El peronismo de Chubut se asoma este domingo a un desafío que tendrá impacto nacional: busca sostener un invicto de 20 años haciendo un difícil equilibrio entre mostrar un frente “unido” pero a la vez potenciar a su candidato, Juan Pablo Luque, que para traccionar se ve obligado a marcar distancias con el gobernador Mariano Arcioni, que carga con una mala imagen en la provincia.
Luque es intendente de la ciudad más poblada de la provincia, Comodoro Rivadavia. Se jacta de que gestiona “el municipio mejor administrado del país”. La alianza que sostiene su candidatura la integran ocho partidos, bajo el sello “Arriba Chubut”, y eso dispara sordas pujas e intereses encontrados.
Operativo Despegue
En las últimas semanas el candidato peronista exacerbó su operación de despegue de su (no tan) “compañero”, el gobernador Arcioni: “su gestión no fue buena”, definió Luque sin medias tintas y recordó que en 2019, cuando Arcioni logró su segundo mandato, no apoyó su candidatura sino la de Carlos Linares.
Linares fue antecesor de Luque en la intendencia de Comodoro y es un actor político de relevancia: hoy es el único senador del peronismo chubutense y preside desde 2020 el PJ provincial. Linares es kirchnerista y se presentó en 2019 como candidato a gobernador con el sello del Frente Patriótico Chubutense y perdió contra Arcioni. Tras cerrar la grieta que el panperonismo arrastraba desde los tiempos en que señoreaba Mario das Neves, en esta campaña Linares banca a Luque con mensajes contra “el modelo de país que nos quieren imponer los porteños”.
Como la elección tendrá impacto nacional, el peronismo también juega a que el resultado ponga a Chubut en un lugar parecido al de Córdoba, y no al de San Juan o San Luis. En las jurisdicciones de Cuyo, Juntos por el Cambio concretó un par de cambios de época, pero en la capital mediterránea se tuvo que tragar el gran sapo: a Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta los hicieron “viajar al pedo” para asistir al fracaso de Rodrigo de Loredo.
Los presidenciables de JxC buscarán este domingo la revancha: una foto de la “unidad” donde las sonrisas se impongan a las caras de pocos amigos. A contramano, la estrategia de Luque es apartarse de la puja nacional y “abroquelarse en la provincia”. Sea cual fuere el resultado, nada impedirá que la lectura de los resultados pegue un salto por sobre las fronteras patagónicas. De hecho, el candidato peronista denunció que la campaña de su principal rival, el senador del PRO Ignacio Torres, “la paga la Capital Federal”.
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El gobierno chubutense afronta un duro y extendido conflicto educativo, polémicas por la Ley de Minería, un fuerte endeudamiento que demoró hasta el pago de salarios estatales y cuestionamientos a sus políticas de Seguridad. El peronismo viene de una dura derrota en Trelew y ojea las encuestas de la oposición, que le otorgan una ventaja a Torres, secundado por el radical Gustavo Menna.
La campaña se agitó notablemente en el último tramo: hubo incidentes violentos en un acto de Luque en Trelew y acusaciones cruzadas.
Hasta el calendario electoral ingresó en terreno de especulaciones: Chubut vota en el cierre de sus vacaciones de invierno, y además en un fin de semana largo producto de que este viernes es feriado porque se recuerda la llegada del primer contingente de inmigrantes galeses a las costas provinciales. Una lectura es que el oficialismo puede sacar provecho del manejo del aparato estatal de la provincia y los principales municipios, desalentando la participación de un voto más autónomo o menos condicionado por los sellos partidarios.
Grietas que vienen de arrastre
Las fragmentaciones del oficialismo chubutense vienen de arrastre: Arcioni quedó al mando de la provincia tras el fallecimiento de Das Neves, en octubre de 2017, cuando era gobernador. Tras la victoria de 2019, quedó sin reelección disponible. Blanco de severos cuestionamientos, consiguió para este año una candidatura marginal: se presenta como aspirante al Parlasur.
Las internas del panperonismo saltaron a la luz incluso cuando a fines del año pasado logró el estratégico paso de eliminar las PASO provinciales, aunque hubo cuatro legisladores del propio oficialismo que votaron en contra de esa medida. Las grietas quedaron en evidencia también porque en esa misma ocasión Arcioni se quedó con las ganas de imponer una suerte de Ley de Lemas. Uno de los que petardeó el proyecto fue Luque, que empezó más temprano que tarde su operativo de despegue del gobernador. Los resultados dirán si esos gestos encadenados fueron suficientes para diferenciarse.
El gran paso en ese sentido lo dio durante el debate de candidatos la semana pasada: “no me siento parte del oficialismo; yo con Arcioni no tengo absolutamente nada que ver porque veo que algunos me lo quieren endilgar todo el tiempo”, dijo. Sus opositores se regodean recordándole que su postulante a vice es justamente quien ocupa actualmente ese cargo: Ricardo Sastre, exintendente de Puerto Madryn, donde ahora gobierna su hermano Gustavo Sastre.
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Coincidencias. Los mellizos Sastre, de Puerto Madryn al poder provincial.
Núcleos políticos
El núcleo político chubutense está desperdigado en varios puntos. Rawson es la capital administrativa de la provincia: allí Damián Biss, presidente del comité provincial de la UCR, buscará revalidar su intendencia, después de amagar con una interna contra Torres. Biss salió mal parado de la elección interna en Trelew, donde apostó a la precandidatura de Federico Massoni, mientras que Torres salió ganancioso como padrino del triunfador.
Trelew es algo así como la capital política y en las elecciones municipales de abril, por primera vez en dos décadas, el peronismo perdió en esa ciudad. Gerardo Merino, de Juntos por el Cambio, fue electo intendente con comodidad contra Emanuel Coliñir, del Frente de Todos. El intendente Adrián Maderna llegó a ese cargo en la lista de Das Neves, pero ahora es referencia de Juntos por el Cambio y apoya a "Nacho" Torres.
La sureña Comodoro Rivadavia es la ciudad más poblada: allí, el actual viceintendente de Luque, Othar Macharashivili, se juega contra la diputada nacional del PRO Ana Clara Romero.
Otras ciudades con relativa incidencia son Esquel, Rawson, Sarmiento, Trevelin, Gaiman y Lago Puelo, que acumulan alrededor de un 20 % de la población provincial.
Además de “Arriba Chubut” y Juntos por el Cambio, hay otras tres listas que presentan candidaturas a la gobernación: César Treffinger-Laura Mirantes por Libertad Independiente Chubutense, espacio asociado al de Javier Milei, con expectativas de terciar en la polarización; Emilse Saavedra-Julieta Rusconi por el Frente de Izquierda y Oscar Petersen-Nancy Lobos por el espacio Generación para un Encuentro Nacional.