#27M INTERNA PJ

Subcomandante Máximo

Desde el borde del FdT en el que se ubicó con el portazo en Diputados, Kirchner logró legitimar la conducción partidaria en Buenos Aires. Siembra para 2023.

LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) En medio del mar embravecido en el que navega el Frente de Todos (FdT), el hombre cierra este domingo surfeando con éxito la segunda gran ola de la semana. Máximo Kirchner debe estar como Riquelme. Desde su trabajoso y enroscado arribo al trono del Partido Justicialista (PJ) bonaerense, el de este #27M es su segundo gran logro. El primero: licuó las diferencias y, desafiando el anuncio del presidente Alberto Fernández de dirimir liderazgos en internas, bajó la orden y logró listas de unidad en 124 de los 135 distritos. El otro es el resultado que sus embajadores directos o sus socios lograban al cierre de esta nota en los 11 municipios donde hubo contienda. El diputado que pateó el tablero tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el que plantó bandera y empujó a la coalición de gobierno hasta el borde del abismo y el jueves 24 golpeó la mesa sacando a la calle a una marea de militantes termina de enderezar el barco de la mayor estructura institucional del peronismo de Buenos Aires, plataforma de lanzamiento para el partido grande de 2023. Ganan él, el massismo y los intendentes, con la mayoría de los cuales tejió la alianza a través de la cual se quedó con el sello partidario.

 

Paradojas de una coalición desquiciada: como una suerte de Marcos, el subcomandante Máximo legitimó la conducción partidaria desde la casi clandestinidad a la que decidió pasar cuando renunció a la presidencia del bloque de Diputados y juntó votos en contra del acuerdo con el Fondo que impulsaba el Gobierno. O no. Quién está más adentro y quién más afuera del Frente de Todos es una discusión abierta en el campo minado del combo panperonista.

 

La trinchera San Isidro 

El triunfo del sindicalista José Luis Casares en San Isidro, que desplazó al oficialismo representado por Patricia Castro y apadrinado por el canciller Santiago Cafiero, es una de las batallas ganadas por Kirchner en la guerra con el albertismo neonato. Allí, el resultado fue abrumador en favor de la lista que llevó de primer congresal al histórico Pato Galmarini y fue empujada por el camporismo, la presidenta del bloque del FdT en el Senado de Buenos Aires, Teresa García, y Sebastián Galmarini, director del Banco Provincia: 65 a 35 por ciento al cierre de esta nota. Goleada.

 

Las palabras de los ganadores son música para los oídos del jefe de La Cámpora. “El resultado indica una realidad incontrastable, es con la gente adentro”, dijo García parafraseando a Kirchner, eligiendo centrar el mensaje en la marcha de la economía que preocupa al kirchnerismo duro, al gobernador Axel Kicillof. Galmarini padre fue igual de áspero. “En San Isidro -cristineó el exfuncionario menemista-, no solamente nos encontramos con funcionarios que no funcionan; además, tenemos funcionarios que no militan. Para pensar el triunfo del Frente de Todos en 2023, necesitamos ganarle a la inflación y mejorar la calidad de vida de los argentinos; ello requiere de más eficiencia en la gestión y de funcionarios comprometidos y solidarios”. Teléfono para la Casa Rosada.

 

Un repaso rápido por otros frentes de batalla. En San Miguel, el concejal Juan José Castro seguirá comandando al PJ. Al cierre de esta nota, el dirigente, que contó con el apoyo del camporismo y el Movimiento de Unidad Popular, le sacaba 20 puntos de diferencia a su competidora Stella Maris Vuillermet, presidenta del Foro de Géneros sobre Abuso, Violencia y Trata de Personas. En Tres de Febrero, Juan Debandi (La Cámpora) se impuso al exdiputado Horacio Alonso y al exministro de Salud bonaerense Alejandro Collia y jubiló al histórico barón Hugo Curto, que apoyó al médico con conchabo en el ministerio que conduce Carla Vizotti.

 

En Chascomús también ganó el candidato de La Cámpora, Alfredo Machín. Aunque por pocos votos, se impuso a Mariano Fernandino, hijo del exintendente Norberto Fernandino, bancado por el PJ tradicional. En General Pueyrredón (Mar del Plata), al cierre de esta nota, el dirigente gremial de Luz y Fuerza Eduardo Coppola le arrebataba la presidencia del partido al actual titular, Manuel Rapacioli. Coppola fue apadrinado por la titular de la ANSES, la camporista Fernanda Raverta. “Hemos derrotado a Montenegro”, decía esta noche la dirigencia marplatense ganadora, en alusión al apoyo que -sostiene- el intendente macrista prestó al peronismo oficialista.

 

Los resultados en los distritos antes mencionados resultan clave, además, para el ordenamiento de cara a las elecciones del año próximo. En todos, gobierna Juntos y la interna de este domingo perfila -aunque no de manera definitiva- a los posibles competidores del peronismo por los sillones municipales.

 

La Costa tiene una particularidad: es el único distrito de los 11 en los que hubo interna que está gobernado por el peronismo. Allí se impuso la lista que lideró Juan de Jesús, que llevó como candidatos a congresales al diputado bonaerense y funcionario de la Jefatura de Gabinete Juan Pablo de Jesús y al intendente local, Cristian Cardozo. La nómina que tiene el respaldo de diferentes sectores políticos que conforman el Frente de Todos se impuso a la liderada por el abogado Carlos Rajoy.

 

Intendentismo

Como contó Letra P, en los distritos donde hubo lista de unidad se impuso el poder de los intendentes o las intendentas, según el caso. En alianza con la mayoría de las jefaturas comunales -a excepción de algunas, como la de Esteban Echeverría, donde gobierna Fernando Gray-, esas presidencias de los PJ locales suman para el hijo de la vicepresidenta. Entre otros y otras se cuenta a Mayra Mendoza (Quilmes), Juan José Mussi (Berazategui), Ricardo Alessandro (Salto), Fabián Cagliardi (Berisso), Nicolás Mantegazza (San Vicente), Leandro Boto (Luján), Federico Achaval (Pilar), Alberto Descalzo (Ituzaingo), Hernán Ralinqueo (25 de mayo), Fernando Moreira (San Martín), Marisa Fassi (Cañuelas), Mariel Fernández (Moreno), Blanca Cantero (Presidente Perón), Pablo Zurro (Pehuajó), Ignacio Pugnaloni (Hipólito Yrigoyen) y Esteban Sanzio (Baradero).

 

También encabezan en sus terruños intendentes en uso de licencia que cumplen actualmente funciones en la Nación o en la Provincia. Son los casos de Ariel Sujarchuk (Escobar), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mariano Cascallares (en Almirante Brown) y Julio Pereyra, jefe territorial de Florencio Varela.

 

La Cámpora gana, además, en perspectiva, pues consolidó su avanzada en la estructura pejotista en los distritos "sin tierra", es decir, donde no gobierna el peronismo. Es una manera de sembrar candidatos para disputarle los ejecutivos a la oposición sin entrar en conflicto con sus socios en la alianza de gobierno. Ejemplos: Tandil, con Rogelio Iparraguirre; Olavarría, con Federico Aguilera; Lanús, con Julián Álvarez, y La Plata, con Ariel Archanco. En Chivilcoy, siembra con la diputada nacional Constanza Alonso. En Junín, La Cámpora también anotó la cabeza de la lista única, con el referente local Andrés Merani.

 

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