A pocos días del cierre de listas de candidatos para competir por la Ciudad de Buenos Aires, el PRO entró en estado de ebullición. La disputa se afinca, por estas horas, en la batalla por integrar las boletas con destino a la Cámara de Diputados y el Senado. A raíz del amplio mapa de alianzas que construyó el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, sus propios legisladores corren riesgo de perder ante las demandas de la Coalición Cívica y la Unión Cívica Radical (UCR), que, junto al partido amarillo, acaban de sellar el frente Juntos por el Cambio.
Es la alianza formal -a espejo de la nacional- tras la postergada conformación de Cambiemos, que nunca se materializó en la Ciudad por las interminables internas y disputas de poder entre los referentes de los espacios y el propio Rodríguez Larreta, que frenó la constitución de la coalición durante cuatro años hasta asegurarse el camino a la reelección con Martín Lousteau fuera de la carrera -al menos hasta 2023- por la Jefatura de Gobierno. Como contó Letra P, esa estrategia dio sus frutos porque el ex embajador acordó con el alcalde que será el primer candidato a senador nacional por la Capital del frente Juntos por el Cambio. Sólo falta el anuncio y que llegue el ansiado 22 de junio para rubricar las listas, mientras el radicalismo, sostén electoral de economista, incrementa sus chances en el poroteo con el PRO y el partido de Elisa Carrió.
Larreta, Rogelio Frigerio y Lousteau en la presentación del libro del ex embajador (FOTO: Fabián Marelli)
Este capítulo de la negociación por las listas porteñas abre un escenario de profunda desventaja para los dirigentes del PRO, que acompañan a Rodríguez Larreta y al partido del presidente Mauricio Macri desde hace años. El macrismo pone en juego seis bancas y debe superar el 45% para retenerlas. Sin embargo, tanto en la Casa Rosada como en la Jefatura de Gobierno auguran un resultado superior que aumentaría a siete u ocho la cantidad de escaños. Además, merced al acuerdo con Lousteau y la UCR porteña, sueñan con un triunfo en primera vuelta en la Ciudad. Una situación inédita para un distrito que siempre debió atravesar la instancia de ballotage para definir a su alcalde.
La lista para diputados nacionales pende de un hillo. Se negocia minuto a minuto y la definición está en manos del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y Larreta, que vuelve a confiar y compartir los acuerdos con su vicejefe, el peronista Diego Santilli. Aún no se definió quién encabezará, pero se apuesta por un referente de la Coalición Cívica. Podría ser el legislador porteño y presidente del partido de Carrió, Maximiliano Ferraro, o la parlamentaria del Mercosur Mariana Zuvic.
En el reparto PRO no da lo mismo quién encabece la nómina, porque con la paridad de género ya impactando en las listas, las chances de los hombres que deben renovar decrecen. De las seis bancas que hoy tiene el macrismo en Diputados, cinco son ocupadas por hombres.
Al margen de esa discusión, la danza de nombres continúa con los macristas Pablo Tonelli, Álvaro González, Cornelia Schmidt Liermman, Lía Rueda y Paula Villalba. El primero llega con impulso de Peña, González es empujado por Rodríguez Larreta y Cornelia confía en la influencia del jefe de asesores de Macri, el abogado José Torello.
En tanto, Rueda, actual legisladora porteña, deja en claro en cada conversación que tiene vínculo directo con el Presidente y que está dispuesta a pelear su lugar. Su compañera en la Legislatura porteña, la contadora Villalba, reposa en los vínculos del inoxidable Francisco "Pancho" Cabrera. Desde la Comisión de Presupuesto del Parlamento capitalino ha sumado respeto y confianza en el oficialismo local.
El radicalismo propone a su histórico apoderado Mariano Genovesi, la secretaria de la UCR Capital, María Maratea, y al ex presidente de la UCR porteña Emiliano Yacobitti. Con estos nombres sobre la mesa, Larreta, Santilli y Peña debaten el lugar qué le corresponde a cada uno, teniendo en cuenta el esquema de alianzas y la paridad de género en las listas.
Además de Lousteau, para el Senado se busca una compañera de fórmula. En el PRO barajan tanto a la diputada nacional Carmen Polledo o Paula Bertol. La embajadora argentina ante la Organización de Estados Americanos (OEA) podría llegar a la boleta de senadores por la Capital con la tracción de Peña, que piensa en un enroque con la vicepresidenta Gabriela Michetti, dispuesta a emigrar hacia una embajada si Macri gana las elecciones.
Por otra parte, un sector del PRO activó un operativo inusual para asegurar la renovación del diputado Tonelli. El legislador ocupa una silla clave en el Consejo de la Magistratura que, si no repite mandato, podría quedar para el lilito Juan Manuel López, que es el consejero suplente en representación de la Cámara baja. Hasta Peña, que respalda a Tonelli, se alarmó por esa situación.
Mientras tanto, el tándem Larreta - Santilli ya activó otra jugada, más discreta: convencer a Carrió de que la Coalición Cívica no puede encabezar la lista de diputados nacionales y ocupar el lugar en la Magistratura. La chaqueña optó por un silencio estratégico en la previa al cierre de candidaturas, pero la última vez que hubo cambios en el Consejo de la Magistratura despotricó a viva voz contra la Casa Rosada y habló de un "pacto" con el peronismo.
Además de ese entendimiento político, tiene que haber una resolución del presidente de la Cámara de Diputados que autorice el movimiento de piezas y borre de un plumazo a los consejeros actuales. Emilio Monzó - cada vez mas cerca de Rodríguez Larreta- no tendría problema de rubricar esa decisión. Si los números acompañan al oficialismo, Cristian Ritondo como eventual titular de Diputados tampoco dudaría en acompañar. ¿Qué haría Alfredo Cornejo si lograra ese lugar? Peña ya le negó ese espacio, pero la UCR insistirá. A pesar de esa alquimia, también hay un Plan B: en el PRO también lo imaginan a Tonelli como candidato por la provincia de Buenos Aires.
El PRO peronismo festejó la incorporación de Miguel Ángel Pichetto (FOTO: Twitter)
Toda esta red de acuerdos y nombres se mantiene si Juntos por el Cambio se asegura cuatro años más en la Casa Rosada. Ante una derrota en la elección presidencial, este escenario podría desmoronarse como un castillo de naipes.
Entonces, en el plan de alianzas de Rodríguez Larreta suben las acciones de los lilitos y los radicales. Lo mismo sucede en la Legislatura porteña, pero en una escala superior porque se trata del pago chico del PRO y también hay otros socios, antiguos como Graciela Ocaña o flamantes como el socialista Roy Cortina, que firmó su desembarco a Juntos por el Cambio esta semana, como adelantó en exclusiva Letra P.