Solo el intendente de la ciudad de Santa Fe, Emilio Jatón, salió airoso. El resto de los frentes mayoritarios de la capital y Rosario cerraron este viernes pobladas internas, fruto de la imposibilidad de tender acuerdos y la tentación por medirse y probar suerte. En el Frente Progresista, en el Frente de Todos (FdT) y en Juntos por el Cambio (JxC) florecerán mil competencias.
En la localidad más trascendente de la provincia, el intendente Pablo Javkin se concentró en armar una lista propia con los sectores aliados más cercanos, los que lo llevaron al Palacio de los Leones. Más abajo contuvo a otros partidos menores del progresismo.
Sin embargo, casi como una antesala del cierre nacional del 24 de julio, su armado va a la cancha para enfrentarse con el socialismo post Miguel Lifschitz, que va por la “épica” con Verónica Irizar, la persona que rivalizó con Javkin en la interna de 2019. En el medio, para beneficio del intendente y perjuicio del lifschitzmo, se coló otra línea interna del PS, de la mano del exministro de Salud Miguel Cappiello.
En las tribus de Todos explotó todo por el aire en ambas ciudades. De fondo, la pelea más gruesa es entre el gobernador Omar Perotti y el ministro de Defensa, Agustín Rossi, pero en la cuna de la bandera, por ejemplo, La Cámpora armó una nómina propia y el exministro de Gobierno Esteban Borgonovo también se medirá con el aval de un sector del massismo, que no es el mismo que hizo una alianza con Hacemos Santa Fe. Cosas de la política vernácula.
En Santa Fe también se reedita el Perotti versus Rossi, una competencia que adelantó Letra P con varios días de antelación. A la vez, busca probarse una funcionaria del gobierno provincial, Marcela Aeberhard, quien pretende jugar a la avenida del medio. En la capital, el Movimiento Evita juega con el gobernador, pero en Rosario lo hace con el funcionario nacional. Particularidades.
Ante la ausencia de dedos ordenadores, en JxC se dio vía libre para el armado de listas. En Santa Fe, José Corral y Mario Barletta, viejos aliados radicales hoy adversarios, exintendentes, van al mano a mano. Intentará molestar otro sector del radicalismo y el PRO, que conduce a nivel provincial Federico Angelini y tendrá que esforzarse para sostener una banca.
En Rosario, el arquitecto Julián Galdeano es el armador de la lista que lleva como cabeza a Ana Martínez. Angelini, por su parte, le levantó la mano a su coequiper Carlos Cardozo y relegó al segundo puesto a la aliada Renata Ghilotti. En el medio, Roy López Molina apadrina a la lista encabezada por Agapito Blanco.
Como se ve, todos y todas juegan. Prevalece el internismo y la competencia, pero el cierre resultó una buena pista para lo que ocurrirá dentro de dos semanas, exactamente. Es de esperar que el marco de alianzas se sostenga o, al menos, no varíe demasiado. Como para ir entendiendo la política santafesina.