De acuerdo con los planes políticos del frente Cambiemos, el Plan V, esto es la consagración de María Eugenia Vidal como candidata presidencial, debería estar alojado en un sepulcro desde hace tiempo. Sin embargo, las principales espadas del oficialismo intercambian reproches agrios por la súbita reinstalación del tema, de la que nadie se hace cargo. "Ya no tenemos ni ganas de salir a desmentirlo", le explicaron a Letra P fuentes del vidalismo. Pese a eso, en la Casa Rosada centran las sospechas en un "sector marginal" del PRO bonaerense y en el radicalismo nacional.
Los pesares económicos son directamente proporcionales a los tropiezos del armado electoral. El Gobierno pasó, en cuestión de horas, de festejar una caída de la inflación -pese a la cautela a la que invitó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne- a mirar con desesperanza el desplome de la actividad económica de casi el 7% en marzo. Los números fríos no gravitan en el electorado, afirman en el Gobierno, aunque admiten que suman desconcierto.
Como contó Letra P, si la crisis se agravara y escalase al nivel de catástrofe, Mauricio Macri podría declinar su candidatura, pero ese escenario extremo está hoy fuera de discusión puertas adentro del PRO. Al contrario, la apuesta sigue siendo a que el dólar se mantenga estable y a que la inflación ceda, elementos que, afirman, permitirían un repunte de la imagen y de la intención de voto del Presidente. Por ahora, ese combo parece un sube y baja incontrolable que se refleja en los sondeos de opinión que se degluten en Balcarce 50 y en Balcarce 412, la sede central del partido amarillo. Para la Casa Rosada, dicho escenario se repetirá como un disco rayado hasta el 22 de junio, plazo límite para la presentación de las listas de aspirantes.
El PRO no niega las tensiones, pero cierra filas en torno a la candidatura de Macri. Ni Vidal ni el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, plantean otro escenario, aunque sí insisten en ampliar Cambiemos y chocan al respecto con la Jefatura de Gabinete. En la última reunión de la mesa política del oficialismo en la Casa Rosada, donde también estuvieron Marcos Peña y Rogelio Frigerio, ni se habló del Plan V. Tampoco de cualquier otra opción distinta al operativo reelección de Macri, que está en marcha con el jefe de Estado recorriendo el país en actos de campaña que reúnen a voluntarios encolumnados en la nueva red de voluntariado: "Defensores del Cambio".
Mientras, en Cambiemos abundan las hipótesis y los pases de facturas por el regreso de las dudas sobre la reelección del Presidente. La Casa Rosada eligió el silencio para evitar levantar el tema, igual que el larretismo y el vidalismo. Pero en el seno del PRO se mira como instigadora del Plan V, además de a "ligas menores" de la división bonaerense del partido, a la Unión Cívica Radical (UCR). Respecto de esta última se intuye un intento de ganar tiempo en la negociación por las candidaturas y las listas, pretensión que el tándem Macri-Peña busca neutralizar con la propuesta de "internas totales" y por todos los cargos. Concretamente, en el Gobierno señalan a Enrique "Coti" Nosiglia como el presunto responsable en las sombras del operativo clamor en favor de Vidal.
Hay dirigentes del macrismo que irían corriendo gustosos a contarle a Elisa Carrió sobre esa sospecha, pero la orden de Peña es disminuir el escenario de tensión entre los socios de Cambiemos y dejar que "prospere" la riña en el peronismo, que por estas horas tiene epicentro en Alternativa Federal. El radicalismo niega cualquier injerencia en la vuelta a la superficie del Plan V, pero la cúpula del partido centenario insiste en ir a internas para dirimir el candidato presidencial oficialista y en su reclamo de extender una invitación formal al peronismo federal, al GEN de Margarita Stolbizer y al socialismo. Sería un nuevo Cambiemos que hasta podría llevar otro nombre. Para el Comité Nacional de la UCR, "Avancemos" sería la denominación que requiere el ahora.