CÓRDOBA (Corresponsalía) Los cruces verbales entre la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que agregaron nuevos capítulos al culebrón de la carrera presidencial en Juntos por el Cambio (JxC) quedaron en suspenso y sin garantías tras el Pacto de Happening II. El atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner también los mostró en tesituras diferentes. La novela promete un episodio más y una buena trama este fin de semana en Córdoba ya que, como contó Letra P, la titular del partido amarillo no le pondrá freno a su campaña con miras a las elecciones de 2023 pese a la conmoción que envuelve al país.
Tanto el alcalde porteño como la exministra buscan demostrar que van a poner toda su anatomía para ganar el de la boleta ejecutiva nacional en 2023. Después del cruce retórico a raíz del operativo policial frente al departamento de la vicepresidenta y mientras en el partido amarillo aún procesan la postura divergente de la exministra respecto del intento de magnicidio, Bullrich propondrá a Larreta un duelo territorial en el bastión electoral más importante del interior del país.
Este sábado y domingo, desarrollará en Córdoba una agenda política con dos objetivos centrales: afianzarse como la dirigente con el cuero más duro de JxC y recuperar a los halcones que emigraron al nido de Larreta. Entre otros, Luis Juez, el precandidato mejor posicionado en las encuestas.
Priorizará al sector productivo provincial, con la apertura de sus actividades en La Rural de Jesús María. “El campo pide halcones”, sintetizaba un patricio cordobés la estrategia que encierra la hoja de ruta de Bullrich. Recorrerá el predio, se mostrará con el intendente deloredista Luis Picat; y será la espectadora VIP del remate de ejemplares de raza Brangus y Hereford. El raid agropecuario se completará en la mañana siguiente con una recepción de las autoridades de la Sociedad Rural.
Bullrich seducirá a este colectivo de potencia electoral comprobada, como puede dar fe el gobernador Juan Schiaretti en los sucesivos turnos electorales en los que le tocó medirse. La precandidata amarilla propone “un país sin derechos de exportación” o retenciones cero; mientras que Larreta condiciona la reducción al equilibrio fiscal.
La pata medular de la visita de Bullrich a Córdoba se concentrará en el mundo agroindustrial, lo que marca un giro en su estrategia de armado que, como ya se señaló en Letra P, apunta a lograr el apoyo del Círculo Rojo para apuntalar sus ambiciones nacionales. El armado territorial clásico de la jefa del PRO en la provincia sufrió los efectos del trabajo subterráneo de Larreta, quien logró birlar el grueso de la dirigencia cambiemista que la había ponderado como madrina y referente en el proceso electoral legislativo de 2021.
Esto explica que la expectativa no esté puesta en generar una gran foto de unidad con las figuras aliadas locales, como sí se lo propuso el expresidente Mauricio Macri, que logró la escolta de Juez, Gustavo Santos y Rodrigo de Loredo. Nota al pie: la fantasía se esfumó con un pedido de interna del cofundador de la entente y la amenaza rupturista del líder del Frente Cívico.
Si bien Bullrich propondrá espacios para conversar con sus conmilitones, las invitaciones fueron cursadas con la picardía suficiente para evitar lecturas que refuercen que su estructura se cuenta con los dedos de una mano: la diputada Laura Rodríguez Machado, la senadora Carmen Álvarez, el asesor Sebastián García Díaz y el radical Oscar Aguad. En otras palabras, este sábado, alrededor de las 19 horas se convocó a una reunión de la dirigencia del departamento Colón de Juntos por el Cambio, mientras que el domingo se hará lo mismo con la dirigencia del PRO de la zona.
El baño de unidad lo tendrá con motivo del almuerzo de cierre de campaña en Marcos Juárez, donde se espera una fuerte foto de respaldo a la dupla municipal compuesta por Sara Majorel y el intendente Pedro Dellarossa. Con problemas o no para mantener la expectativa interna ante la avanzada de Larreta, Bullrich se las ingenia para montar el espejismo en un acto preparado de antemano.
Las patas del plan
La proximidad con el campo compone la primera fase del operativo de seducción de Bullrich en Córdoba. La segunda, es ponerle nombre y apellido al patricismo local, tarea que ya desarrolla Rodríguez Machado con sus tour de dirigentes locales para encuentros directos con Bullrich en Buenos Aires. Esta suerte de yerra de dirigentes trata de cercar la avanzada larretista, siempre furtiva pero efectiva.
La mayor expectativa está puesta en el encuentro con integrantes del movimiento en redes sociales denominado “bullrichmanía”. Un fenómeno que el equipo de campaña tratará de potenciar en los próximos meses y consolidar en grandes conglomerados urbanos.
Por otra parte, quienes organizan la gira de Bullrich aseguran que su jefa marcará presencia territorial, pero sin tensionar con la tropa de JxC en la provincia. Tomará distancia del explosivo paso de Macri al insistir con la necesidad de elaborar un reglamento como mecanismo de contención en las provincias sin PASO, siempre priorizando los consensos. Guiño para Juez, que quedó al borde del colapso con el ofrecimiento del exmandatario de pagar la compulsa y la pregunta “¿para qué queremos gobernar Córdoba?”.
En la mesa chica de la presidenciable no cambiaron de parecer sobre la potencia de Juez, más allá de los coqueteos con Larreta. El patricismo sostiene que el mejor posicionado debe ser apoyado, pero que en definitiva la llave del acuerdo la tienen el senador y De Loredo.