RÍO CUARTO (Corresponsalía Córdoba) La expectativa de que la riocuartense Adriana Nazario se convirtiera en la embajadora de Sergio Massa en Córdoba parece haber quedado en stand by. Hoy pivotea entre la amistad con el tigrense y la pertenencia al schiarettismo, mientras coquetea con una candidatura a intendenta en Río Cuarto. Con este movimiento, se diferencia en su ciudad de quienes hasta hace un par de años se enrolaban junto a ella en la agrupación justicialista La Militante y hoy reportan al ministro de Transporte, el massista Alexis Guerrera.
La versión de que la expareja del exgobernador José Manuel De la Sota trabajaría en el armado político del tigrense creció fuerte este año, a partir de que ella misma se hizo lugar en la agenda pública. Sin embargo, cuando Massa fue ungido como superministro de Economía, Nazario –que reconoció una relación de cercanía– se encargó de negar abiertamente cualquier participación en un armado político con terminal en Tigre. Además, la referente peronista reivindicó ante los micrófonos de LV16 su pertenencia a Hacemos por Córdoba (HxC) y en su entorno aseguran que hoy prescinde de cualquier alineamiento político nacional.
En ese marco, Nazario, 60 años, contadora pública, impulsora de la paridad aunque como diputada nacional votó en 2018 en contra de la legalización del aborto, adelantó los tiempos. Empezó a jugar con la idea de ser intendenta de Río Cuarto y en su círculo se entusiasman con que esto sea “un primer paso” hacia una candidatura que le reclaman desde hace años, principalmente por su capital en términos de imagen.
"A Nazario la medimos hace un tiempo y es la que mejor está de Hacemos por Córdoba. Agustín Calleri viene después, pero mide muy bien", señaló en diálogo con este medio el consultor político Cristian Buttié. En el mismo sentido apuntan otros sondeos de imagen más recientes, que la ubican como la figura política con mejor imagen en general en la ciudad, por encima también de referentes de la oposición.
Sin embargo, la disputa por el poder local fechada en 2024 todavía no aparece en el radar del electorado riocuartense, aunque la imposibilidad del intendente Juan Manuel Llamosas de aspirar a otro mandato abre un gran interrogante hacia el futuro. Para Buttié, “todavía hay mucha apatía" respecto del escenario local, aunque estima que "el clima electoral empezará después de las elecciones de 2023. Hoy la gente tiene en la cabeza las nacionales, pero solo por la gran incertidumbre económica”.

La Militante, la agrupación que lidera Nazario
En el ambiente local, el ala más entusiasta ve a Nazario decidida a postularse por primera vez para conducir los destinos de Río Cuarto. En las mesas más escépticas, recuerdan el largo historial de operativos clamor desestimados por la dirigente y sostienen que los dos años que faltan para las próximas elecciones locales son una eternidad. Afirman que los turnos electorales nacional y provincial del año que viene pueden cambiarlo todo.
Como sea y pese a todo, algo parece claro: su espacio empieza a ganar músculo y se alista para disputar poder dentro del justicialismo provincial y local.
Massa divide aguas
La agrupación La Militante, que lidera Nazario, tiene a su tropa dentro de la función pública municipal y provincial. Allí revistan el secretario de Deportes, Agustín Calleri; el director del ente de Obras Sanitarias, Cristian Evangelista; el concejal Ariel Bathauer y la concejala Marisa Fernández; el legislador provincial Franco Miranda y el intendente de la localidad de Canals, en la región, Edgar Bruno.
Esa organización política juvenil, tutelada entonces por De la Sota y su pareja, contiene a este colectivo desde hace más de diez años y especialmente en los últimos cuatro, desde la muerte del caudillo cordobés.
En la campaña para las presidenciales de 2019, un sector de este grupo decidió dar el salto al Frente de Todos. Quien hizo cabeza de playa en el Ministerio de Transporte de la Nación fue Marcos Farina, para que luego desembarcaran en esa cartera Alejandro Storello, Mariela Mariano, Juan Manuel Escudero, Leticia Paulizzi y Javier Parsi, también de Río Cuarto. Quedaron en esa ciudad, al frente de las delegaciones nacionales, Darío Peralta en Anses, Daniel Moreno en Empleo y Fabián Oliva en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. En el tablero provincial, bajo el paraguas de la agrupación “La José Manuel”, se diferencian tanto del schiarettismo de HxC como de la gestión de Llamosas.
En paralelo, Nazario mantiene un vínculo cercano con Massa a partir de la relación política que entablaron cuando De la Sota y el tigrense crearon el frente UNA (Unidos por una Nueva Alternativa) para competir en las presidenciales 2015.
Más allá del cisma que se abrió con la llegada del Frente de Todos a la Casa Rosada, hay otras variables que colaboran para mantener la divergencia política entre ambas facciones. Una de ellas es que la política mediterránea tendrá el año que viene una renovación dirigencial de fondo después de 24 años con De la Sota y Schiaretti en el poder.
En ese marco, Nazario salió a exhibir su capital político, pero evitó las definiciones taxativas, tanto en la provincia como en Río Cuarto. Se ubicó dentro de Hacemos por Córdoba junto al intendente Martín Llaryora, pero dejó en claro que trabaja en el territorio formando cuadros propios para disputar poder. En ese marco, se definió como amiga de Massa, pero aclaró que no es su aliada. Probablemente, el correr de los meses y la proximidad del año electoral cordobés saquen a la dirigente del terreno de las indefiniciones.