Los mandatarios de JxC y el peronismo no K mastican bronca por las promesas incumplidas del Gobierno. La deuda con las cajas previsionales.
Al mejor estilo Pimpinela, los gobernadores dialoguistas mantienen una relación complicada con Javier Milei. Si bien apoyan algunas medidas del gobierno libertario, cada tanto tensan ese vínculo. Ahora, amenazan con voltear el DNU que amplía el presupuesto de la SIDE si la Casa Rosada no paga la deuda de Nación con las cajas previsionales.
Los mandatarios de Juntos por el Cambio (JxC) y del peronismo no K esperan recibir un llamado del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de cara al tratamiento del DNU en el Senado. Saben que el oficialismo buscará evitar una nueva derrota en el Congreso, después de la sanción de la ley de movilidad jubilatoria y el rechazo al decreto en Diputados.
Los 16 gobernadores que integran ese bloque dialoguistas perdieron la paciencia por los incumplimientos del Gobierno y durante el fin de semana abundaron las conversaciones entre ellos vía WhatsApp. En esas charlas daban por descontado que Francos, o en su defecto el asesor presidencial Santiago Caputo, intentará persuadirlos para no bloquear DNU que amplió en $100.000 millones los fondos reservados de la SIDE.
"Después del veto total a la reforma jubilatoria, y no parcial como propusimos, no hay margen para encarar alguna discusión. A menos que el Gobierno venga con otra postura", le dijo, a Letra P, un gobernador dialoguista. La ley vetada por Milei establecía el pago de la deuda por cajas no transferidas a 13 provincias: Buenos Aires, Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, Misiones, Neuquén, Santa Cruz, Santa Fe, Tierra del Fuego y Corrientes.
Los gobernadores Ignacio Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Leandro Zdero (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes), Rolando Figueroa (Neuquén), Claudio Vidal (Santa Cruz), Martín Llaryora (Córdoba), Hugo Passalacqua (Misiones) , Alfredo Cornejo (Mendoza), Jorge Macri (CABA), Claudio Poggi (San Luis), Marcelo Orrego (San Juan), Carlos Sadir (Jujuy), Gustavo Saénz (Salta) y Alberto Weretilneck (Río Negro) creen que Francos esperará a último momento para comunicarse con ellos. "Tiene el culo sucio por las promesas incumplidas", agregó otro mandatario provincial.
De las 72 bancas en el Senado, el Gobierno cuentan con 13 votos que no votarán en contra del DNU y está lejos de la mitad más uno que necesitan para bloquear el rechazo. Por eso la influencia de los gobernadores se vuelve clave en una pelea en la que Milei, y sobre todo Caputo, tienen todo para perder; y los mandatarios provinciales tienen en claro eso.
Por otro lado, el Gobierno sabe que la oposición no cuenta con los dos tercios en Diputados para insistir con la reforma previsional debido a que el bloque del PRO volverá a votar en contra del nuevo cálculo. Para mantener ese acuerdo, Milei evalúa avanzar en una recomposición del 8% aproximado de los haberes que compensaría la pérdida del primer trimestre de 2024.
La bronca que mastican los gobernadores dialoguistas aumenta cuando ven que desde la Casa Rosada se regocijan con el superávit fiscal, pero por debajo de la alfombra esconden deuda con las provincias. El reclamo por los fondos previsionales se ubica último en una fila que ya cuenta con obras públicas, asignaciones puntuales como el incentivo docente, la coparticipación en el caso de la Ciudad de Buenos Aires y hasta el pago de viáticos para las fuerzas federales en diferentes operativos.
Ese cocktail explosivo genera en los gobernadores un rechazo para prestar cualquier tipo de colaboración con la Casa Rosada para evitar que sea rechazado el DNU de los fondos reservados de la SIDE. En el Gobierno recogieron ese guante, pero nadie quiere hacer el primer movimiento.