Con la llegada de María Eugenia Vidal, emisaria de Mauricio Macri, el PRO de Córdoba inició formalmente el proceso de reconstitución de sus tejidos. Con una nutrida agenda, que arrancó este viernes por la tarde y se extenderá hasta el mediodía del sábado, la diputada nacional sentó bases para un trabajo coordinado al interior del partido amarillo.
La actividad más concurrida se realizó en la cálida noche del viernes y tuvo como protagonistas a un centenar de dirigentes de toda la provincia. Entre ellos seis intendentes puramente amarillos: José Ludueña, de Villa del Prado; Facundo Manzoni, de Viamonte; Sara Majorel, de Marcos Juárez; Miguel Pittaro, de La Granja; Adela Arning, de Mendiolaza; y Pablo Cornet, de Villa Allende.
Hablaron del contexto nacional y provincial, pero el foco estuvo puesto en sus gestiones. La necesidad de tener mejores herramientas y capacitación para la implementación de políticas públicas, afinar los mecanismos de control interno en los municipios y monitoreo, la necesidad de un mayor federalismo económico, fueron algunos de los temas conversados.
Armadora oficial del macrismo en la provincia, Soher El Sukaria acompaña a Vidal en todo su periplo. Recientemente designada como interventora de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, la exdiputada obra también como la encargada del rearmado mediterráneo para el proceso de renovación de autoridades partidarias que debería concretarse en febrero del año próximo.
Voces amarillas destacaron que se trató del primer contacto directo de referentes nacionales con dirigentes de trajín territorial desde las PASO del 2023, en las que Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich dirimieron las candidaturas para la presidencia y la Cámara de Diputados.
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Un año después, con el mapa político completamente trastocado por la consagración de Javier Milei, muchos de quienes se embanderaron en aquella lucha entre palomas y halcones esperan coordenadas precisas para sus próximos vuelos. Otros han migrado sin miramientos al Partido Cordobés, plataforma de gestión del gobernador Martín Llaryora.
Las alternativas del PRO en Córdoba
Del grupo de intendentes la atención se concentró en tres nombres. Por un lado, Majorel, intendenta de la ciudad que fuera kilómetro cero de Juntos por el Cambio (por entonces Cambiemos) hace ya diez años.
Por entonces, el hombre fuerte era Pedro Dellarossa, hoy ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, uno de los primeros dirigentes amarillos en saltar al gobierno provincial. La decisión le valió un inmediato distanciamiento con su sucesora, a la que había elegido como heredera hace sólo dos años.
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Por otro lado, el trío de alcaldes del corredor de Sierras Chicas, región clave para el mapa político provincial. Ni bien asumieran, Pittaro, Arning y Cornet dieron impulso a la conformación de un grupo de mandatarios opositores al peronismo cordobés. Conocido como G6 del departamento Colón, incluye a pares cambiemistas de La Calera, Jesús María y Río Ceballos. Juntos han establecido una agenda de problemáticas comunes, primer paso para la mentada integración regional
Pensado como contrapeso al oficialismo, no se han levantado de las mesas tendidas por Llaryora a través de entes y comunas. Tampoco han dejado de mostrar un juego propio con el que se acercaron a importantes figuras del gobierno nacional como la vicepresidenta Victoria Villarruel o la ministra de Seguridad.
El operativo contención
Ese mismo juego de los jefes comunales identificados con el macrismo había merecido visitas estratégicas de Guillermo Dietrich. Meses después, tras la interna que devolviera a Macri a la presidencia partidaria, no parece haber márgenes para díscolos. Mucho menos con el PJ y la UCR en plena temporada de caza.
Además de trato personalizado, la visita de Vidal, reafirma un renovado interés por dotar de capilaridad territorial al armado, un pendiente que no pudo concretarse siquiera en los tiempos dorados de la década pasada.
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Soher El Sukaria acompañó a María Eugenia Vidal en una recorrida por la zona norte de la ciudad de Córdoba.
Con el Comupro -ente de autoridades municipales amarillas y vecinalistas- en pleno letargo, la ausencia de ligazones colectivas torna imperiosa la necesidad de reconstrucción de vínculos sólidos entre intendentes tironeados por seducciones y necesidades varias.
Este sábado es el turno para concejales y tribunos de cuenta de distintas localidades. “Es la primera capacitación conjunta. Queremos tejer una red para organizar la plataforma de trabajo hacia adelante. Compartimos experiencias en cada ciudad, con metodologías comunes para problemáticas comunes”, sintetiza una calificada voz.
Como contara Letra P, además de contención a una tropa que lucía dispersa, las jornadas sirven para compartir información que podría exponer falencias de un gobierno provincial que sigue sembrando anzuelos a su alrededor. Reacción a su cooptación, Llaryora no tiene el trato deferencial que merecía su antecesor, Juan Schiaretti.
Con el relanzamiento de la Fundación Pensar como pretexto, el juego en tándem entre la exgobernadora bonaerense y El Sukaria procurará reactivar los mecanismos de un partido que parece aletargado y a merced de estrategias ajenas, ya de una UCR empoderada, ya de un Milei envalentonado.
Conscientes de ello, desde el entorno de la concejala en uso de licencia enuncian un discurso con destinatarios exógenos: “el partido no desapareció ni está subsumido a otra fuerza. No nos corre la necesidad de ninguna alianza, actual o futura”.
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El macrismo quiere a Oscar Agost Carreño ¡afuera!
Las mismas voces destacan también la reanudación de un necesario debate, hoy escasamente abonado por las autoridades del PRO Córdoba. En particular el diputado Oscar Agost Carreño, hoy plenamente integrado a Hacemos Coalición Federal, el proyecto sobre el que Schiaretti pule sus sueños nacionales.
“Están trabajando con una agenda distinta a la de nuestro partido. Será difícil reconstruir con ellos, que tienen un juego abierto con Llaryora. Debe ser por eso que no activan ni quieren discutir. Ni siquiera convocan a los órganos partidarios. Necesitamos recuperar institucionalidad”, musitan pregoneros que extienden sus recelos a los operadores bullrichistas con los que disputan un juego de llaves territoriales.