Los intendentes de un peronismo detonado en Chubut empezaron a darle forma a otra pata compañera del frente multicolor que amasa el gobernador Ignacio Torres. Con discurso provincialista y el escudo de la gestión como herramienta para defender los intereses locales, Othar Macharashvili, el intendente de Comodoro Rivadavia, se puso al frente de la movida en la Patagonia.
Othar es el sheriff. referencia del bastión del peronismo y arrastra detrás de sí otras dirigencias justicialistas. Además, se despega de un PJ revulsionado que no le hace lugar y hace equilibrio para salvar la ropa frente a unas elecciones legislativas que asoman complicadas. “Lo que esperamos los intendentes es que el año electoral no perjudique a las gestiones”, dice Othar a Letra P.
Presentó en sociedad su aparente nuevo destino como la aspiración de “un frente de gestión”. Una forma de desmarcarse del PJ estallado, pero también una rosca en la que un sector peronista rumbea para camuflarse en el espacio que Nacho Torres bautizó como Despierta Chubut.
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El gobernador de Chubut Ignacio Torres tiende puentes firmes con el intendente peronista de Comodoro Rivadavia, la ciudad más importante, Othar Macharashvili.
A la sombra de los abundantes recursos que derraman de la provincia, uno de los pasos más visibles en los últimos tiempos fue el del intendente de Puerto Madryn, otra ciudad clave en el entramado chubutense, Gustavo Sastre.
Nadie ha blanqueado del todo que haya un interés de compartir listas legislativas este año, pero hay pistas. El calendario electoral asoma en el horizonte cercano y también se otea el 2027.
No es sencillo adivinar qué boleta conjunta podrían urdir el oficialismo y las intendencias peronistas, si efectivamente llegan a ese punto, porque hay un cruce de intereses y la UCR y los sindicatos petroleros también cocinan ambiciones.
Othar usa una fórmula para confirmar el acercamiento y dejar que se entienda que el nuevo armado incluso puede tener un costado electoral compartido, pero marca una línea. “El límite es Javier Milei”. Piensa que desde hace tiempo la dirigencia cambia de espacios eleccionarios y cruza identidades.
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Imagina una construcción similar a la que florece en otras provincias de la región. “Hay que entender lo que está pasando en el contexto nacional, tanto Río Negro como Neuquén han armado un frente común con todos adentro, y situaciones similares suceden en otras provincias como Córdoba o Mendoza”, recuerda.
“El que conduce esta provincia es el gobernador Nacho Torres. Debemos estar todos, aun con diferencias ideológicas, defendiendo un mismo proyecto", marca el comodorense y añade que en Chubut "hay que tener una agenda común y defender lo que se necesita". "Si el Estado Nacional no devuelve los fondos que le corresponden a los chubutenses, vamos a hacer un frente común”, agrega.
El gobernador insistió en las últimas horas. “Creo en un frente provincial, siempre lo dije, hay que darle forma", dijo. Othar devuelve gentilezas. “Tengo una responsabilidad institucional más que política, pienso en frentes de gestión y no tanto en la cuestión electoral", recalca.
Chubut sólo renueva dos bancas en la Cámara de Diputados este año. Terminan los mandatos de Ana Clara Romero, del PRO, una firme aliada del gobernador y candidata a ir por la reelección; y la peronista Eugenia Alianiello, quien luce debilitada luego de haberse plegado a la frustrada lista del PJ nacional del riojano Ricardo Quintela.
Un peronismo herido y desbandado
La lapicera del sello del PJ la maneja el kirchnerista Gustavo Fita, apadrinado por el senador Carlos Linares, pero la dispersión achica el poder de fuego del partido y deja los mejores pedazos de la torta en manos de las intendencias. Por eso hacen pata ancha Othar, Sastre y los jefes comunales que se suben al nuevo carro del provincialismo. Hasta el exintendente de Comodoro Juan Pablo Luque tiene aspiraciones, porque se le reconoce que en 2023 hizo una elección decorosa por la gobernación, en un contexto extremadamente complicado.
La gestión de Mariano Arcioni dejó un severo trauma para el peronismo chubutense. Fue una administración tan cuestionada que hasta Luque, como candidato del partido oficialista, hizo campaña en 2023 como si fuera un opositor.
Además de una inconmensurable cantidad de heridos, el peronismo entró en un desbande. No tiene liderazgos claros. Perdió potencia electoral y la posibilidad de la unidad es un espejismo. Comodoro se salvó de esa debacle y por eso Othar todavía pisa fuerte, con sus 67 años a cuestas y una experiencia que le reconocen propios y extraños.
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En esa movida para probarse otras ropas que no sean las peronistas, hizo una recorrida en distintas intendencias, de diversos colores políticos, contagiando el nuevo clima de consenso con Torres. Hubo abrazos y fotos con el compañero Sastre; con Gerardo Merino (Juntos por el Cambio) en Trelew; Mariel Peralta, de Rada Tilly; el radical Damián Biss, de Rawson; y los compañeros Dante Bowen (Dolavon) y Sebastián Balochi (Sarmiento).
Aprovechando el desorden del PJ, que pone en juego una banca, La Libertad Avanza quiere dar el zarpazo. César Treffinger, la cara más visible del espacio, ya es diputado. El sector libertario está a la búsqueda de otra figura que le permita competitividad. Los caciques municipales, con Othar a la cabeza, quieren cortarle el paso a la avanzada libertaria.