El senador y presidente de la UCR bonaerense no quiere aprobar proyectos a libro cerrado. Lousteau, Blanco y Kroneberger, los otros rebeldes del bloque.
Maximiliano Abad, senador de la UCR
El senador de la UCR Maximiliano Abad se desmarcó del rol de aliado que ejerció su partido en la cámara baja durante el debate de la ley ómnibus XS. El presidente del Comité bonaerense anticipó que pedirá la opinión de los gobernadores radicales antes de tomar postura, porque quiere saber qué negociaron con Javier Milei para juntarles los votos.
"Queremos que el Senado ejerza el rol de Cámara revisora y evalúe punto por punto el proyecto", señaló Abad en reuniones con sus pares de la bancada que preside el correntino Eduardo Vischi.
Como explicó Letra P, la UCR fue la principal aliada que tuvo el Gobierno en Diputados para sancionar cada capítulo de la ley ómnibus y de la reforma fiscal. El bloque conducido por Rodrigo De Loredo, de diálogo directo con los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes), había prometido 24 de sus 36 votos a favor de la iniciativa oficial y aportó algunos más en capítulos claves, como la reversión del Impuesto a las Ganancias.
El dato curioso que dejó ese debate en la cámara baja es que tampoco obstaculizó la votación el grupo cercano al senador Martín Lousteau, que había sido clave para voltear artículos en febrero cuando la Casa Rosada no logró la aprobación de la ley ómnibus original.
Abad exige un careo con los gobernadores radicales para saber cómo fue el acuerdo que le permitió a Milei obtener las aprobaciones de ambos proyectos en Diputados sin perder ningún artículo en el recinto. No será un diálogo fácil: a Cornejo, Valdés, Leandro Zdero (Chaco) y Carlos Sadir (Jujuy) les beneficia la reversión de Ganancias, por el retorno que significa en coparticipación. El otro gobernador radical es Maximiliano Pullaro (Santa Fe), cercano a Lousteau.
El presidente del Comité de la UCR de la provincia de Buenos aires ya dio muestras de no estar dispuesto a ayudar al Gobierno a libro cerrado en el Congreso: el 14 de marzo se abstuvo en la votación del DNU 70/23 que terminó siendo rechazado en el Senado.
Aquel día sí votó en contra del decreto Lousteau, el único radical del Senado que la Casa Rodada cuenta en la oposición en el tratamiento de la ley ómnibus y el pacto fiscal. En el Gobierno esperan que al menos se abstenga.
Las otras figuras difíciles del bloque radical son Pablo Blanco (Tierra del Fuego) y Daniel Kroneberger (La Pampa), quienes la semana pasada firmaron un pedido de sesión especial sobre presupuesto universitario junto a Lousteau. Hasta el año pasado, ambos respondían al jujeño Gerardo Morales, enemigo declarado de Milei.
Este jueves, Blanco aclaró antes sus pares que no definirá una postura hasta leer los proyectos tal como quedaron aprobados por sus pares de Diputados. Tal vez antes de tomar una decisión, pueda hacerle preguntas a los gobernadores.
El resto de los miembros de la bancada no parece interesado en poner palos en la rueda. El catamarqueño Flavio Fama, quien llegó en 2021 con Evolución (la línea de Lousteau), vaticinó que la ley ómnibus "será aprobada". Cornejo controla a Rodolfo Suárez y Mariana Juri; mientras que Valdés es jefe de Mercedes Valenzuela y es socio local de Vischi.
El chaqueño Víctor Zimmermann fue rival interno de Zdero, pero no está dispuesto a molestarlo. La dupla santafesina de Carolina Losada y Eduardo Galaretto también se mostraron dispuestos ayudar al Gobierno. El bloque lo completa la entrerriana Stela Olalla, de diálogo permanente con Rogelio Frigerio.