Maximiliano Pullaro se llevó un diputado del PRO a Provincias Unidas y redobla su apuesta por la tercera vía
José Núñez fichó en el bloque de los gobernadores. El macrismo de Santa Fe cicatriza heridas y se pliega detrás de Scaglia, jefa de bancada. Cómo fue la rosca.
Los operadores de los gobernadores que trabajan en el armado del bloque en la cámara baja lo contaban a Núñez en sus filas desde la semana pasada. Sin embargo, el diputado se había llamado a silencio hasta este lunes, cuando lo confirmó en una entrevista con la periodista María Herminia Grande. Según indicó su entorno, la reserva se debía a que no había tenido aún una bilateral con Cristian Ritondo para contarle las novedades. Los rumores no pudieron frenarse y Núñez tuvo que confirmarlo antes de ver al jefe del PRO en Diputados.
El diputado usó su enojo como combustible para eludir el canto de sirenas libertarias de las últimas semanas. Le repitió una y otra vez a su equipo que estaba seguro que no quería ir a La Libertad Avanza. Es que Núñez forma parte del sector del PRO de Santa Fe que intentó un acuerdo con Romina Diez y se sintió perjudicado: dicen que les ofrecieron dos concejales en Rosario y el cuarto lugar de la lista de postulantes al Congreso y que, cuando fueron a firmar, se encontraron con que había un solo concejal y el casillero que les habían reservado para Diputados era el quinto.
Los reflejos rápidos de Maximiliano Pullaro y Gisela Scaglia
Atentos a eso, Pullaro y Scaglia lo invitaron a sumarse a Provincias Unidas. Uno de los celestinos fue Cristian Cunha, funcionario santafesino del PRO del mismo sector que Núñez. El diputado primero intentó armar un bloque con macristas de las provincias donde no tuvieron acuerdos con La Libertad Avanza que se mueva en sintonía con los gobernadores. La iniciativa no prosperó y terminó aceptando el convite para sumarse a PU. “No necesito pintarme de violeta para seguir acompañando lo que está bien”, dijo públicamente. Fue una de las condiciones que planteó.
“No puedo poner en riesgo la coalición con la que gobernamos, Unidos existe, me guste o no me guste, y el PRO es socio”, le dijo Núñez a sus asesores. “Hasta ahora colaboramos con La Libertad Avanza porque el país era un desastre, pero el gobierno ya está de pie: ahora hay que defender a Santa Fe”, les sumó, explicando la tesitura adoptada y abrazando el relato de los gobernadores. “El interior sigue sin existir”, sintetizó en sus declaraciones públicas.
El PRO de Santa Fe cicatriza sus heridas
Con la decisión de Núñez, el bloque del PRO se queda sin representantes santafesinos. Es una paradoja: hasta ahora tenía cuatro y solo dos terminaban el mandato este año -Luciano Laspina y Germana Figueroa Casas-. Alejandro Bongiovanni, de la Fundación Libertad, anunció el viernes por la noche que se pasaría a La Libertad Avanza. Verónica Razzini ya se había ido del bloque, pero coqueteó con volver hasta último momento, le pidió a Mauricio Macri que intervenga el PRO en Santa Fe y, ante la negativa, decidió fichar con la tropa libertaria. Ni ella ni Bongiovanni son afiliados.
En ese sentido, hay cierta sensación de agradecimiento de su espacio porque Pullaro “nunca tomó represalias”. “Eso tiene un valor”, destacaron. El gobernador no pidió la renuncia de los funcionarios de su gabinete que respondían a los halcones -de hecho, ubicó a Roberto Ryan frente a la IGPJ y envió el pliego de Arístides Lasarte para ser nombrado defensor del pueblo-. Tampoco lo hizo Scaglia, que esquivó los pedidos de expulsión partidaria que le hicieron llegar sus bases en el momento más álgido de la interna.
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José Núñez, el diputado del PRO que fichó con Provincias Unidas de la mano de Maximiliano Pullaro y Gisela Scaglia.
El poroteo de la Cámara de Diputados
Así las cosas, La Libertad Avanza recibió un certero revés en su plan de convertirse en la primera minoría de la cámara baja. Núñez era uno de los diputados del PRO que buscaban convencer para irse al bloque oficialista y achicar la diferencia con Unión por la Patria. Por ahora, el peronismo cuenta 97 bancas a partir del 10 de diciembre, mientras que Martín Menem alcanzó por ahora las 94. Todos los cañones de la Casa Rosada apuntan a que el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, finalmente se lleve sus cuatro diputados del bloque peronista y le dé el golpe de gracia.
Mientras tanto, en Provincias Unidas se entusiasman con ser el tercer bloque y buscan aglutinar a más de veinte escaños. En principio, tienen asegurados diecisiete: seis cordobeses -JuanSchiaretti, Carolina del Valle Basualdo, Miguel Ángel Siciliano, Juan Brugge, Carlos Gutiérrez y Alejandra Torres-, tres santafesinos -Scaglia, Núñez y Pablo Farías-, un chubutense -JorgeÁvila-, dos jujeños -JorgeRizzotti y María Inés Zigarán-, un correntino -DiógenesGonzalez-, un santacruceño -JoséLuis Garrido-, dos porteños -MartínLousteau y Mariela Coletta- y un bonaerense -PabloJuliano-.
Sin embargo, los gobernadores trabajan para sumar más bancas. En principio, le apuntan a radicales como Karina Banfi y Dario Schneider -que responde a Rogelio Frigerio-, y macristas como Álvaro González. También aspiran a sumar a la Coalición Cívica -MónicaFrade y Maximiliano Ferraro-, a Nicolas Massot y a Miguel Ángel Pichetto. El histórico legislador pidió la jefatura del bloque como condición, pero le respondieron que es para Scaglia. A modo de contraoferta, le ofrecieron la vicepresidencia de la Cámara que le toque al bloque.