguel Siciliano a la cabeza
El nuevo ministro asumirá tareas clave y se proyecta como candidato para la ciudad. Mensaje a Daniel Passerini, Juan Schiaretti y Alejandra Vigo. Sus funciones.
El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora junto a Miguel Siciliano, Daniel Passerini y Javier Pretto.
La estadía de Miguel Siciliano como integrante del gobierno provincial tal vez sea más breve que su paso por la Legislatura. Desde ayer, confirmado como ministro de Martín Llaryora, pocos dudan que cuenta con la mejor oportunidad para cumplir su anhelo de ser intendente de Córdoba.
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Aún sin asumir formalmente, trámite que cumplimentará el próximo viernes, el aún legislador ya sale al cruce de los rumores que lo ubican en un sitial de privilegio para las elecciones que se celebrarán a mediados de 2027. Desmiente que sea algo en lo que piense ahora, atento a las demandas del relanzamiento de gestión que dispuso el gobernador.
Ya sin boleto al Congreso, prefiere recitar el prospecto para el desempeño al frente de la cartera de Vinculación y Gestión Institucional: articular la acción del gobierno con las entidades de la sociedad civil, actores clave para la construcción política.
Martín Llaryora al mando
Como contó Letra P, Siciliano era uno de los nombres que se barajaban para el rediseño del gabinete llaryorista. Su encuadramiento con el programa del Partido Cordobés, su empeño para ocuparse de cuánto encargo le llegare y el recuerdo de resignaciones personales en nombre del proyecto lo hicieron merecedor de una consideración especial.
Pocos esperaban, empero, su designación en un área en que coincidieran tantos vectores de gestión. Desde su cartera coordinará áreas vinculadas a Deporte, Juventud, Cultos, Centros Vecinales, ONG´s, y centros de jubilados.
Además, absorberá una parte de la problemática que desvela al cordobesismo: la inseguridad. Siciliano compartirá el monitoreo del programa Ojos en Alerta, dependiente del ministerio de Seguridad. También absorberá la Secretaría de Trabajo, asumiendo el diálogo con los gremios, en la antesala de una nueva pulseada por las negociaciones paritarias y con la reforma laboral en el horizonte.
El gobernador Martín Llaryora decidió realizar algunos cambios en su gabinete con el objeto de adaptarlo a las necesidades que demanda la sociedad en el contexto actual.
“Son áreas existentes. Mi desafío será articularlas, vincularlas, aún aquellas que no estén bajo mi órbita. Trataré de ser un nexo, un oído entre la gente y el gobierno. Trabajaré cerca de la sociedad, según me ha encomendado el gobernador”, dice el exconcejal.
La enumeración y las palabras no dejan margen a duda: Siciliano actuará como representante directo de Llaryora ante entidades que organizan la vida en sociedad.
No pocos emparentan su cometido con el de Manuel Calvo, un coetáneo con quien más de una vez se han mirado de reojo. Pero mientras que el ministro de Gobierno concentra su gestión en el interior provincial, con intendentes opositores como target principal, Siciliano recorrerá principalmente la geografía capitalina y el Gran Córdoba.
Mensaje para el PJ
La definición de jurisdicción ratifica al exsecretario de Gobierno de la gestión llaryorista en la intendencia como el poleman en la disputa interna para la sucesión de Daniel Passerini.
Aunque su nombre nunca dejó de circular entre los candidatos, hace meses las apuestas giraban en torno a Héctor Pichi Campana, Rodrigo Fernández, Raúl La Cava o Juan Domingo Viola, funcionarios de reconocida fajina en tierras capitalinas. Coordinación de elecciones en los centros vecinales, admisión de responsabilidades en momentos críticos, gestión de la creciente demanda de asistencia social y coordinación de los CPC fueron tareas que cada uno asumió por pedido del alcalde. Meses después, todos parecen haber sido alcanzados por la marejada libertaria que arrasó el 26 de octubre.
Claro que los resultados en la capital, donde la fuerza violeta se impuso en 93 de los 119 circuitos, acumulando una diferencia de casi 20 puntos, han movido a una revisión aún más profunda. Los apuntados por la magra cosecha, por encima de los mencionados, son los referentes del PJ en Capital, el propio Passerini y la senadora Alejandra Vigo.
Siciliano Llaryora Schiaretti
Miguel Siciliano junto al gobernador de Córdoba Martín Llaryora y Juan Schiaretti.
No pocas voces llaryoristas señalan falencias en el trabajo de fidelización de adhesiones. Apuntan también a dos problemas específicos de las mencionadas figuras: al intendente le achacan una gestión opaca, de decreciente aprobación popular; a la mujer fuerte del peronismo le diagnostican un fin de ciclo acelerado por las limitaciones de una construcción que no cuidó modales.
Entre esas críticas recobró valor la tarea de Siciliano, quien se ha mostrado como un todoterreno capaz de defender la gestión llaryorista de los embates opositores en la Unicameral y, simultáneamente, presentar batalla discursiva a la gestión de Milei en la Córdoba fiel al “León”.
Según interpretan, Siciliano podría contar con recursos económicos que ayudarían a aliviar las urgencias que atraviesa el municipio. Por si fuera poco, recuerdan que buena parte de las complicaciones que atraviesa Passerini devienen de compromisos firmados por su antecesor, y desconocidos en su paso a la gobernación, así como por la decisión de éste de refinanciar una pesada deuda externa para que impacte de lleno en el cuatrienio 2023/2027.
También relativizan que el nombramiento del esposo de Victoria Flores, ministra de Ambiente de la provincia, oficie como consagración anticipada. Aunque subrayan la vigencia de un buen vínculo, apuntan que aún no reúne un consenso transversal. Pragmático como principal virtud, creen que deberá ganarse la confianza de un electorado aún reacio.
Miguel Siciliano, flamante ministro del gobierno de Martín Llaryora
Miguel Siciliano, flamante ministro del gobierno de Martín Llaryora
El análisis se cierne sobre todo al jabonoso terreno de la Justicia. Este lunes quedó confirmado el fin de ciclo para Juan Manuel Delgado, el fiscal general que llegara para mantener una adecuada sintonía con el Círculo Rojo. Lo reemplazará Carlos Rubén Lezcano, un juez de control de peso entre pares y respetado por los fiscales que demandan recursos para el combate del delito. También un abogado peronista que participó de la avanzada de cuadros delasotistas en Tribunales al inicio de los ciclos de gobierno peronistas.
Sobre esas vacantes, se ha contado ya, Llaryora pulirá un armado cada vez más propio, con el '27 como destino. La misma fecha marca hoy el boleto del “Negro” Siciliano.