CÓRDOBA (Corresponsalía) Recientemente "jubilado como abogado", aunque sintiéndose "activo y con ganas", Oscar Aguad ha vuelto a colocar su nombre en las listas que destacan presencias al fin de los actos partidarios. Tras un sugestivo sigilo desde que culminó el gobierno de Mauricio Macri, solo interrumpido por declaraciones a la prensa y en Tribunales, el exministro de Defensa ha comenzado a elevar su voz. “Guardar silencio fue salud: para mí, mi familia, la gente en general”, aclara.
Ya plenamente integrado en la campaña para la precandidatura presidencial de Patricia Bullrich, en calidad de asesor para articular influencias a nivel nacional, suma su voz a la trova que previene, con severidad, sobre los riesgos de consumar una sociedad, siquiera electoral, con la dirigencia peronista englobada en el versátil rótulo de populista. “Juntos por el Cambio debe tener un límite, que son los populistas. No podemos acordar con ningún espacio populista. Si lo hacemos, se terminó JxC. Hay que tener mucho cuidado con sumar a cualquier peronista”, afirma.
La advertencia no tiene rigurosidad de inventario. Tampoco azotes retrospectivos como las exclamaciones de Elisa Carrió, a quien reivindica como amiga y con quien concuerda en lo básico: “No da lo mismo cualquier cosa en este espacio”. Remarcando su condición de armador de Juntos por el Cambio (JxC), donde ya transitan peronistas de distinta laya, ciñe sus admoniciones a quienes han posado junto a Juan Schiaretti. al que critica más que varias figuras del radicalismo.
“Yo no tengo tan clara la visión que algunos tienen sobre el cometido de Schiaretti. Quienes han venido cometieron un acto de irresponsabilidad política, porque han ignorado a los dirigentes locales. Eso es inadmisible. No se pueden juntar con nuestros adversarios”, enfatiza.
De lleno, también, en la discusión mediterránea, levanta el dedo apodíctico contra el líder cordobesista, a quien pide explicaciones por la duplicación del gasto público en los 24 años de gestión de Hacemos por Córdoba, y a quien hace responsable por diseñar una justicia “no independiente para juzgar al poder” y por usar la pauta publicitaria para tener “una prensa no independiente”.
Alentando las expectativas de un cambio de rumbo, Aguad destaca la fortaleza de JxC en Córdoba, expresada en dos candidatos a gobernador muy competitivos, “que son los que ganaron las elecciones el año pasado”. Uno de ellos es su yerno, Rodrigo de Loredo, quien recientemente transparentó sus intenciones de competir por la gobernación. Con él ha terminado de restituir un vínculo que estuvo afectado “por cuestiones menores”. “Pasó hace unos años ya. La actualidad es bien distinta”, afirma.
El acercamiento no implica trabajo conjunto con la esperanza radical. Tampoco ser parte de su equipo, aclaran en el entorno del diputado. Por encima de eso, Aguad pide mesura, tanto para De Loredo como para Luis Juez. “Hay que establecer el método para dilucidar quién será el candidato a gobernador. Falta tiempo todavía. Hay muchos que están empujando, con malas intenciones, para que esto se adelante y haya una ruptura. Obviamente, alentados por el gobierno de la provincia, que teme perder las elecciones”, afirma.
El consejo remonta a las elecciones celebradas tres años atrás. “En 2015 estuvimos muy cerca. En 2019 cometimos un error tremendo, con dos fórmulas separadas. Esos errores se pagan. Esta vez también estamos muy cerca de ganar y existe la oportunidad de un recambio, pero decir que el modelo está agotado es una frase. Hay que demostrarlo”, afirma.
Silencios
El exministro de Macri asevera que en estos años, durante la pandemia, ha seguido activo, dedicando buena parte del tiempo a la escritura de la continuación de Desarrollo o Pobreza, libro que publicara en 2010. “Estoy viendo si publico el segundo tomo. Recojo mi vasta experiencia en los gobiernos de Córdoba y Corrientes, así como mis funciones en la Nación. Esta experiencia me da la posibilidad de reconocer errores, para no volver a cometerlos”, explica.
De tales errores excluye la gestión Cambiemos. “Ese gobierno tomó el único rumbo posible. O se adopta el criterio del populismo, o se crea el rumbo del desarrollo productivo, donde la gente puede, con esfuerzo, trabajar y progresar. Macri lo logró, no lo pudo consolidar. La exigencia es que ese cambio de rumbo se mantenga en el tiempo. Debe ser una fortaleza para exhibir a la sociedad y a los mercados”, hilvana.
Tampoco se extiende en revisar su responsabilidad como ministro de Defensa en el caso del hundimiento del submarino Ara San Juan, en noviembre de 2017, pese a haber sido citado como testigo y haber sido parte de la investigación, tanto por las denuncias por encubrimiento de información como por el espionaje a familiares de las víctimas.
“No tengo nada que ver con las causas. No fui imputado. Sí Mauricio Macri, quien finalmente resultó sobreseído”, recuerda a Letra P.
De igual manera, aduciendo responsabilidad y respeto por el accionar de la Justicia, se excusa de hablar sobre las causas en que sí resultara imputado: perjuicio al Estado por el acuerdo para condonar la deuda del Correo Argentino y contrabando de armamento a Bolivia en noviembre de 2019, durante el golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales.
Aún considerando crítica la situación actual, Aguad se manifiesta optimista para el futuro. “Creo que viene un tiempo extraordinario, fundamentalmente porque están dadas las condiciones, incluso externas, para que le vaya bien al país. Además, porque tuvimos la experiencia de JxC. Esa experiencia se debe capitalizar favorablemente para que Argentina tenga un gran futuro por delante”, sentencia.