ALBERTO EL CANCILLER

Fernández-Zelensky: el traje más cómodo y equlibrismo global

El Presidente habló con su par ucraniano. Rechazó la invasión rusa y ofreció ayuda humanitaria. Diplomacia en puntas de pie entre Kiev y Moscú.

Al presidente Alberto Fernández le encanta Europa. Desde su llegada a la Casa Rosada, en 2019, ya cruzó el Océano Atlántico seis veces y este viernes, apenas unos días después de bajar del avión que lo trajo de Alemania, mantuvo su primera comunicación telefónica con su par de Ucrania, Volodimir Zelensky, a quien le manifestó su apoyo en “todas las negociaciones para el cese de las hostilidades” iniciadas por Rusia en febrero y le ofreció incrementar la ayuda humanitaria. 

 

Las millas hechas y la solicitud presentada por la embajada ucraniana para realizar la comunicación, que finalmente se llevó a cabo durante 35 minutos este viernes, refuerzan el papel del argentino como presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que lo coloca en una posición que le genera dos réditos positivos: representar al continente en foros y espacios internacionales, como en su reciente participación en el selecto G7, donde demandó una nueva arquitectura financiera internacional que no discrimine a los países de la periferia; y escapar de la crisis nacional y de la interna del Frente de Todos (FdT). La conversación cerró una semana en la que Fernández denunció una corrida cambiaria que buscó desestabilizarlo y anticipó un nuevo capítulo de la disputa que mantiene con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

 

Distintas fuentes oficiales consultadas por este medio resaltaron que la conversación fue solicitada por Kiev a través de su embajada. Según pudo reconstruir Letra P, Zelensky la “venía pidiendo” incluso desde antes de la cumbre del G7 y se terminó de coordinar este miércoles, a través de la mediación del canciller Santiago Cafiero. No es casual, entonces, que el comunicado oficial asegurara que, durante la conversación,  el presidente de Ucrania describió a la Argentina como “un país clave e influyente en América Latina”. “Le transmitió al presidente argentino el trágico saldo de muertes diarias y crisis humanitaria que vive su país producto de la guerra y agradeció las reflexiones, opiniones y apoyo del gobierno argentino a quien consideró un país clave e influyente en América Latina”, difundió la Casa Rosada.

 

“La conversación pone más en valor al Presidente como un referente en América Latina”, le aseguró a Letra P una fuente del Palacio San Martín, que también descartó que el acercamiento de Buenos Aires a Kiev pueda generar cortocircuitos con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, con quien Fernández también mantiene buenos lazos y a quien visitó días antes del inicio de las hostilidades. “Está todo bien con Moscú. Hasta nos apoyan por las Islas Malvinas y piden que nos sumemos a los BRICS”, aseguraron en la Cancillería en relación al pedido hecho por Rusia al Reino Unido para dialogar sobre la soberanía de las Islas y para que la Casa Rosada se sume al grupo que componen Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. 

 

La construcción de esta figura regional parte, por un lado, de la diplomacia del equilibrio que construye Fernández desde su llegada al poder, a través de la cual busca mantener una cierta independencia internacional que parte de la defensa de los derechos humanos y le permite mantener buenas relaciones con actores enfrentados entre sí, como Rusia y Ucrania, Rusia y Estados Unidos y Estados Unidos y Venezuela. Por el otro, ante el poco peso político que tiene América Latina en el mundo y la falta de liderazgos regionales que le puedan competir la representación regional. Ese poder, por capacidad económica y geopolítica, podría estar en manos de Brasil, pero su presidente, Jair Bolsonaro, lo condenó al aislamiento internacional. A la espera de la posible vuelta al Palacio de Planalto del expresidente y líder del Partido de los Trabajadores (PT) Lula da Silva, Fernández intenta aprovechar ese vació para construir su propio camino. 

 

De cara al futuro, el acercamiento del Presidente a Ucrania, luego de que Juntos por el Cambio (JxC) denunciara la liviandad con la que condenó el inicio de la guerra y tras las dudas que sembró su visita al Kremlin pocos días antes, podrá aclarar el viaje que realizará a fin de mes a Washington, donde será recibido por el jefe de la Casa Blanca, Joe Biden. El demócrata hizo de la defensa de la democracia y el repudio a la invasión rusa dos pilares de su política exterior. Por lo tanto, cuando Fernández se siente en el Salón Oval, podrá mostrar sus pergaminos que ahora cuentan, además, con el reconocimiento de Ucrania, el ofrecimiento de ayuda humanitaria y el repudio al accionar del Kremlin, condimentos con los que no cuentan todos los países del continente.

 

Ariel Lijo, candidato a Juez de la Corte Suprema de Justicia. 
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