En una entrevista a fondo con Letra P, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, sostiene que la conducción del Frente Progresista está en discusión y, en esa disputa, rivaliza con el socialismo o, al menos, con el sector que rodeaba al exgobernador Miguel Lifschitz. Además, exclama que “no se reclaman los espacios, hay que ir y buscarlos”, remarca que su precandidato a senador nacional es Rubén Giustiniani y no Clara García y da una pista sobre su plan a futuro y una eventual candidatura a la gobernación en 2023. “Si hay una cosa colectiva, horizontal, no hay problema: nunca esquivé ninguna batalla en mi vida política”, avisa.
-Fue un cierre positivo dentro de las dificultades que implican el desarrollo de una gestión y los cambios en el Frente, más la pérdida de Miguel. No sé si era lo ideal, pero se dio el fortalecimiento del Frente con todas sus expresiones adentro y aun ampliándose. Tenemos una lista muy representativa de todos los espacios, tanto políticos como sociales, ahora con Ciro (Seisas), que tiene lo que la política necesita ahora, que es abrirse, pero a la vez porque conoce la ciudad.
-¿Le interesaba armar lista única?
-Las primarias también están para que la gente pueda elegir. Sería muy injusto si estuviera en contra de una competencia primaria porque, si no, no estaría acá, pero podía haber habido una comprensión mayor de que uno necesita acompañamiento en este momento.
-¿Era imposible con el socialismo?
-No era justo impedir que alguien participara cuando también hay una discusión dentro del socialismo. Mientras haya una comprensión de que vamos a necesitar un debate interno, pero que también se entienda la necesidad de la gestión de ser acompañada, no hay inconvenientes.
-¿El PS no entendió que ya no conduce el Frente?
-Son procesos de reacomodamiento. La UCR está en un proceso de discusión a nivel provincial y el socialismo también. En política no se reclaman los espacios, hay que ir y buscarlos. Lo entendí siempre y mucho más ahora. Uno no puede llorar lo que no busca. Históricamente, el Frente en las intermedias no tenía internas porque el oficialismo imponía una regla muy fuerte. A nosotros nos hubiera encantado un acompañamiento más firme, pero no vamos a imponer una regla de no competencia porque hubiera sido generar un frente distinto al que siempre reclamamos.
-Usted por un lado y el PS por el otro. ¿Es una antesala de lo que va a pasar el 24 de julio?
-Ojalá que no. Argentina tiene que encontrar opciones distintas a la lógica binaria, sobre todo porteña bonaerense. Lo de Facundo Manes en la provincia de Buenos Aires es un buen indicio de eso. La política de blanco y negro en extremo lo único que hace es obturar soluciones a los problemas del país. Era importante que el Frente no solo pudiera retener a los partidos que lo integramos, sino que pudiera invitar y conseguir una fuerte presencia del radicalismo como se logró y recuperar sectores que en algún momento estuvieron, como Igualdad, el partido de Rubén. Ojalá podamos compartir este argumento político con el resto del Frente, nos fortalecería, nos haría más competitivos en la elección y permitiría aportar a que nacionalmente se generase otro espacio.
-El PS levanta a Clara García como prenda de unidad. ¿Está de acuerdo?
-Hay que abrirse. Tenemos que ser consistentes con lo que planteamos hacia afuera. Siempre le reclamamos al Frente pluralidad, generosidad, apertura, y vamos a usar el peso que tengamos para generar eso. Es una hermosa señal como Frente que vayamos a buscar la mejor experiencia en una elección donde se va a discutir cómo se representa a la provincia en el Congreso. No tengo dudas de que la mejor opción es Rubén, lo ha probado en su accionar. ¿Entonces por qué ser mezquinos en esto?
-¿Entonces las PASO definen el conductor del Frente Progresista?
-Vamos a ver si podemos llegar a un acuerdo, pero hay una disputa en el Frente en relación a cuál va a ser nuestra lógica. En eso tenemos una mirada muy coincidente con todos los intendentes del Frente, con Emilio Jatón y cada uno de ellos. Tenemos que abrir nuestra base. Es muy difícil la tarea de salir de la Argentina binaria, pero más difícil es si uno aplica una lógica distinta a su discurso, si dice que hay que hacer una opción amplia pero acá no amplío nada.
-¿Por qué se reúne y saca fotos con candidatos de Juntos por el Cambio?
-Rosario tiene que recuperar peso nacional, hoy no lo tiene, se nota en sus presupuestos. También me reúno con Marcos Cleri. Primero porque soy el intendente. Segundo, porque hemos construido un esquema de gobernabilidad en el Concejo que demuestra que no necesariamente hay que tener mayoría para ponerse de acuerdo. Con algunos tenemos afinidad de mucho tiempo, como Carolina (Losada). Con Roy (López Molina) hemos trabajado, con José (Corral) hago política desde los 16 años.
-¿Recibiría a Maximiliano Pullaro y Federico Angelini?
-Con Pullaro me he juntado muchas veces. Falta una foto, no tengo problema. Tengo una diferencia con quienes en política creen en la destrucción personal en vez de en el debate de ideas.
-Angelini.
-Pero es con una práctica, no con una persona. Santa Fe siempre ha tenido un nivel de respeto institucional en la política, que hoy está en crisis, que partía de una lógica fundamental. Yo no involucraría a la familia de un rival político en una discusión, no lo haría ni en una discusión en mi club. Siempre hay límites.
-¿Cómo tomó que Pullaro haya saltado a JxC?
-Es un error, hay una idea de resignación en el sentido de que ´la gente vota en blanco y negro, vámonos ahora´. No es lo que necesariamente va a pasar, la gente también está harta de que todo el mundo grite y nadie arregle nada. En algún momento va a quedar muy claro que el que grita será más vivo, generará una emoción mayor, pero arreglar no arregla nada.
-¿Y cuál va a ser el futuro del Frente?
-Fortalecido, no tengo dudas. Tanto a nivel local como de la provincia el eje de la alternativa va a pasar por el Frente Progresista.
-¿El escenario de tercios se va a mantener?
-Probablemente no, porque tampoco ya se dio en la última. Hay que acordarse mucho de cómo se generó la posibilidad de Hermes Binner gobernador. Por lo largo del proceso, porque hubo un programa donde definimos primero para qué y después se convocó con mucha apertura. Yo creo en ese Frente, es el que yo viví y del que yo aprendí.
-¿Hay nuevos jefes tras la muerte de Lifschitz?
-La sociedad no tiene más jefes, no hay más sociedades verticales. Esta es una sociedad de redes, mucho más horizontal. ¿Hay referencias y liderazgos? Por supuesto, jefes no, el Estado ya no verticaliza. Acá no conduce el que manda más sino el que tiene más capacidad de agregar.
-¿Su plan en la Intendencia era de ocho años y ahora es de cuatro?
-Yo quiero un día de intendente en una situación normal, después te cuento, hasta ahora no me tocó (se ríe). Toda mi vida quise ser intendente y lo disfruto, pero en un contexto muy difícil. Me gustaría poder ocuparme de lo que uno quiere hacer en la ciudad sin tener que convivir con la pandemia. Los desafíos políticos no los elige uno, si tenemos como Frente la aspiración de volver a gobernar Santa Fe tenemos que pensar para qué y sobre esa fortaleza ver. Si hay una cosa colectiva, horizontal, no hay problema, yo nunca esquivé ninguna batalla en mi vida política, pero hoy estoy gobernando Rosario en un contexto de mucha crisis.