La pax armada en el triángulo de hierro y el caos del peronismo, que se marca solo, le allanan el camino a las urnas, pese a Toto Caputo. ¿Lo que brilla es oro?
Después del complejo cierre de las listas bonaerenses, que abrió un conflicto a cielo abierto entre Karina Milei y Santiago Caputo, las dos manos derechas de Javier Milei, el oficialismo avanza hacia un reordenamiento que, sea sincero o mero parche, le da la chance de saldar deudas internas en la definición de las candidaturas para las legislativas nacionales.
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Mientras, ese precario esfuerzo de la voluntad que es Fuerza Patria puede pagar en la propia contienda bonaerense del 7-S las reyertas programáticas, de liderazgo y hasta personales que, siempre pateadas para adelante, amenazan con fugas peligrosas hacia el 26 de octubre.
Ventaja Milei, no importa cuando se lea esto. Manejar poder brinda posibilidades que el llano limita.
Karina Milei conduce, ¿Santiago Caputo claudica?
La secretaria general de la Presidencia decidió –atención al verbo– que Santiago C. se incorpore a la mesa de campaña bonaerense que conduce su coronel Lule Menem. Si la hermana del Presidente, Jefe por la voluntad de Dios y la sumisión de los hombres, "decide", Caputo acata y lleva a ese foro –¿de discusión o de obediencia?– su receta de nacionalización y radicalización. Así han quedado las cosas en La Libertad Avanza (LLA).
karina milei santiago caputo
Karina Milei y Santiago Caputo: pax armada.
"Más allá de los lineamientos estratégicos, no está claro cómo convivirán ambas tribus políticas tras extensas semanas de enfrentamientos. Incluso es un interrogante qué método pondrán en marcha en Buenos Aires, si se tiene en cuenta que Caputo deberá diseñarlo con la dificultad de no haber elegido a ninguno de los candidatos ni haber participado de las conversaciones preliminares con el PRO", escribió Pablo Lapuente en Letra P, dando cuenta de los rencores que han quedado entre los neomenemistas y la trolera del Ministerio de Odio.
Como sea, la interna fratricida queda en pausa y hasta se abre la posibilidad –al menos teórica– de que Karina M. abra un poco la mano para hacer lugar a las Fuerzas del Cielo en las listas de octubre. ¿Habrá clemencia o la guerra solamente ha sido pospuesta?
Mientras, la mujer avanza en sus armados en otras provincias, siempre imponiendo condiciones de nomenclatura y color. Como se sabe, la libertad sólo puede ser violeta. Esto es especialmente así en la Ciudad de Buenos Aires, donde Jorge Macri se encuentra jugando al póker abierto y con malas cartas. Acaso la peor de ellas sea el recelo de la hermana presidencial a que Patricia Bullrich consiga, en alianza con el PRO, un triunfo tan arrasador que la envalentone demasiado. "La lealtad no es su fuerte", recordó Gabriela Pepe en Letra P.
En paralelo, al panperonismo le alcanza cada vez menos con la mímica de la unidad.
"El electoral es un momento táctico. Ahora hay elecciones provinciales y les vamos a poner toda la fuerza y el corazón porque hay que defender a la provincia de Buenos Aires. Es una elección defensiva porque estamos defendiendo nuestro gobierno. Eso es una cosa. Después hay que discutir las nacionales", advirtió en C5N Juan Grabois.
"No puedo aceptar que el espacio peronista lo hegemonice Massa"
Juan Grabois aseguró que le va a "poner toda la fuerza" a las elecciones de PBA, pero pidió "discutir las nacionales" y sostuvo: "No podemos permitir que una persona que pertenece a la derecha publique los spots". pic.twitter.com/rOIbmgdlW0
"No puedo aceptar dócilmente que el espacio peronista, hoy a río revuelto, lo hegemonice Sergio Massa, alguien que le hizo daño a Jorge Bergoglio. Tengo que disputar esa hegemonía. Desde luego, nosotros la queremos disputar por adentro, pero no queremos permitir que una persona que pertenece, para nosotros, a la derecha del peronismo y a su ala liberal sea hoy la que hegemoniza la cosa y publica los spots. No nos gusta y esa es la disputa interna que venimos dando desde las PASO anteriores", añadió, abriendo, de hecho, la posibilidad de una ruptura en octubre.
El dirigente suele ser tajante; no parece haber espacio en la misma lista para él y para el exministro de Economía, sobre todo si el plan es que el hincha encabece la boleta bonaerense de octubre.
Las respuestas a Grabois desde el massismo fueron tan duras como la interna peronista. "Mentiroso, delirante e inútil", lo cruzó Sebastián Galmarini, no sin enrostrarle que a Milei no le corta "ni una vereda".
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Más medido, el presidente del Frente Renovador, Diego Giuliano, lo acusó de usar "un discurso incendiario que le hace perder el foco: divide en vez de unir".
Grabois adopta un discurso incendiario que lo hace perder el foco: divide en vez de unir. Gobernar implica construcción de mayorías, no mezquindades. La propuesta de Massa se sostiene con coherencia estratégica, no con bravuconadas. Unidad no es imposición, es fortaleza,… pic.twitter.com/XHcXoYejoc
Que Massa será candidato no está claro y dependerá de que entienda que cuenta con posibilidades de éxito. Sin embargo, lo que plantea Grabois expone que el peronismo sigue rumiando sus diferencias de liderazgo, de programa y de improntas personales, pero nunca termina de resolverlas.
Que el liderazgo de CFK ya no es el que era quedó claro en el dramático –sí, dramático– cierre de las listas bonaerenses, en el que debió ceder a las condiciones de Axel Kicillof para evitar una ruptura todavía más grave que la que podría plantear Grabois. Igualmente, una defección del líder de Patria Grande podría hacer la diferencia a favor de la extrema derecha en un contexto de eventual paridad.
El dirigente social argumenta en que es posible sumar bancas a un proyecto peronista incluso compitiendo con lista propia; es cierto, pero no lo es menos que eso blanquearía diferencias de proyecto acaso irreconciliables y podría cederle a la Alianza LLA los titulares de un triunfo resonante.
Premonitoria, Gabriela Pepe señaló el domingo que "la duda es si CFK podría intervenir para desactivar la movida independentista de Grabois y si tiene voluntad de hacerlo".
"La expresidenta –añadió– jugó fuerte a favor de la unidad bonaerense, pero algunos dirigentes se preguntan si podría utilizar el juego de Grabois para condicionar de alguna forma a Kicillof. Otros lo descartan de plano: 'Si nos dividimos y Milei gana la elección nacional, después ¿quién lo para?', dice un hombre de la mesa de decisiones de Fuerza Patria".
El sustrato del voto está revuelto. Hay encuestas que señalan la queja sorda de una mayoría a la que la baja de la inflación le ordena la pobreza, pero no el desafío de llegar a fin de mes. Es más, algunos sondeos dan cuenta de un cierto deterioro de la imagen presidencial; otros, como el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) de la Universidad Torcuato Di Tella –muy seguido y considerado un buen predictor del humor del electorado– registró este mes una mejora de Milei del 4,9%. Se verá.
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La evolución del índice de confianza en el gobierno de Javier Milei.
Mientras, el mercado sigue desconfiando de Toto Caputo: el Tesoro renovó este martes sólo el 76% de los vencimientos de títulos en pesos que licitó, para peor, pagando supertasas de hasta el 65% destinadas, supuestamente, a contener las presiones dolarizadoras.
Semejante droga ayudó a que las diferentes cotizaciones del billete verde cerraran en leve retracción al cabo de otra rueda de demanda fuerte y tendencia alcista, ausencia de la oferta del complejo agrícola y otra importante intervención oficial en el mercado de futuros.
Mientras, la macro amenaza con consolidar el amesetamientode la reactivación y el siempre sensible tema de la corrupción vuelve con revelaciones sobre el Libragate y hasta el entuerto de la extradición de Edgardo Kueider.
El Gobierno tiene problemas, pero todo se le facilita por el caos peronista.