Desde que el presidente Javier Milei desató la guerra total contra las provincias, los intendentes de Entre Ríos comenzaron una carrera contra el tiempo y la inflación para desentrañar cómo harán para evitar que el boleto de colectivo se dispare a $600 o $1000 pesos en marzo. Rogelio Frigerio los reunió y les pidió que trabajen para evitar el impacto.
Tras reunirlos a todos en Paraná, el jefe de gobierno entrerriano les confirmó una certeza: no habrá compensación con recursos provinciales del fondo que la Nación quitó. La provincia continuará aportando el subsidio local como lo venía haciendo, pero los municipios deberán comenzar un exhaustivo estudio de costos para determinar el “verdadero” valor del boleto de transporte urbano de pasajeros.
Las ciudades de Entre Ríos afectadas
En esos términos lo presentan intendentes de Juntos por el Cambio, que cuestionan la conformación de costos que hasta ahora presentaban las empresas. Frigerio les pidió que conformen una mesa de trabajo que evalúe el valor en función de tres variables: combustible, salarios y amortización de neumáticos.
Las ciudades más afectadas por la quita en la provincia son las cuatro principales: Paraná, Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay, que concentran un total aproximado de 150 mil usuarios por día, en su máxima capacidad. La intendenta peronista de la capital, Rosario Romero, fue una de las primeras en alzar la voz para combatir la decisión del gobierno nacional.
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Los que apoyan la decisión de Javier Milei
La quita expuso la divisoria de aguas en la reacción de unos y otros. Con Romero, ideológicamente se alista su colega Eduardo Lauritto, de Concepción del Uruguay, aunque con un perfil de confrontación cero. Francisco Azcué de Concordia y Mauricio Davico de Gualeguaychú, ambos alineados con Frigerio, respaldaron la decisión y plantearon en sintonía con el gobierno nacional que la “ausencia de plata” deberá ser resuelta con creatividad por las empresas. “Tienen que ser competitivos y dejar de ser deficitarios”, apuntó uno de los que acompaña la decisión.
En todos los casos, a diferencia de Chubut en donde el gobernador anunció que cubrirá los subsidios que la Nación dejará de enviar, ni la provincia ni las ciudades plantearon la posibilidad de destinar fondos propios para paliar lo que no llega más de la Nación. “No hay plata”, repiten, por ejemplo, en la municipalidad de Concordia.
Una de las alternativas que analizan en la mesa de trabajo los intendentes es "eficientizar" los recorridos. “Queremos combinar que haya más usuarios y las líneas sean más redituables”, explican, eliminando recorridos superpuestos, lo que habilitaría a una sola empresa a manejar ese tramo.
Sobre la tarifa posible, los jefes comunales son categóricos e insisten en que un boleto a $1000 es inviable. También saben que en el corto plazo se deberá autorizar una suba en la tarifa, que contendrá además de la inflación el impacto de la quita.
Intendencias en aprietos
En Concordia, se quejan del poco margen de maniobra que dejó el anterior gobierno peronista en cuanto a recursos disponibles, aunque sostienen que liberar el boleto y dejar que las empresas lo determinen sería, en algún punto, un suicidio político. “No podemos ser tan drásticos como el presidente, pero tampoco podemos absorber lo de la Nación. Ni Jesús dejó a todos contentos”, sintetizó el director de Transporte, Sebastián Gotte, en diálogo con Letra P.
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Frigerio en la reunión con intendentes
En la ciudad de los carnavales, el secretario de Gobierno Luciano Garro aseguró que el boleto escalaría a un precio entre los 400 y 450 pesos. “Ese es el valor que se mantendría con el subsidio provincial, muy lejos de los mil pesos”, indicó. Recordó, además, que el gobernador pidió no establecer un monto fijo para la provincia, pero sí un monto tope, que sería de 700 pesos. “La única ciudad que podría aplicar ese precio sería Paraná, por las distancias y la realidad que tiene con los diferentes sindicatos y los tramos que cobra”, adelantó, en declaraciones a un medio local esta semana.
Según indicó a este medio una fuente de la dirección de Transporte de la provincia, el acuerdo con el gobierno nacional era que Entre Ríos recibiese en concepto de subsidios al transporte urbano de pasajeros en enero de este año valores idénticos a los recibidos en el mismo mes del año pasado. Eso hubiese significado un desembolso de 224 millones, que nunca llegaron. En diciembre, la provincia recibió 350 millones de pesos, el último pago de la Nación, que representó un subsidio aproximado de 250 pesos por boleto.