NOVENA SECCIÓN

Oposición divergente al acecho

Múltiples candidaturas entusiasman a la oposición, pero la meten en una contienda interna difícil de sostener. Nombres, diferencias y la pelea mayor.

LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Beneficiada por la amenaza constante de ruptura del Frente de Todos y por una crisis económica que apenas da respiros a los sectores populares que suelen acompañar al partido que fundó Juan Domingo Perón, la oposición se entusiasma con retomar el poder en 2023. Los líderes de Propuesta Republicana (PRO), la Unión Cívica Radical (UCR) y -en algún punto y un poco por afuera y otro poco por adentro- los espacios ultraliberales se aferran a eso y a mantener sus múltiples partes unidas para lograrlo. ¿Alcanza con eso? Pese a lo que dicen en público, ninguno tiene la certeza y, por ignorancia o impericia política, no logran sortear en el inicio de la campaña sus propias diferencias internas y amalgamar una plataforma de gobierno única para tener un impulso propio con sello distintivo. 

 

Buenos Aires tiene una particularidad que todos los sectores atienden: no hay balotaje, es decir, la gobernación se gana por un voto. Aún con los obstáculos mencionados, Axel Kicillof buscará su reelección. Enfrente tendrá a una alianza en ebullición que hasta el momento presenta cinco candidatos amarillos -dos de ellos, en un mano a mano de gama alta-; una postulación en veremos por parte del radicalismo y el recién lanzado José Luis Espert, en representación del espacio libertario.

 

Por antecedentes y por el volumen electoral de sus dirigentes, el PRO es el que muestra mayor fervor y a la vez mayores peleas. El presidente del bloque amarillo en la Cámara baja, Cristian Ritondo, y el diputado Diego Santilli ocupan el centro de la marquesina. El primero cuenta con el respaldo casi pleno del ala dura, incluido el expresidente Mauricio Macri, y la jefa del partido, Patricia Bullrich, que le pidió incluso que fuera su candidato a gobernador, una oferta que el exministro de Seguridad rechazó -por ahora- porque su jefa, María Eugenia Vidal, todavía amaga con competir por la presidencia. El segundo tiene el apoyo explícito del jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, el presidenciable que suele estar en el top de las encuestas y lo llaman varios de los principales dirigentes que no gobiernan sus distritos para hacer recorridas conjuntas. Aun así, aún no logró tener una fotografía con el ingeniero que fundó su partido. 

 

De fondo, se muestran sin tensiones el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, otro de los incondicionales de Macri; el senador bonaerense Joaquín de la Torre, dirigente de extracción peronista que controla políticamente San Miguel; y el jefe comunal de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, el primero de los candidatos de Bullrich en la provincia; un trío del team halcón que se mueve de manera coordinada, pero que algunos de sus aliados políticos, incluidos quienes siguen a Ritondo y Santilli, estiman que declinarán sus aspiraciones en el tramo final de la campaña.

 

Los tres lo niegan; de hecho, desplegaron una amplia campaña de cartelería en los principales puntos de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano. El asesor del Grupo Socma en tiempos en que Macri todavía no soñaba con llegar a la presidencia tiene previsto sumar una gira proselitista en las próximas semanas por San Martín, Almirante Brown, Pilar, Morón y Quilmes. Además, este viernes visitó Ensenada y Berisso junto a su espada legislativa, Adrián Urreli, y marcó fuertes críticas al gobierno nacional por la situación económica y los índices del delito en el conurbano.

 

Mucho no se difundió, pero el que estuvo a punto de ser el candidato número seis del PRO es el alcalde de Pinamar, Martín Yeza. Se lo propuso Larreta, en conjunto con Ritondo y Santilli, la vez que lo visitó en su distrito para que los diputados tuvieran su primera fotografía de unidad, pero el alcalde respondió que no. Al igual que Ritondo al rechazar a Bullrich, Yeza argumentó que espera una definición de Macri, su candidato a presidente por excelencia, quien todavía navega en la incógnita.

 

Envalentonados por la centralidad del diputado Facundo Manes, que aporta discursos disruptivos y concentra una parte importante de los reflectores de la televisión porteña, además de una orgánica partidaria bonaerense sin fisuras, la UCR pide lugares de poder en la alianza y estar de igual a igual con sus aliados macristas. Tiene con qué, tiene el control del interior bonaerense gracias a su numerosa tropa de intendentes -todos hombres- y ganó cuatro de las ocho secciones electorales en la interna con el PRO en 2021. 

 

Su principal debilidad radica en que, pese a los reiterados amagues, aún no logró encumbrar a un postulante para la gobernación. De allí que admitan en privado que están dispuestos a conformar listas cruzadas con el partido amarillo. Los hombres cercanos a Ritondo y Santilli lo saben y en las últimas semanas se animaron a armar borradores con dirigentes del espacio centenario como compañeros de fórmula. Maximiliano Abad, el presidente de la UCR bonaerense, y Karina Banfi, la diputada nacional, entre otros.

 

La tropa ultraliberal en la provincia es el tercer espacio relevante ya lanzado a la carrera por la gobernación. Espert, diputado de Avanza Libertad, declinó sus intenciones de competir por la presidencia y anunció que se postulará como candidato a gobernador de Buenos Aires. Le sobran rabiosos en las redes sociales que empujen su nombre, al igual que menciones en los principales programas con línea opositora. Pese a eso, no haber consensuado con la dirigencia que aún le responde su estrategia electoral hace que parte de su entorno especule con que, en realidad, detrás de su postulación está la mente estratégica de Larreta, que necesita dispersar el voto de derecha que atrae su principal competidora interna, Bullrich. Habrá que ver si en las próximas semanas logra ahuyentar esos fantasmas cambiemitas y contener la sangría de dirigentes, inciada con la legisladora Constanza Moragues Santos y el legislador Nahuel Sotelo, y algunos concejales. ¿Y Carolina Piparo

 

En el mapa general de la oposición, si bien se muestra una amplia cartelera de peleas internas, está claro que los halcones van ganando posiciones para intentar quedarse en el ranking de los mejores libra por libra. Si lo logran, se anticipa una pelea aún mayor contra un peronismo que no se da por vencido y se mantiene -apenas- arriba en las encuestas, pero ve en el horizonte un mar picado que presagia la ola que podría llevárselo puesto como en 2015.

 

Rolando Figueroa y Mariano Gaido firmaron su acuerdo electoral junto a la militancia en Neuquén
Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes. 

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