Othar tiene 66 años, es nacido y criado en Comodoro y viene del palo del básquet: fue jugador, director técnico y dirigente. Formó parte del cuerpo técnico de la "Generación Dorada" y fue Luis Scola el que le aconsejó que nunca se quite el sombrero.
La tradición había nacido en la santacruceña Río Turbio donde, cuenta la leyenda, una mujer le regaló un sombrero a Othar para que no pasara frío. Lo estrenó en un encuentro de la Liga Patagónica de básquet donde estaba presente Néstor Kirchner, hincha de Racing como él. El sombrero lo acompaña a todos lados: se lo puso hasta para entrar a la Casa Rosada y -dice Macharashvili- sólo le piden que se lo saque en la Iglesia y en el Casino.
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Además del funyi, lo que Othar tiene ahora en la cabeza es que el ejido municipal de su ciudad quedó repleto de pozos petroleros hechos durante largos años. “Parece un queso gruyere”, compara con humor el intendente, en diálogo con Letra P. El jefe comunal usa todo el tiempo comparaciones y paralelismos. Para aludir al pasivo ambiental dice que la petrolera de mayoría estatal no se puede mudar como si nada y dejar los problemas bajo la alfombra.
Acuerdo y tensiones con Ignacio Torres
Othar es el tercero de seis hijos que tuvieron Heráclito, llegado desde Georgia después de la guerra mundial, y Ana, inmigrante francesa. Se conocieron en la Argentina y se afincaron en el sur por razones laborales. Othar se metió en política ya en los centros de estudiantes y no paró. Fue concejal de su ciudad, estuvo encargado del Ente Deportivo, luego pasó por la viceintendencia y desde el año pasado es el jefe comunal de Comodoro Rivadavia, la ciudad más importante de Chubut.
Es uno de los hombres fuertes de un justicialismo agrietado y en disputa, pero en esta instancia pone sus energías en la gestión local, después de la derrota panperonista del año pasado, luego de 20 años en el oficialismo provincial. "Somos peronistas, pero no quita que abramos el juego", avisa.
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Tiene buena onda con Ignacio Torres, el gobernador de Juntos por el Cambio, aunque desde ya hay algunos grises e intereses cruzados que en algún momento dejarán más expuestas las tensiones. “Tenemos independencia como municipio. Este es un país federal y los estados provinciales son dueños de los recursos, pero a su vez se explotan dentro de un ejido que tiene su carta orgánica, su Constitución, y un valor fuerte del tema ambiental”, separa los tantos.
Hasta ahora parece haber relativo acuerdo entre el municipio y “Nacho” Torres, pero pueden aparecer grietas: Comodoro contrató a una consultora internacional para que le ponga un monto concreto al pasivo ambiental. Otra consultora de parte de YPF reportará a la provincia su propia evaluación.
La mudanza a Vaca Muerta
El intendente viene teniendo cruces de modo directo con el presidente de YPF, Horacio Marín, que trabajó en firmas petroleras de la zona y que está casado con una comodorense. Marín, que jugó al tenis, dice que quiere aplicar el “Método Djokovic”, que apuesta todas sus fichas a los Grand Slams y desecha los torneos más chicos.
Othar Macharashvili responde con una metáfora de otro tipo. “Es como si fuera un matrimonio. Tenés tres hijos, una mujer y con 60 años le decís que conociste otra realidad, otro amor que te motiva. Entonces, dejás la casa, el auto, la cuenta bancaria, ponés por mes lo que diga el juez y listo… pero no. No alcanza. Con esos hijos tenés otro compromiso y responsabilidad, los vas a tener que ayudar a desarrollarse de por vida. No es un precio. Es un valor”, metaforiza.
YPF se corre de la producción convencional que no genera tanta rentabilidad como la que va a encontrar en Vaca Muerta, adonde muda sus inversiones más potentes. Esa zona de Neuquén no sólo multiplica la rentabilidad neta, sino que hace mucho más rápida la recuperación de la inversión. Como ejemplo básico: si la recuperación de un pozo convencional en la zona de Comodoro puede demorar una década, en Vaca Muerta se hace suficiente con un par de años.
Ante una consulta puntual de Letra P, la empresa destacó que su "plan de racionalización" permite el ingreso de otros jugadores y menores costos de producción. "Se permite de alguna manera dinamizar el sector y generar inversiones para la provincia", agrega la compañía. Son 55 áreas convencionales de distintos puntos del país las involucradas en ese proceso, con cesiones o ingresos de socios. En Comodoro Rivadavia se generó una mesa de seguimiento y "diálogo permanente" de la que participa el intendente. La firma asegura que "se van a analizar todos los aspectos, incluso los pasivos ambientales. Se negocia con Comodoro y se llegará a un acuerdo con el intendente", confían en YPF.
YPF en Chubut: una rentabilidad multimillonaria
Según los números que maneja la municipalidad de Comodoro Rivadavia, YPF tiene una rentabilidad millonaria en dólares en Chubut. La empresa no quiere irse del todo, sino que apuesta a una reconversión de sus activos del área. Se queda, por ejemplo, con un yacimiento que le da buena producción con un sistema de polímeros, que empezó Repsol y se intensificó en los últimos cuatro años. Otras áreas tienen menos rentabilidad: hubo menos inversión y no se desarrolló el mismo proceso.
“Este cambio es un trauma para esta región”, define Macharashvili y afirma que quedan en Comodoro más de 4.000 pozos sellados y entre 600 y 800 empleos menos. Refresca: “Más allá del cambio de operadores, lo que hay es también un cambio de estatus. YPF no es una empresa societaria, sino del Estado. El 51% es del Estado, que pone al ceo, fija la directriz o decide no invertir en tal lugar. Por cuestiones técnico-políticas jamás se hizo valer el hecho de que durante 100 años esta cuenca brindó la energía y los hidrocarburos al desarrollo de este país”.
-¿Los pozos que hizo YPF están literalmente en la propia ciudad?
-Todo dentro de un ejido municipal. El yacimiento quedó ahí. Por eso tenemos tantos problemas geomorfológicos o se alteran las napas de agua. Hay que paliar eso. Una de las áreas que transfieren es área central, que ha tenido el impacto más grande, es el área con menos producción. El crecimiento de la ciudad hizo que quedara el yacimiento adentro, con todo lo que ello implica. El pasivo que generó la explotación está. Si te retirás, transferís el pasivo también.
-¿Entonces qué piden?
-Hay que trabajar en la remediación, por eso estamos haciendo un relevamiento fino.
Othar aclara: “Nadie quiere que YPF se vaya, vamos a trabajar en forma conjunta con quienes quieran venir a seguir esa explotación convencional”.
-¿Cuál es el reclamo concreto que hace la Municipalidad?
-Que YPF sea socia en la reconversión productiva, energética y de conocimiento. Es parte esencial del desarrollo de la región. Comodoro es la capital del petróleo convencional. No pueden decir de golpe que no les interesa más, vender las áreas e irse a otro lado. La provincia busca recursos para hacer obra pública, pero también pretendemos ser socios en proyectos que desarrollen otra economía, para una empleabilidad futura.