ELECCIONES EN LA RURAL

El Gobierno, entre el desdén y el deseo de que pierda Etchevehere

Basterra cree que, gane quien gane la compulsa de la SRA, la Mesa de Enlace seguirá en terreno opositor. El Gobierno va por otros interlocutores.

El Gobierno observa las elecciones de la Sociedad Rural (SRA) con cierta indiferencia. Considera a las entidades rurales un ente opositor y busca cambiar el interlocutor con el sector agroindustrial. Desde esa óptica, la compulsa entre Daniel Pelegrina y su desafiante Nicolás Pino es, a los ojos del oficialismo, una pelea de menor interés. No obstante, detrás de Pino está el ala más dura del macrismo, con el exministro de Agricultura Luis Miguel Etchevehere como referente. Eso hace que en el Ejecutivo haya una tibia preferencia por la continuidad del actual presidente de la entidad centenaria.

 

Cerca del ministro de Agricultura, Luis Basterra, consideran que la batalla de La Rural es un asunto secundario. Al ministro, dicen, le resulta indiferente. "Son adversarios y se buscan otros interlocutores", resumen desde en esa cartera, la única que mantiene un diálogo cada vez menos fluido con la Mesa de Enlace. La búsqueda de otros negociadores se observa, sobre todo, desde que, a comienzos de este año, el Gobierno decidió cerrar las exportaciones de maíz y negociar una salida con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) y no con las cuatro entidades que batallan juntas desde la resolución 125.

 

La misma táctica se emplea por estos momentos con los ministerios de Desarrollo Productivo y Agricultura negociando la reapertura de las exportaciones con referentes de la mesa de carnes de ese sello nuevo y de espaldas al ente que integran la SRA, Confederaciones Rurales (CRA), Federación Agraria (FAA) y Coninagro. De esas cuatro, cabe recordar, la Sociedad Rural es la única que no se sumó al CAA, en parte por la interna política que atraviesa a la entidad desde el año pasado.

 

Con esa indiferencia como marco, Basterra mira de reojo la elección y se inclina por la continuidad de Pelegrina, una especie de "mal menor" desde la mirada del Gobierno. Pino desafía al presidente de la SRA con el respaldo de Etchevehere, a quien secundó cuando lideró la entidad rural y también estuvo a punto de seguir en la gestión pública como su secretario de Agricultura. Habría, de ganar Pino, escenas de macrismo explícito y, si por un lado quedaría blanqueada la disputa en el plano político -el Gobierno considera a la Mesa de Enlace una entidad opositora antes que gremial-, también sería más tirante una relación que pasa hoy por su peor momento en el año y medio de gestión de Alberto Fernández.

 

A días de la elección en la Sociedad Rural, la Mesa de Enlace dispuso este viernes extender el paro de hacienda hasta el miércoles 2 inclusive. El comunicado ruralista remarcó que, luego de esa fecha, se abrirá una "ventana" de actividad para descomprimir también la necesidad de los productores de despachar animales y evitar un desabastecimiento total en las carnicerías, pero marcó el descontento con el interlocutor que eligió el Gobierno para intentar un acuerdo. "Repudiamos también que algunos integrantes de esta cadena de carne vacuna ofrezcan aumentar los derechos de exportación como parte de la solución, sabiendo que eso afectará directamente el precio recibido por nosotros", expresaron las cuatro entidades.

 

Luego del Zoom de este viernes por la mañana, referentes de CRA, FAA y Coninagro manifestaron que la falta de diálogo con el Gobierno fue uno de los motivos para extender el lock out. "No ha habido diálogo con la producción", dijo Gabriel de Radeamaker, vicepresidente de CRA. "No ha habido ninguna propuesta del Gobierno", coincidió Carlos Ianizzotto, presidente de Coninagro. Ambas entidades integran la mesa de carnes que, con el CAA como paraguas, forma parte de las conversaciones con el Gobierno. Allí se remarca, no obstante, que el diálogo es con los grandes exportadores del Consorcio ABC. Estos frigoríficos propusieron a Desarrollo Productivo ampliar la cantidad de carne que forma parte del acuerdo de precios, pero no obtuvieron respuestas. En la cartera que conduce Matías Kulfas dijeron a Letra P que la medida está en análisis y que también buscaban sumar más bocas de expendio. Remarcaron, además, que la negociación es con esos actores, con intereses distintos a los de la Mesa de Enlace.

 

La tensión entre el Gobierno y la dirigencia agraria tradicional que enmarca la disputa de la Sociedad Rural tiene también su consecuencia en la representación gremial, con un creciente peso de los sectores autoconvocados, más radicalizados, y la presión que significan para una Mesa de Enlace que no encuentra canales de comunicación con el Ejecutivo y ve erosionada su base de legitimidad.

 

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